El sueño…
el sueño es el hermano de la muerte.
Así que túmbate bajo este esqueleto en la frialdad de la tumba.
Permite que el abrazo de sus muertos brazos
te mantenga totalmente a salvo y dormido.
Enterrado en un sueño…
silenciosamente….
Para siempre bajo tierra




Amor de Medianoche




Amor de Medianoche

Cuántas historias habré escuchado sobre los vampiros...
Pero jamás creí en la verdadera existencia de estas criaturas de la noche.
Hasta que te conocí y cayeron por tierra todas mis creencias; incluso se tambaleó mi fe en Dios, ¿cómo Él puede permitir que seres tan terribles vaguen por su creación alimentándose de sus hijos?
Pero al conocerte todo eso cambió.
Tú eres distinto, tienes algo especial y me amas. Por eso no quieres que sufra tu destierro. Por eso evitas hablarme de la transformación a vampiro. Porque sabes lo que eso supone.
Pero yo dudo, dudo tanto... Vas a acabar conmigo, amor de medianoche.
Cuando llegas, sutil, vaporoso como la niebla y te cuelas en mi cuarto, siento que el corazón se me paraliza. Hoy no he podido hacer nada, perdida en la mañana de mis pensamientos. No puedo dormir, porque estoy contigo y tengo miedo de despertar en un ataúd.
Ya no sé quién soy, ni lo que quiero ser.
Tú has cambiado mi mundo, de manera radical. Llegaste sin previo aviso, en la noche, discreto, como un chico más, con encanto y misterio, pero parecías tan normal... Recuerdo aquella noche de verano como si fuera ayer.
Luces difusas, gente alegre, bebidas, música, magia. Apareciste de repente y me sonreíste. Yo no me lo podía creer. Pero me hice la interesante, como si no me importaras demasiado. Y tú, poco a poco, con tus bailes, tus sonrisas, tu calidez... ¡Oh, Dios! ¡Parecías tan vivo! Y sin embargo estabas muerto, no muerto... Eras algo imposible. Un sue! ño. Una pesadilla. Mi pesadilla. Porque te quiero a ti, mi dulce vampiro, a ti. Y también quiero vivir.

¿Puede existir dolor más grande? Por el día vago sonámbula y al llegar la noche espero ansiosa tu llegada, tu beso helado que paraliza mi corazón y lo vuelve menos humano.
Soy casi de los tuyos, queda tan poca resistencia dentro de mí... ¿Qué puedo perder? ¿No quise siempre ser diferente, vivir una historia especial con el amor de mi vida? Con el amor de mi muerte... Me pides que te acoja en mi regazo. Y yo lo hago, porque te quiero a pesar de ti mismo y de lo que significas. Te puedo tocar, sentir. Eres parte de mí, y así es como quiero que sea siempre.
A veces incluso creo que por toda la eternidad. O por muchos siglos. Los dos juntos. Siempre.
Pero, otras, no lo tengo tan claro. Aceptar la transformación implicaría dejar demasiadas cosas, renunciar a lo que realmente soy. Una locura. Un suicidio. ¿Y si el amor acaba consumiéndose con los siglos? ¿Y si nos consume a nosotros?

A veces te pido que bebas de mi sangre para sentir lo que sienten las víctimas. Para que no se me olvide que cuando decida ser como tú tendré que alimentarme de sangre casi cada noche. Y no tendré más remedio que matar. No quiero olvidarlo. Eso forma parte ya de tu existencia junto con algunos inconvenientes más. Y yo debo asumirlos plenamente. Por eso tengo miedo. Pero hay algo que me asusta más todavía, amor de medianoche, ¿dejarás de ser como eres? Tengo miedo de que algo diabólico se apodere de ti y dejes de ser el ser maravilloso que conozco y quiero. Porque me consta que sufres al hacer víctimas, que lo haces por pura necesidad y no disfrutas matando. Sólo lo haces para sobrevivir.

Tú no quieres contarme nada, pero yo lo veo en tus ojos y sé que luchas por no ser como tu naturaleza te indica. Luchas, sufres, amas...

Eres demasiado humano para ser un vampiro, y demasiado vampiro para ser humano. Y a mí me tienes a! trapada contigo en esta espiral de dudas y temores. En esta espiral de irrealidad y amor.

Muchas veces me pregunto ¿por qué yo?, ¿qué me diferenciaba de los otros mortales?, ¿qué me hacía diferente a un simple alimento para vampiros? Tú te fijaste en mí más allá de mi misma, atravesaste la piel y la coraza de mi corazón y llegaste a la que soy en realidad. Me viste antes de que naciera. Y te enamoraste de mí entonces. Durante todos estos años te he buscado en todos los rostros, en todas las bocas que he besado. Pero no estabas.
Me esperabas.
Y llegó el día. Ese día fue el principio de una historia que puede durar para siempre. Aunque como dice una canción que adoro “ no hay nada para siempre”, si me decido, nuestro amor durará más allá de una vida; la mía. Y eso es para mí, de momento, todo el tiempo de que dispongo.
Luego, la eternidad.
Ya no puedo escribir. La noche ha llegado y no quiero encender la luz de mi cuarto. Estoy llorando. Es una noche tan fría... Como tus ojos oscuros, como tus labios.
Sé que estás apunto de salir a buscar tu sangre. Hoy toca ser lo que eres. No puedo evitar estremecerme. ¿Quién será tu víctima hoy? Quizás una prostituta, o un mendigo, por desgracia son los más indefensos. Cuando aparezcan mañana sin vida nadie hará demasiadas preguntas. Porque tú sabes camuflar tu beso.
Ahora hay otras formas más eficaces de alimentarse sin levantar sospechas. Un corte con navaja siempre funciona, luego sólo hay que... No puedo, pensar en eso me destroza. Y sin embargo sé que no puedes evitarlo.
Si yo fuese como tú lo comprendería mejor, y me dejaría de sentimentalismos. Pero soy humana y por ahora no puedo dejar de serlo.
Me tiemblan las manos.
Cada día que pasa me siento más débil, no tengo ganas de hacer nada.
Sólo dormir y esperar la noche. Así no puedo vivir...
Mis padres sospechan algo. Ellos creen que estoy anoréxica o algo así. Me obligan a comer y me vigilan mucho. Por las noches tengo que cerrar mi cuarto con pestillo para que no se les ocurra entrar a espiarme. Sé que lo hacen por mi bien, pero ya no lo soporto más.
Necesito estar contigo a solas y con libertad. La libertad es algo que siempre he admirado, amor mío, y que si decido seguirte me abandonará para siempre. Porque un vampiro nunca es libre del todo. Vive atado a lo que es. Un ser de la noche. Tus alas están cortadas por la realidad y tu propia condición. Por lo tanto no eres libre.
Como yo. Que estoy prisionera de mi misma, de mis miedos, de mis dudas. Lo único que me da esperanzas y me anima a seguir, lo único que vale la pena de todo esto, es lo que sentimos el uno por ! el otro. Algo que no puede explicarse.
El amor entre un vampiro y una humana. ¿Qué clase de aberración saldrá de nuestra unión? Antinatural, imposible... Somos un experimento.
Tengo una extraña sensación, como si el destino estuviera jugando con nosotros...
Se acerca la medianoche.
Pronto estarás entre mis brazos y todo lo que he escrito mientras te espero caerá momentáneamente en el olvido.
Cuando estás a mi lado parece que todo se vuelve más claro. Es como si viera la luz al final del túnel.
Pero ahora sé que lo que me espera al final del túnel no es la luz, sino la oscuridad.



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