El sueño…
el sueño es el hermano de la muerte.
Así que túmbate bajo este esqueleto en la frialdad de la tumba.
Permite que el abrazo de sus muertos brazos
te mantenga totalmente a salvo y dormido.
Enterrado en un sueño…
silenciosamente….
Para siempre bajo tierra




El Mito De Isis y Osiris





El Mito De Isis y Osiris

He aquí uno de los más célebres mitos de la historia de las culturas. Osiris muere y luego renace a través de la mediación de su esposa y hermana Isis. El dios egipcio es despedazado por su maléfico hermano Set. Pero después renace y se convierte en dios de los muertos. Detrás de su renacimiento late la arcaica creencia en la resurección inevitable de la vida inspirada en el ciclo vegetal, en el renacer de los frutos tras la temporaria muerte invernal.

Nut, diosa del cielo, era la mujer de Ra. Sin embargo, era amada por Geb a cuyo amor correspondía. Cuando Ra descubrió la infidelidad de su esposa, se puso iracundo y la maldijo, diciendo que su hijo no nacería en ningún mes ni en ningún año. La maldición del poderoso Ra no podía ser ignorada, debido a que Ra era el jefe de todos los dioses. Angustiada, Nut apeló al dios Thoth (el Hennes griego), quien también la amaba. Thoth sabía que la maldición de Ra debía cumplirse, pero encontró una vía de salida al problema mediante una estratagema muy hábil. Acudió a Silene, la diosa de la Luna, cuya luz rivalizaba con la del Sol mismo, y le retó a un juego de mesa. Las apuestas por ambos lados eran altas, pero Suene apostó un poco de su luz, la decimo séptima parte de cada una de sus iluminaciones, y perdió. De aquí procede que su luz mengua y disminuye en ciertos períodos, de tal forma que ya no es rival del Sol. De la luz que le había arrebatado a la diosa de la Luna, Toth creó cinco días que añadió al año (que en esos tiempos constaba de trescientos sesenta días), de tal manera que no pertenecían ni al año anterior, ni al año siguiente, ni a ningún mes. Nut tuvo a sus cinco hijos durante esos días. Osiris nació el primer día, Horus el segundo día, Set el tercer día, Isis el cuarto y Neftis el quinto. En el momento del nacimiento de Osiris, se oyó en todo el mundo una voz alta que decía: «Ha nacido el señor de toda la Tierra!» Una tradición un tanto diferente relata que cierto hombre llamado Pamiles, que llevaba agua del templo de Ra en Tebas, oyó una voz que le ordenaba proclamar el nacimiento del «buen y gran rey Osiris», lo cual hizo en seguida.

Con el transcurso del tiempo se cumplieron las profecías respecto a Osiris, y se convirtió en un rey grande y sabio. La tierra de Egipto floreció bajo su dominio como jamás lo había hecho antes. Como muchos otros «dioses-héroes». se propuso la tarea de civilizar a su gente, quienes a su llegada se cncontraban en un estado muy bárbaro, practicando el canibalismo y otras costumbres salvajes. Les impuso unos códigos, les enseñó las artes de la labranza y les enseñó los ritos correctos para venerar a los dioses. Y cuando logró establecer la ley y el orden en Egipto se marchó a tierras lejanas para continuar con su obra civilizadora. Era tan gentil y bueno, y tan agradables eran sus métodos de inculcar el conocimiento en las mentes de los bárbaros, que éstos veneraban la mismísima tierra que pisaba.



2 Comentarios:

kaisser ...

Lo maravilloso de tu blog es que siempre deja un aprendizaje...

Más besos

Al Herrera ...

Impresionante relato...

Totvs tvvs, leo con gusto.

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