El sueño…
el sueño es el hermano de la muerte.
Así que túmbate bajo este esqueleto en la frialdad de la tumba.
Permite que el abrazo de sus muertos brazos
te mantenga totalmente a salvo y dormido.
Enterrado en un sueño…
silenciosamente….
Para siempre bajo tierra




El Ángel de la Ventana de Occidente - Gustav Meyrink



El Ángel de la Ventana de Occidente
Gustav Meyrink





¡Lee o no leas! ¡Quema o persevera! Añade polvo al polvo. Nosotros, de la raza de Hoël Dhat, príncipes de Gales, estamos muertos. Mascee.







El ángel de la ventana de occidente, última novela de Meyrink, narra la fantástica historia de un hombre que, tras hacerse cargo de los papeles de un primo difunto,comienza a tener pesadillas y visiones sobre su antepasado, el enigmático John Dee, célebre ocultista inglés que vivió entre 1527 y 1609. Recibe entonces la visita de dos extraños personajes, el misterioso Lipotin y la seductora Assja Chotokalungin, que le reclaman la legendaria punta de lanza de Hoël Dhat, de la que él nada sabe. La acción de la novela, que transcurre en Inglaterra, Polonia y Praga, oscila entre lo real y lo onírico, y viaja desde los albores del siglo XX al reinado de Isabel I. El relato pretende ilustrar la ley del karma, así como exponer los fundamentos de la verdadera alquimia: procurar al ser humano un vehículo inmortal para lograr la resurrección de la carne.



Y la muerte no tendrá dominio - Dylan Thomas



Y la muerte no tendrá dominio.

Y la muerte no tendrá dominio.
Los muertos desnudos serán uno
con el hombre en el viento y la luna del oeste;
cuando sus huesos queden limpios y los huesos limpios se consuman,
en codo y pie tendrán estrellas;
aunque estén locos serán cuerdos,
aunque se hundan en el mar volverán a levantarse,
aunque se pierdan los amantes, no se perderá el amor,
y la muerte no tendrá dominio.

Y la muerte no tendrá dominio.
Los que yacen hace tiempo en los recodos bajo el mar
no morirán allí enredados;
retorcidos en el potro cuando sus fibras cedan,
atados a una rueda de tortura, aún así no serán despedazados;
la fe, en sus manos, se partirá en dos
y los males unicornes les pasarán de largo;
Cuando todos los cabos estén rotos, ellos no crujirán;
y la muerte no tendrá dominio.

Y la muerte no tendrá dominio.
No pueden gritar más en sus oídos las gaviotas
o romper ruidosamente las olas en la playa;
donde surgió una flor, otra no podrá
levantar su cabeza a los golpes de la lluvia;
aunque estos personajes estén locos y muertos como clavos,
irrumpirán al sol hasta que el sol se hunda,
y la muerte no tendrá dominio.

Dylan Thomas


Angizia - Kokon. Ein Schaurig-schones Schachtelstuck


Avant Garde/Metal Opera
Austria
Angizia - Kokon. Ein Schaurig-schones Schachtelstuck ( 2011)



01. Borstig. schaurig. flackernd.
02. Spindelgroll
03. Ein Quantchen Gift
04. Graues Meer
05. Es ist Leidenschaft.
06. Nichts an mir weckt Begehr
07. Ich
08. Die Bratsche klingt nach klammer Luft.
09. Leise Feuer brennt in Brunst
10. Sack und Asche
11. Aus Traum und Tanz. Ein Walzer.
12. Ma? fur Ma?
13. Der Verfall
14. Flammen flustern
15. Neigung zum Nichts
16. Buhne, still





Angizia - Graues Meer
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Angizia - Es ist Leidenschaft
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ANGIZIA
Michael Haas (voz)
Irene Denner (voz)
Rainer Guggenberger (voz)
Jochen Stock (voz)
Mario Newtwich (piano)
Alex Dostal (batería)
Emmerich Haimer (guitarra)
Harald Hauser (bajo)
Jochen Stock (bajo)




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Sombras - Sergio Borao Llop



Sombras

¿No veis, de vez en cuando, alguna sombra que cruza?
Sombras, sí, sombras que deambulan a nuestro
alrededor; sombras sin nadie que acaso sólo tratan de
atraer nuestra atención para evadirse siquiera un
instante a su funesta condición de espectros dolientes, o
esas otras, violadas por los dioses de la decepción, que
intentan rozarnos en su ciego tránsito para arrastrarnos
a ese mundo suyo de irrealidades, o de realidades
intangibles que nunca seríamos capaces de comprender.
Pero en todo caso, sombras que habitan entre nosotros
sin develar su naturaleza, su nombre, su cifra; sombras
que nos conocen y escuchan los latidos de nuestros
corazones, que en las noches insomnes se acurrucan en
los rincones; sombras que sólo toman cuerpo entre los
pliegues del sueño o en los incomprensibles recovecos
del tiempo... Sombras que acaso sólo estén mirándose
en el espejo de nuestra inconsistencia, sombras como
nosotros, fugaces sombras que apenas existimos...


Sergio Borao Llop

El juicio de la historia (Texaco-Chevron)





Juicio contra Texaco-Chevron
El juicio de la historia


La transnacional petrolera Texaco-Chevron provocó daños irreparables en la Amazonía ecuatoriana. En un histórico fallo, la justicia ecuatoriana la ha condenado a pagar a los afectados más de 8.000 millones de dólares por contaminación y compensación. Las comunidades y los pueblos celebran esa decisión judicial, aunque consideran que la compensación por los daños es insuficiente. Esto ocurre a pesar de los poderosos lobbies internacionales de Chevron, que intentaron deslegitimar al país y al gobierno, y que sistemáticamente pidieron al Congreso y al Senado estadounidenses excluir al Ecuador del sistema de preferencias arancelarias, como una retaliación.

Es importante indicar que hay daños cuantificables y otros que no lo son. En economía hay distintos lenguajes para denominar a los daños ambientales: externalidades: “fallos de mercado”, "deseconomías", pasivos, etc.

Las externalidades son los efectos negativos –también pueden ser positivos- provocados por las actividades de producción o consumo, no incorporados en los precios de mercado. Por ejemplo, la contaminación de mercurio por la actividad minera (externalidad negativa), un paisaje bonito (externalidad positiva).

La ‘internalización’ de las externalidades consiste en asignar un precio de mercado a los daños o beneficios ambientales. Esto supone que se pueden valorar de forma monetaria los daños o beneficios ambientales. Esto es parcialmente cierto. El juicio contra la Texaco Chevron nos demuestra que es posible cuantificar parte de los daños, y que además se los puede judicializar, pese a las presiones de las empresas transnacionales.

Pero otros daños ambientales no son cuantificables. La desaparición de biodiversidad no se puede contar en dinero (no hay reconstrucción ni reparación posibles). No se pueden recuperar las ranas y otros anfibios del Yasuní que se pierdan para siempre. Hay valores que no tienen precio. Uno de los iniciadores de la Economía Ecológica, William Kapp, afirma que los daños ambientales no sólo son el resultado de fallas de mercado, sino que estos impactos provocan un traslado “exitoso” de costos hacia quienes tienen menos poder de mercado. Este es el caso, por ejemplo, del tratamiento de los desechos o residuos tóxicos y radioactivos que los países ricos tratan de depositar en países con menores estándares ambientales.*

¿Quién y dónde se colocan los precio de las externalidades? Los juicios contra la Shell en Nigeria y Chevron Texaco en Ecuador son ejemplos de que los pueblos buscan resarcir sus daños históricos.

A inicios de la década pasada, ya se planteó no replicar los costos ambientales y sociales de la extracción petrolera en la Amazonía Norte del Ecuador. Los costos sociales y ambientales de extraer el petróleo son enormes, en términos monetarios (sísmica, transporte, etc.). Esto sin contar con los pueblos indígenas desaparecidos o la pérdida de biodiversidad.

¿Existen tecnologías limpias para evitar los daños ambientales? Claro que sí, existen mejores tecnologías para la extracción. Pero no existen tecnologías proteicas que evitarían cualquier daño social y ambiental, en particular en zonas ricas en biodiversidad y sensibles en términos ecosistémicos. Por ello, es mejor aplicar el principio de precaución: ante el desconocimiento de los riesgos, es mejor no emprender proyectos que podrían generar una enorme destrucción. En este contexto, la iniciativa Yasuní- ITT cobra nuevas fuerzas y resulta más relevante. Al dejar el petróleo en tierra, el Ecuador renuncia a un ingreso económico grande, pero, a cambio, proporciona bienes para toda la humanidad. Esta es la esencia de la corresponsabilidad internacional. Como Galápagos desde Charles Darwin, el Yasuní es la historia viva del Planeta. La defensa de la Amazonía, de sus culturas, pueblos y biodiversidad, adquiere ahora un significado y una acción integral.

Fander Falconí

Notas:

* Basta recordar el ignominioso memorando de Lawrence Summers, en el cual recomienda colocar los residuos tóxicos en los países que tienen menor ingreso por habitante, ya que éstos tienen una menor expectativa de vida.

Fander Falconí es Ex Ministro de Relaciones Exteriores, Comercio e Integración del Ecuador. Doctor en Economía Ecológica. Coordinador del doctorado de economía del desarrollo de FLACSO- Sede Ecuador.


fuente


ACTUALIZACION: 11/03/11

EE UU bloqueó pago de Chevron a Ecuador por daños a la amazonía

AVN


La justicia estadounidense bloqueó este lunes el pago de Chevron Corp a Ecuador para indemnizar los daños ambientales de la transnacional petrolera en la región amazónica del país latinoamericano, indicó una nota divulgada por la página en internet del canal Telesur.

Los daños a la Amazonía ecuatoriana fueron desestimados por el juez Lewis Kaplan que ordenó la anulación de la sentencia. El monto estaba fijado en ocho mil 200 millones de dólares para la reparación del ecosistema de la zona.

En su fallo, Kaplan manifestó que Chevron presentó “evidencia sólida” de que el juicio en Ecuador había sido manchado por “fraude y corrupción”.

También dijo que Chevron enfrentaría "daños irreparables" si se le permitía a los demandantes continuar con su estrategia.

"En ausencia de una orden preliminar de cesación, Chevron se vería forzada a defenderse y litigar el cumplimiento del fallo ecuatoriano en múltiples casos", indicó el juez Kaplan.

El pasado 14 de febrero, la Corte Provincial de Sucumbíos de Ecuador condenó a la petrolera extranjera por la contaminación irreversible de al menos 500 mil hectáreas de selva y la instó a cancelar un monto de ocho mil 200 millones de dólares para la reparación del ecosistema de la zona.

Además de la sentencia, la petrolera debería pagar también un recargo del 10 por ciento establecido en una Ley de Gestión Ambiental, lo que suma un total de sólo 9 mil 500 millones de dólares.

El veredicto, que fue precedido por un juicio de más de 17 años, no se ajustaba a las peticiones que se hacían, que reclamaban una indemnización de 113 mil millones de dólares.

Los demandantes acusaron a Texaco, comprada por Chevron en 2001, de arrojar al menos 68 mil millones de desechos tóxicos en la zona.

La condena había sido apelada por la petrolera, que la consideró “ilegítima, inaplicable y demasiado costosa”; a pesar de haber reconocido todos los daños causados al ambiente y a la ecología de la selva ecuatoriana.

Los daños por los que esta empresa fue inculpada el 14 de febrero, causados específicamente en el norte de la selva amazónica, supusieron la contaminación del hábitat, destrucción de suelos, perjuicios a especies de flora en extinción y afección a miles de personas que en las décadas de los 70 y 80, se enfermaron debido al uso de material de extracción inadecuado por parte de la empresa.

(pero qué hdp que son!!!)

Blutengel - Tränenherz



Gothic Synth/Electro/Darkwave
Alemania
Blutengel - Tränenherz (3CD Ed. Lim.) (2011)



CD1
01. Tränenherz – Prologue
02. Über den Horizont
03. The lost Children
04. Save me
05. Irgendwann
06. The watcher
07. Ordinary darkness
08. Reich mir die Hand
09. Down on my knees
10. Doomsday
11. Undone
12. The End
13. Das andere Ich
14. Ein Augenblick
15. Tränenherz - Outro

CD2
01. Vampire´s Call
02. L.I.E.B.E
03. Childhood
04. Mera Noire
05. Dein Leben
06. Death is calling
07. Soul in Isolation
08. Cursed
09. Mondnacht
10. Fly away
11. Why did you?

ACTUALIZACION
CD 3 (limited Boxset)
1. Aries
2. Taurus
3. Gemini
4. Cancer
5. Leo
6. Virgo
7. Libra
8. Scorpio
9. Sagittarius
10. Capricorn
11. Aquarius
12. Pisces






Blutengel - The lost children
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Blutengel -Ordinary Darkness
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BLUTENGEL
Chris Pohl - Voz masculina, programación y letras.
Ulrike Goldmann - Voz femenina, letras



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El hambre - Manuel Mujica Láinez







El hambre

Manuel Mujica Láinez



Alrededor de la empalizada desigual que corona la meseta frente al río, las hogueras de los indios chisporrotean día y noche. En la negrura sin estrellas meten más miedo todavía. Los españoles, apos­tados cautelosamente entre los troncos, ven al fulgor de las hogueras destrenzadas por la locura del viento, las sombras bailoteantes de los salvajes. De tanto en tanto, un soplo de aire helado, al colarse en las casucas de barro y paja, trae con él los alaridos y los cantos de guerra. Y en seguida recomienza la lluvia de flechas incendiarias cuyos cometas iluminan el paisaje desnudo. En las treguas, los ge­midos del Adelantado, que no abandona el lecho, añaden pavor a los conquistadores. Hubieran que­rido sacarle de allí; hubieran querido arrastrarle en su silla de manos, blandiendo la espada como un demente, hasta los navíos que cabecean más allá de la playa de toscas, desplegar las velas y esca­par de esta tierra maldita; pero no lo permite el cerco de los indios. Y cuando no son los gritos de los sitiadores ni los lamentos de Mendoza, ahí está el angustiado implorar de los que roe el ham­bre, y cuya queja crece a modo de una marea, debajo de las otras voces, del golpear de las ráfagas, del tiroteo espaciado de los arcabuces, del crujir y derrumbarse de las construcciones ardientes.
Así han transcurrido varios días; muchos días. No los cuentan ya. Hoy no queda mendrugo que llevarse a la boca. Todo ha sido arrebatado, arrancado, triturado: las flacas raciones primero, luego la harina podrida, las ratas, las sabandijas inmundas, las botas hervidas cuyo cuero chuparon desespera­damente. Ahora jefes y soldados yacen doquier, junto a los fuegos débiles o arrimados a las estacas defensoras. Es difícil distinguir a los vivos de los muertos.

Don Pedro se niega a ver sus ojos hinchados y sus labios como higos secos, pero en el interior de su choza miserable y rica le acosa el fantasma de esas caras sin torsos, que reptan sobre el lujo burlón de los muebles traídos de Guadix, se adhieren al gran tapiz con los emblemas de la Orden de San­tiago, aparecen en las mesas, cerca del Erasmo y el Virgilio inútiles, entre la revuelta vajilla que, limpia de viandas, muestra en su tersura el “Ave María” heráldico del fundador.El enfermo se retuerce como endemoniado. Su diestra, en la que se enrosca el rosario de madera, se aferra a las borlas del lecho. Tira de ellas enfu­recido, como si quisiera arrastrar el pabellón de damasco y sepultarse bajo sus bordadas alegorías. Pero hasta allí le hubieran alcanzado los quejidos de la tropa. Hasta allí se hubiera deslizado la voz espectral de Osorio, el que hizo asesinar en la playa del Janeiro, y la de su hermano don Diego, ultimado por los querandíes el día de Corpus Christi, y las otras voces, más distantes, de los que condujo al saqueo de Roma, cuando el Papa tuvo que refugiarse con sus cardenales en el castillo de Sant Angelo. Y si no hubiéra llegado aquel plañir atroz de bocas sin lenguas, nunca hubiera logrado eludir la persecución de la carne corrupta, cuyo olor invade el aposento y es más fuerte que el de las medicinas. ¡Ay!, no necesita asomarse a la ventana para recordar que allá afuera, en el centro mismo del real, oscilan los cadáveres de los tres españoles que mandó a la horca por haber hurtado un caballo y habérselo comido. Les imagina, despedazados, pues sabe que otros compañeros les devoraron los muslos.

¿Cuándo regresará Ayolas, Virgen del Buen Aire? ¿Cuándo regresarán los que fueron al Brasil en pos de víveres? ¿Cuándo terminará este martirio y par­tirán hacia la comarca del metal y de las perlas? Se muerde los labios, pero de ellos brota el rugido que aterroriza. Y su mirada turbia vuelve hacia los platos donde el pintado escudo del Marqués de Santillana finge a su extravío una fruta roja y verde.



Cemetery Of Scream - Frozen Images


Gothic Metal, Doom Metal
Poland

Cemetery Of Scream - Frozen Images (2009)



1. Bluebird (5:53)
2. Prince Of The City's Lights (6:03)
3. Cat's Grin (4:18)
4. The Bridge Of Ashes (6:36)
5. In Your Blood (5:51)
6. Golden Lullaby (5:46)
7. Ritual Fire Dance (4:29)
8. Black Flowers (4:46)
9. A Million As One (As A Million) (4:48)
10. Geisha Out Of Dreams (5:29)
11. Sapphire Sun (6:41)
12. Night In White Satin (4:22)





Cemetery Of Scream - Bridge of Ashes
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Cemetery of Scream - Black Flowers
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CEMETERY OF SCREAM
Olaf Rozanski - Vocal
Pawe? G?ralczyk aka Goolary - Guitar
Marcin Piwowarczyk - Guitar
Piotr Labuzek - Keyboards, Sampling
Jacek Kr?lik - Bass
Katarzyna Rachwalik - Keyboards
Tomasz Rutkowski - Drums



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Drácula (fragm.) - Bram Stoker





Drácula (fragm)
Bram Stoker

"La hermosa joven se arrodilló y se inclinó sobre mí, con maligna satisfacción. Había en ella una voluptuosidad deliberada que era a la vez excitante y repulsiva, y al arquear el cuello llegó a lamerse los labios como un animal, hasta que pude ver a la luz de la luna la humedad que brillaba en los labios escarlatas y en la roja lengua con la que se lamía los dientes rojos y aguzados. Su cabeza descendía cada vez más... cerré los ojos en éxtasis y esperé.
(...)
No hay duda de que existen los vampiros; algunos de nosotros tenemos evidencias de ello. Incluso, aunque no tuviéramos una prueba en nuestra propia y desdichada experiencia, las informaciones y los datos del pasado aportan pruebas suficientes. Admito que al principio fui escéptico. Si no hubiera sido porque a través de largos
años me he entrenado para tener una mentalidad abierta, no habría creído hasta que llegó el momento en que los hechos golpeaban en mi oído: "¡Míralo! ¡Míralo! Lo probamos, lo estamos probando". Sin embargo, si hubiera sabido al principio lo que sé ahora -- si al menos lo hubiera sospechado---, una vida preciosa para todos los que la queríamos no se hubiera perdido.
Pero ya no tiene remedio y ahora debemos trabajar para que no perezcan otras almas, que podamos salvar.
El nosferatu no muere como la abeja que ha punzado una vez.
Sólo se hace más fuerte, y, por serlo, tiene aún más poder para el mal. El vampiro que está entre nosotros tiene como persona más fuerza que veinte hombres; su astucia es muy superior a la de los mortales, porque es una astucia que va creciendo con los siglos; tiene la ayuda de la nigromancia que es, como implica la etimología de la palabra, la adivinación por la muerte, y todos los muertos a los que pueda acercarse están a sus órdenes; es una bestia, más que una bestia; de una crueldad demoníaca y carece de corazón; puede, sin limitaciones, aparecer a su voluntad donde y cuando quiera, y en cualquiera de las formas que elija. Puede, en su área de acción, dirigir los elementos: la tormenta, la niebla, el trueno; tiene poder sobre las cosas más repugnantes: la rata, la lechuza y el murciélago, la polilla y el zorro, y el lobo; puede crecer o reducir su tamaño y puede, en ocasiones, desvanecerse y aparecer sin ser visto.
Entonces, ¿cómo podríamos comenzar nuestra lucha para destruirle? ¿Cómo podemos descubrir dónde está, y, si lo encontramos, cómo destruirle?
Queridos amigos, la empresa que vamos a emprender es demasiado terrible y puede traer consecuencias que harían temblar al más valiente.
Porque si perdemos en nuestro empeño, significa que, ha ganado él, y , entonces, ¿qué final nos espera? ¡La vida no es tan importante para mí y no me importa perderla! Pero el fracaso no es sólo un asunto de vida o muerte. Sino que nos volveríamos como él; que nos convertiríamos en seres horribles de la noche, como él, sin corazón ni consciencia, haciendo presa en los cuerpos y en las almas de aquellos a los que más queremos. Se nos cerrarían para siempre las puertas del cielo, porque ¿quién nos las iba a abrir de nuevo? Seguiríamos siendo aborrecidos por todos, como una mancha en el brillo del rostro de Dios; una flecha clavada en el costado de Él
que murió por el hombre. Pero estamos frente a frente con nuestro deber, ¿podemos en este caso abandonar? Por mi parte, digo que no, pero soy viejo, y la vida, con su sol, sus lugares agradables, con el canto de los pájaros, la música y el amor, ha quedado un poco atrás. Pero vosotros sois jóvenes.
Algunos habéis visto grandes penas, pero todavía quedan días hermosos en vuestro futuro. "

Drácula (1897)
Bram Stoker (Irlanda, 1847-1912)

Luna Roja - Roberto Arlt





Luna roja
Roberto Arlt

Nada lo anunciaba por la tarde.
Las actividades comerciales se desenvolvieron normalmente en la ciudad. Olas humanas hormigueaban en los pórticos encristalados de los vastos establecimientos comerciales, o se detenían frente a las vidrieras que ocupaban todo el largo de las calles oscuras, salpicadas de olores a telas engomadas, flores o vituallas.

Los cajeros, tras de sus garitas encristaladas, y los jefes de personal rígidos en los vértices alfombrados de los salones de venta, vigilaban con ojo cauteloso la conducta de sus inferiores.
Se firmaron contratos y se cancelaron empréstitos.
En distintos parajes de la ciudad, a horas diferentes, numerosas parejas de jóvenes y muchachas se juraron amor eterno, olvidando que sus cuerpos eran perecederos; algunos vehículos inutilizaron a descuidados paseantes, y el cielo, más allá de las altas cruces metálicas pintadas de verde, que soportaban los cables de alta tensión, se teñía de un gris ceniciento, como siempre ocurre cuando el aire está cargado de vapores acuosos.

Nada lo anunciaba.

Por la noche fueron iluminados los rascacielos.
La majestuosidad de sus fachadas fosforescentes, recortadas a tres dimensiones sobre el fondo de tinieblas, intimidó a los hombres sencillos. Muchos se formaban una idea desmesurada respecto a los posibles tesoros blindados por muros de acero y cemento. Fornidos vigilantes, de acuerdo a la consigna recibida, al pasar frente a estos edificios, observaban cuidadosamente los zócalos de puertas y ventanas, no hubiera allí abandonada una máquina infernal. En otros puntos se divisaban las siluetas sombrías de la policía montada, teniendo del cabestro a sus caballos y armados de carabinas enfundadas y pistolas para disparar gases lacrimógenos.

Los hombres timoratos pensaban: “¡Qué bien estamos defendidos!”, y miraban con agradecimiento las enfundadas armas mortíferas; en cambio, los turistas que paseaban hacían detener a sus choferes, y con la punta de sus bastones señalaban a sus acompañantes los luminosos nombres de remotas empresas. Estos centelleaban en interminables fachadas escalonadas y algunos se regocijaban y enorgullecían al pensar en el poderío de la patria lejana, cuya expansión económica representaban dichas filiales, cuyo nombre era menester deletrear en la proximidad de las nubes. Tan altos estaban.

Desde las terrazas elevadas, al punto que desde allí parecía que se podían tocar las estrellas con la mano, el viento desprendía franjas de músicas, “blues” oblicuamente recortados por la dirección de la racha de aire. Focos de porcelana iluminaban jardines aéreos. Confundidos entre el follaje de costosas vegetaciones, controlados por la respetuosa y vigilante mirada de los camareros, danzaban los desocupados elegantes de la ciudad, hombres y mujeres jóvenes, elásticos por la práctica de los deportes e indiferentes por el conocimiento de los placeres. Algunos parecían carniceros enfundados en un “smoking”, sonreían insolentemente, y todos, cuando hablaban de los de abajo, parecían burlarse de algo que con un golpe de sus puños podían destruir.

Los ancianos, arrellanados en sillones de paja japonesa, miraban el azulado humo de sus vegueros o deslizaban entre los labios un esguince astuto, al tiempo que sus miradas duras y autoritarias reflejaban una implacable seguridad y solidaridad. Aun entre el rumor de la fiesta no se podía menos de imaginárseles presidiendo la mesa redonda de un directorio, para otorgar un empréstito leonino a un estado de cafres y mulatillos, bajo cuyos árboles correrían linfas de petróleo.


O Quam Tristis - Funerailles des petits enfants


Neofolk/Electronic
Francia
O Quam Tristis - Funerailles des petits enfants (2000)



1. Omnes Generationes
2. Gloria Patri
3. Ad Te Ad Altare
4. Oremus
5. Sit Nomen Domini
6. Benedicite
7. A Deo Salutari
8. Ultima Confessio
9. Hic Accipiet
10. Deum Est Tu Phantu
11. E Lucis Ante
12. Kyrios
13. Prudens
14. Beati Immaculati
15. Dirigatur Domine






O Quam Tristis - Gloria patri
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O Quam Tristis - Ultima confessio
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O QUAM TRISTIS
Tomek Ashkhenazy Isaac
Hugues Dammarie
Katrina Koslowska
Emeric Lenotz
Anna Virsky




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Los gatos de Ulthar - H. P. Lovecraft





Los gatos de Ulthar
H. P. Lovecraft

Se dice que en Ulthar es un pueblo situado más allá del río Skai, nadie puede matar un solo gato; cosa que creo firmemente cuando contemplo el que tengo ronroneando ante el fuego. Pues el gato es enigmático, y está familiarizado con las cosas extrañas que los hombres no pueden ver. Es el alma del antiguo Egipto, y depositario de las leyendas de las ciudades olvidadas de Meroe y Ophir. Es pariente de los señores de la selva, y heredero de los secretos de la vieja y siniestra África. La Esfinge es su prima, y recuerda lo que ella ha olvidado.
En Ulthar, antes de que sus diputados prohibiesen matar gatos, vivían un viejo campesino y su esposa que disfrutaban poniendo trampas a los gatos del vecindario para matarlos. No sé por qué lo hacían; hay quienes detestan los maullidos por la noche, y no les gusta que los gatos anden furtivamente por patios y jardines al anochecer. Sea cual sea el motivo, este viejo matrimonio gozaba atrapando y matando todo gato que se acercaba a su casucha miserable; y por lo que se oía después en la noche, muchos de los lugareños sospechaban que tenían un modo de matarlos de lo más singular. Sin embargo, no hablaban de esto con el viejo matrimonio, debido a la habitual expresión de sus rostros arrugados, y a que su choza era muy pequeña y estaba oculta y oscurecida bajo unos olmos corpulentos, en el fondo de un patio abandonado. En verdad, aunque los dueños de los gatos odiaban a estos viejos, los temían aún más; y en vez de tacharles de brutales asesinos, se limitaban a cuidar que ninguno de sus adorados gatos se aproximara impensadamente a la apartada casucha oculta bajo los árboles sombríos. Cuando por un descuido inevitable se perdía alguno, y se oían los maullidos por la noche, su dueño lloraba con impotencia, o se consolaba dando gracias al Destino por no haber sido uno de sus hijos el desaparecido de este modo. Pues la gente de Ulthar era simple, y no sabía de donde vinieron los gatos al principio.
Un día entró por las estrechas y empedradas calles de Ulthar una caravana de extraños vagabundos que procedían del sur. Eran trotamundos atezados, distintos de aquellas gentes ambulantes que pasaban por el pueblo dos veces al año. Decían la buenaventura a cambio de plata en los mercados, y compraban alegres abalorios a los mercaderes. Nadie sabía de que país venían estos vagabundos; pero observaron que eran dados a rezar extrañas plegarias, y que a los lados de sus carromatos llevaban pintadas extrañas figuras con cuerpo humano y cabeza de gato, de halcón, de león o de carnero. Y el jefe de la caravana llevaba un tocado con dos cuernos y un curioso disco entremedias.
Iba en esta singular caravana un niño que no te padre ni madre, sino sólo un gatito pequeño y negro al que cuidaba. La peste no había sido amable con él, aunque le había dejado este ser diminuto y peludo que dulcificaba su dolor; cuando se es muy joven, uno puede encontrar gran alivio en las vivarachas travesuras de un gatito negro. Así, el niño a quien las atezadas gentes llamaban Menes sonreía cada vez más, y llora cada vez menos, cuando se sentaba a jugar con su gracioso gatito en las escaleras de un carromato decorado de singular manera.
A la mañana del tercer día de estancia en Ulthar, Menes no pudo encontrar a su gatito; al verle sollozando en el mercado, los lugareños le hablaron del viejo y de su esposa, y de lo que se oía por la noche. Al escuchar todo aquello sus sollozos dieron paso a la reflexión, y finalmente a la plegaria.
Extendió los brazos hacia el sol y rezó en una lengua que los lugareños no entendieron; aunque no pusieron mucho empeño en entender, ya que les acaparaban la atención el cielo y las formas curiosas que adoptaban las nubes. Era muy extraño, pero tan pronto como el niño hubo terminado su oración, parecieron formarse en lo alto las figuras brumosas y oscuras de unos seres exóticos, criaturas híbridas coronadas con los cuernos y el disco entremedias. La Naturaleza está llena de tales ilusiones para sugestionar a quienes son imaginativos.
Esa noche, los trotamundos se fueron de Ulthar, y no se les volvió a ver. Y los habitantes se sintieron consternados al darse cuenta de que no había un solo gato en todo el pueblo. De cada uno de los hogares había desaparecido el gato familiar; los grandes y los pequeños, los negros, los grises, los rayados, los amarillos y los blancos. El viejo Kranon, que era el burgomaestre, juró que habían sido las gentes atezadas quienes se los habían llevado en venganza por la muerte del gatito de Menes; y maldijo a la caravana y al niño. Pero Nith, el flaco notario, declaró que el viejo campesino y su esposa eran más sospechosos aun, ya que su odio a los gatos era conocido por todos, y más atrevido cada vez. Sin embargo, nadie se atrevió a acusar al siniestro matrimonio, aun cuando el hijo del posadero, el pequeño
Atal, aseguraba haber visto a todos los gatos en aquel patio maldito, bajo los árboles, avanzando con paso medido, lenta y ceremoniosamente, y describiendo un círculo alrededor de la choza en fila de a dos, como si ejecutasen algún inaudito ritual. Los lugareños no sabían si creer al chico; y aunque temían que el malvado matrimonio hubiese hechizado y exterminado a todos los gatos, preferían no enfrentarse con el viejo campesino mientras no saliese de su patio tenebroso y repugnante.
Así que el pueblo de Ulthar se acostó embargado por la ira y la impotencia; y he aquí que al despertar por la madrugada, ¡cada gato había regresado a su hogar respectivo! Los grandes, los pequeños, los negros, los grises, los rayados, los amarillos y los blancos; no faltaba ninguno. Todos aparecieron gordos y lustrosos, emitiendo sonoros ronroneos de satisfacción. Los ciudadanos hablaban maravillados del caso. El viejo Kranon insistió una vez más en que había sido el pueblo atezado quien se los había llevado, puesto que los gatos jamás regresaban vivos de la choza del viejo matrimonio. Pero todos coincidieron en una cosa: que la negativa de los gatos a probar sus respectivas raciones de comida y su plato de leche era sumamente singular. Y durante dos días enteros, los lustrosos y perezosos gatos de Ulthar no tocaron alimento alguno, y se limitaron a dormitar junto al fuego o al sol. Una semana transcurrió, hasta que los lugareños observaron que no había luz, por la noche, en las ventanas de la choza oculta bajo los árboles. Luego, el flaco Nith comentó que nadie había visto al viejo ni a la vieja desde la noche en que desaparecieron los gatos. Una semana después, el burgomaestre decidió vencer su temor y visitar la vivienda extrañamente silenciosa; como era su deber, aunque tuvo el cuidado de hacerse acompañar por Shang el herrero y Thul el cantero como testigos. Y cuando echaron abajo la frágil puerta no encontraron otra cosa que dos esqueletos humanos limpios y mondos en el suelo de tierra, y un montón de cucarachas que corrían por los rincones oscuros.Mucho se habló después entre los habitantes de Ulthar. Zath, el alguacil, discutió largamente con Nith, el flaco notario; y Kranon y Shang y Thul fueron abrumados a preguntas. En cuanto al pequeño Atal, el hijo del posadero, fue interrogado a fondo, y se le dio un caramelo en recompensa. Hablaron del viejo campesino y su mujer, de la caravana de atezados vagabundos, del pequeño Menes, de su gatito negro, de la plegaria de Menes y el cambio del cielo, de la acción de los gatos la noche en que se fue la caravana, así como de lo que encontraron mas tarde en la choza que hay bajo los árboles sombríos del patio repugnante.Al final, los diputados aprobaron esa famosa ley de que hablan los mercaderes en Hatheg, y que discuten los viajeros de Nir; a saber: que en Ulthar, nadie puede matar un solo gato.


Aesma Daeva - Here Lies One Whose Name Was Written In Water



Symphonic/Metal Opera
USA
Aesma Daeva - Here Lies One Whose Name Was Written In Water (1999)



1.O Death (Rock Me Asleep)
2.Downvain
3.Stay
4.Disdain
5.Introit I
6.When I Have Fears I Cease To Be
7.Luceat Eis
8.Introit II
9.Communion
10.Sanctus
11.Darkness
12.Darkness (Stromkern)





Aesma Daeva - Darkness
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Aesma Daeva - Introit II
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AESMA DAEVA
Lori Lewis : Vocals
John Prassas : Guitars
Chris Quinn : Bass, Cello
Tim Klatt : Drums



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