El sueño…
el sueño es el hermano de la muerte.
Así que túmbate bajo este esqueleto en la frialdad de la tumba.
Permite que el abrazo de sus muertos brazos
te mantenga totalmente a salvo y dormido.
Enterrado en un sueño…
silenciosamente….
Para siempre bajo tierra




El juicio de la historia (Texaco-Chevron)





Juicio contra Texaco-Chevron
El juicio de la historia


La transnacional petrolera Texaco-Chevron provocó daños irreparables en la Amazonía ecuatoriana. En un histórico fallo, la justicia ecuatoriana la ha condenado a pagar a los afectados más de 8.000 millones de dólares por contaminación y compensación. Las comunidades y los pueblos celebran esa decisión judicial, aunque consideran que la compensación por los daños es insuficiente. Esto ocurre a pesar de los poderosos lobbies internacionales de Chevron, que intentaron deslegitimar al país y al gobierno, y que sistemáticamente pidieron al Congreso y al Senado estadounidenses excluir al Ecuador del sistema de preferencias arancelarias, como una retaliación.

Es importante indicar que hay daños cuantificables y otros que no lo son. En economía hay distintos lenguajes para denominar a los daños ambientales: externalidades: “fallos de mercado”, "deseconomías", pasivos, etc.

Las externalidades son los efectos negativos –también pueden ser positivos- provocados por las actividades de producción o consumo, no incorporados en los precios de mercado. Por ejemplo, la contaminación de mercurio por la actividad minera (externalidad negativa), un paisaje bonito (externalidad positiva).

La ‘internalización’ de las externalidades consiste en asignar un precio de mercado a los daños o beneficios ambientales. Esto supone que se pueden valorar de forma monetaria los daños o beneficios ambientales. Esto es parcialmente cierto. El juicio contra la Texaco Chevron nos demuestra que es posible cuantificar parte de los daños, y que además se los puede judicializar, pese a las presiones de las empresas transnacionales.

Pero otros daños ambientales no son cuantificables. La desaparición de biodiversidad no se puede contar en dinero (no hay reconstrucción ni reparación posibles). No se pueden recuperar las ranas y otros anfibios del Yasuní que se pierdan para siempre. Hay valores que no tienen precio. Uno de los iniciadores de la Economía Ecológica, William Kapp, afirma que los daños ambientales no sólo son el resultado de fallas de mercado, sino que estos impactos provocan un traslado “exitoso” de costos hacia quienes tienen menos poder de mercado. Este es el caso, por ejemplo, del tratamiento de los desechos o residuos tóxicos y radioactivos que los países ricos tratan de depositar en países con menores estándares ambientales.*

¿Quién y dónde se colocan los precio de las externalidades? Los juicios contra la Shell en Nigeria y Chevron Texaco en Ecuador son ejemplos de que los pueblos buscan resarcir sus daños históricos.

A inicios de la década pasada, ya se planteó no replicar los costos ambientales y sociales de la extracción petrolera en la Amazonía Norte del Ecuador. Los costos sociales y ambientales de extraer el petróleo son enormes, en términos monetarios (sísmica, transporte, etc.). Esto sin contar con los pueblos indígenas desaparecidos o la pérdida de biodiversidad.

¿Existen tecnologías limpias para evitar los daños ambientales? Claro que sí, existen mejores tecnologías para la extracción. Pero no existen tecnologías proteicas que evitarían cualquier daño social y ambiental, en particular en zonas ricas en biodiversidad y sensibles en términos ecosistémicos. Por ello, es mejor aplicar el principio de precaución: ante el desconocimiento de los riesgos, es mejor no emprender proyectos que podrían generar una enorme destrucción. En este contexto, la iniciativa Yasuní- ITT cobra nuevas fuerzas y resulta más relevante. Al dejar el petróleo en tierra, el Ecuador renuncia a un ingreso económico grande, pero, a cambio, proporciona bienes para toda la humanidad. Esta es la esencia de la corresponsabilidad internacional. Como Galápagos desde Charles Darwin, el Yasuní es la historia viva del Planeta. La defensa de la Amazonía, de sus culturas, pueblos y biodiversidad, adquiere ahora un significado y una acción integral.

Fander Falconí

Notas:

* Basta recordar el ignominioso memorando de Lawrence Summers, en el cual recomienda colocar los residuos tóxicos en los países que tienen menor ingreso por habitante, ya que éstos tienen una menor expectativa de vida.

Fander Falconí es Ex Ministro de Relaciones Exteriores, Comercio e Integración del Ecuador. Doctor en Economía Ecológica. Coordinador del doctorado de economía del desarrollo de FLACSO- Sede Ecuador.


fuente


ACTUALIZACION: 11/03/11

EE UU bloqueó pago de Chevron a Ecuador por daños a la amazonía

AVN


La justicia estadounidense bloqueó este lunes el pago de Chevron Corp a Ecuador para indemnizar los daños ambientales de la transnacional petrolera en la región amazónica del país latinoamericano, indicó una nota divulgada por la página en internet del canal Telesur.

Los daños a la Amazonía ecuatoriana fueron desestimados por el juez Lewis Kaplan que ordenó la anulación de la sentencia. El monto estaba fijado en ocho mil 200 millones de dólares para la reparación del ecosistema de la zona.

En su fallo, Kaplan manifestó que Chevron presentó “evidencia sólida” de que el juicio en Ecuador había sido manchado por “fraude y corrupción”.

También dijo que Chevron enfrentaría "daños irreparables" si se le permitía a los demandantes continuar con su estrategia.

"En ausencia de una orden preliminar de cesación, Chevron se vería forzada a defenderse y litigar el cumplimiento del fallo ecuatoriano en múltiples casos", indicó el juez Kaplan.

El pasado 14 de febrero, la Corte Provincial de Sucumbíos de Ecuador condenó a la petrolera extranjera por la contaminación irreversible de al menos 500 mil hectáreas de selva y la instó a cancelar un monto de ocho mil 200 millones de dólares para la reparación del ecosistema de la zona.

Además de la sentencia, la petrolera debería pagar también un recargo del 10 por ciento establecido en una Ley de Gestión Ambiental, lo que suma un total de sólo 9 mil 500 millones de dólares.

El veredicto, que fue precedido por un juicio de más de 17 años, no se ajustaba a las peticiones que se hacían, que reclamaban una indemnización de 113 mil millones de dólares.

Los demandantes acusaron a Texaco, comprada por Chevron en 2001, de arrojar al menos 68 mil millones de desechos tóxicos en la zona.

La condena había sido apelada por la petrolera, que la consideró “ilegítima, inaplicable y demasiado costosa”; a pesar de haber reconocido todos los daños causados al ambiente y a la ecología de la selva ecuatoriana.

Los daños por los que esta empresa fue inculpada el 14 de febrero, causados específicamente en el norte de la selva amazónica, supusieron la contaminación del hábitat, destrucción de suelos, perjuicios a especies de flora en extinción y afección a miles de personas que en las décadas de los 70 y 80, se enfermaron debido al uso de material de extracción inadecuado por parte de la empresa.

(pero qué hdp que son!!!)

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