El sueño…
el sueño es el hermano de la muerte.
Así que túmbate bajo este esqueleto en la frialdad de la tumba.
Permite que el abrazo de sus muertos brazos
te mantenga totalmente a salvo y dormido.
Enterrado en un sueño…
silenciosamente….
Para siempre bajo tierra




Avantasia - The Flying Opera: Around The World In Twenty Days


Symphonic Power Metal
Alemania

Avantasia - The Flying Opera: Around The World In Twenty Days (2011)



CD I
01. Twisted Mind
02. The Scarecrow
03. Another Angel Down
04. Prelude
05. Reach Out For The Light
06. Inside
07. No Return
08. The Story Ain’t Over
09. Shelter From The Rain
10. Lost In Space

CD II
01. I Don’t Believe In Your Love
02. Avantasia
03. Serpents In Paradise
04. Promised Land
05. The Toy Master
06. Farewell
07. Sign Of The Cross – The Seven Angels (Medley)





Avantasia - Lost In Space
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Avantasia - Another Angel Down
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AVANTASIA
Tobias Sammet (voz y bajo)
Sascha Paeth (guitarras)
Eric Singer (batería)



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La genealogía de la moral - Friedrich Nietzsche


La genealogía de la moral
Friedrich Nietzsche





Escrita en 1887, un año antes del advenimiento de la locura, ésta es con seguridad la obra más “sombría y cruel” de Nietzsche. En ella Nietzsche se atreve a llevar sus planteamientos hasta las últimas consecuencias y no retrocede ante la verdad, por muy “áspera, fría y desagradable” que sea. Su primer tratado se ocupa de la contraposición entre los conceptos de 'bueno' y 'malo', así como de la posterior transformación de su significado por obra de la interpretación judeo-cristiana. El segundo tratado analiza la mala conciencia, cuya causa en épocas primitivas era la culpa entendida no en el sentido de responsabilidad moral, sino como equivalente a deuda material. La última parte, que anuncia el nuevo ideal de superhombre, analiza el significado del ascetismo.








Prólogo
Nosotros los que conocemos somos desconocidos para nosotros, nosotros mismos somos desconocidos para nosotros mismos: esto tiene un buen fundamento. No nos hemos buscado nunca, –– ¿cómo iba a suceder que un día nos encontrásemos? Con razón se ha dicho: «Donde está vuestro tesoro, allí está vuestro corazón»; nuestro tesoro está allí donde se asientan las colmenas de nuestro conocimiento. Estamos siempre en camino hacia ellas cual animales alados de nacimiento y recolectores de miel del espíritu, nos preocupamos de corazón propiamente de una sola cosa ––de «llevar a casa» algo. En lo que se refiere, por lo demás, a la vida, a las denominadas «vivencias», –– ¿quién de nosotros tiene siquiera suficiente seriedad para ellas? ¿O suficiente tiempo? Me temo que en tales asuntos jamás hemos prestado bien atención «al asunto»: ocurre precisamente que no tenemos allí nuestro corazón ––¡y ni siquiera nuestro oído! Antes bien, así como un hombre divinamente distraído y absorto a quien el reloj acaba de atronarle fuertemente los oídos con sus doce campanadas del mediodía, se desvela de golpe y se pregunta «¿qué es lo que en realidad ha sonado ahí?», así también nosotros nos frotamos a veces las orejas después de ocurridas las cosas y preguntamos, sorprendidos del todo, perplejos del todo, «¿qué es lo que en realidad hemos vivido ahí?», más aún, «¿quiénes somos nosotros en realidad?» y nos ponemos a contar con retraso, como hemos dicho, las doce vibrantes campanadas de nuestra vivencia, de nuestra vida, de nuestro ser ––¡ay!, y nos equivocamos en la cuenta... Necesariamente permanecemos extraños a nosotros mismos, no nos entendemos, tenemos que confundirnos con otros, en nosotros se cumple por siempre la frase que dice «cada uno es para sí mismo el más lejano», en lo que a nosotros se refiere no somos «los que conocemos»...




Mediæval Bæbes - Illumination



Classic/Traditional/Gothic/Folk/Epic
England

Mediæval Bæbes - Illumination (2009)




1.Desert Rose
2.Suscipe Flos Florem
3.The Blacksmiths
4.To the One
5.Miracle
6.I Sing Of A Maiden
7.The Undivided
8.Ecce Chorus Virginum
9.Mad Song
10.My Lady Sleeps
11.Yonder Lea
12.Till A' The Seas Gang Dry
13.Sunrise
14.La Belle Dame Sans Merci
15.Swete Jhesu, King of Blisse (Limited Edition Bonus Track)
16.Myrie Songen (Limited Edition Bonus Track)






Mediaeval Baebes - The Undivided
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Mediaeval Baebes - Myrie Songen
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MEDIAEVAL BAEBES
Katharine Blake
Emily Ovenden
Sarah Kayte Foster
Melpomeni Kermanidou
Esther Dee
Bev Lee Harling




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Eduardo Galeano: “Vale la pena recuperar la memoria de los perdedores”





Eduardo Galeano: “Vale la pena recuperar la memoria de los perdedores”

El escritor uruguayo recibió este martes el Doctorado Honoris Causa en la UNCuyo, reconocimiento que dedicó a los que luchan por el agua limpia.


Por Miguel García Urbani

El lado humano de la historia de América Latina fue dibujándose en acentos suaves, como dichos desde un café de Montevideo, sopesando sin apuro información y literatura.

Para los perdedores y olvidados, los que hablan desde el silencio virtuoso de la muerte, los que luchan por el agua limpia y los que perdieron otras luchas sin desviar la mirada del objetivo, para ellos Eduardo Galeano habló este martes en ocasión de recibir la máxima distinción que puede ofrecer una universidad.

Por Causa de Honor Eduardo Galeano recibió un doctorado de la Universidad Nacional de Cuyo, y nosotros, las centenas de personas que nos encontrábamos en el Aula Maga donde se realizó el acto protocolar, recibimos un compendio de su sabiduría y de sus formas estéticas.

Dedicó Galeano el Doctorado Honoris Causa que le entregó el rector de la UNCuyo, Arturo Somoza, en el Día Mundial del Agua, a los militantes del agua, “que en Mendoza y en otras tantas comarcas del mundo dedican sus mayores energías a luchar contra las empresas que la envenenan, convirtiéndola en una mercancía, cuando el agua es un derecho de todos”.

La dedicatoria despertó el aplauso de todo el auditorio y los vítores de los militantes que se habían ubicado en distintos lugares del foro con sus consignas ambientalistas.

El prócer más audaz y más querible
Luego el uruguayo se tornó reconcentrado y valiéndose de unos apuntes apenas señalados, fue dejando rodar frases de distinta textura entre los oídos del auditorio que trataba de hacer durar sus palabras. Todos sabíamos que serían breves y exactas.

Galeano dedicó 23 minutos de charla a recordar a algunos “grandes perdedores” de la historia americana. “Resulta muy porfiada la memoria de algunos perdedores. Hoy, cuando tantos se empeñan en hablar, hay muertos que dicen callando”.

A poco andar en la charla nos presentó al que definió como el prócer latinoamericano más audaz y más querible, Simón Rodríguez, “el loco” Rodríguez (Caracas, 28 de octubre de 1769 –Amotape, Perú, 28 de febrero de 1854).

Don Simón Rodríguez, llevó adelante “sus locuras” en las escuelas que fundó en Chuquisaca, en las que en el mil ochocientos y tanto sostenía, según enumeró profundamente Eduardo Galeano: se ha de educar a todo el mundo sin distinción de razas ni colores. No nos alucinemos, sin educación popular no habrá verdadera sociedad. Instruir no es educar, enseñen y tendrán quién sepa; eduquen y tendrán quien haga. Mandar recitar de memoria lo que no se entiende es hacer papagayos…”. Naturalmente, el Loco Rodríguez fue condenado al silencio y al olvido.


La memoria del Loco
Aún a lomo de mula, fundado escuelas en toda la América, sostenía que en las escuelas “deben estudiar juntos los niños y las niñas, para que los hombres aprendan a respetar a las mujeres y para que las mujeres aprendan a no temer a los hombres”.

El loco Rodríguez, aquel visionario, quien murió casi en el olvido y la pobreza, solía decir: “Al que no sabe, cualquiera lo engaña, al que no tiene, cualquiera lo compra”.

Eduardo Galeano se refirió con ternura y admiración a este prócer casi secreto, aquel que después de una vida de esfuerzos por educar, escribió. “Quise hacer de la tierra un paraíso para todos, y la convertí en un infierno para mi”.

El autor de Los Espejos además hizo un repaso por otros derrotados célebres de la historia americana, “cuyo ejemplo puede guiar a la libertad plena que buscamos”. Artigas, Moreno, Castelli, los libertarios haitianos y el destruido Paraguay.

La primera libertad
“La gente cree que Estados Unidos fue la primera nación libre de América, se equivocan, el primer pueblo de veras independiente de las cadenas coloniales y de las cadenas de la esclavitud fue Haití. Una patria condenada a más de dos siglos de desprecio; la hazañas de los negros esclavos fueron castigadas por Francia con soledad y miseria”

En su discurso el uruguayo Eduardo Galeano -mañana ofrecerá una charla abierta con lectura de textos a las 19.30 en la Nave Cultural de Capital- recordó el aniquilamiento del Paraguay en nombre del la “libertad de comercio”. Y mencionó algunos detalles que pueblan el largo prontuario de crímenes cometidos en América Latina en nombre de esa especie de libertad.

“La libertad humana poco tiene que ver con la libertad del dinero, que en la mayoría de los casos enjaula a la gente”.

Se emocionó al final cuando repasó con palabra suave el catálogo de traiciones y derrotas que sufrió el oriental José Gervasio Artigas, General de los sencillos, cercado por tres puertos, Montevideo, Buenos Aires y Río de Janeiro. “Artigas, abatido y derrotado, sigue estando porfiadamente vivo”, dijo con la su grave voz que se fue mezclando con los aplausos de despedida.


fuente

Punto Omega - Nostalgias Del Origen



EBM
Argentina

Punto Omega - Nostalgias Del Origen (2006)




Parte I: El Destierro
01. Nostalgias Del Origen
02. El Destierro
03. El Ojo
04. Ajenidad
05. La Vida Es Solo Teatro

Parte II: El Regreso
06. Carpe Diem
07. Fragmentos Del Alma
08. Falsos Suenos
09. Alma Gemela
10. El Regreso





Punto Omega - Fragmentos Del Alma
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Punto Omega - El Ojo
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PUNTO OMEGA
Pilgrim - music, vocals & concepts
Viator - lyrics, concepts




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Reseña



El disco está dividido en dos partes, ‘El destierro’ y ‘El regreso’, ambos con cinco temas. El primer corte del disco, ‘Nostalgias del Origen’ es una introducción, a base de gaitas, y samplers del mar, recogiendo un sentimiento más nostálgico que el que abría ‘Punto Omega’. ‘El Destierro’ se inicia con un excelente trabjo de guitarras para desembocar en un tema de electrodark potente. La complejidad del tema es asombrosa; renuncian a crear un corte predecible para contruir una melodía oscura, rodeada de sintetizadores, duras bases, redobles marciales, y una largo sampler recitado. Está claro que el estilo en que se quieren definir o mover es la electrónica oscura, pero se pueden oir influencias que van desde Metallica pasando por el doom hasta Heroes del Silencio. De hecho, los temas cortados más rigurosamente por los patrones del electrodark, como lo son ‘Ajenidad’ o ‘La vida es sólo teatro’ son los menos interesantes. Ahora sí, incluso los temas menos interesantes de Punto Omega superan con creces las expectativas del electrodark actual. La sutileza de los arreglos, las lineas de sintetizadores y sus acercamientos épicos y apocalípticos a la música hacen de sus temas claros exponentes de una producción esmerada y sobresaliente.

‘El regreso’ empieza con el tema ‘Carpe Diem’, un corte lleno de futilidad y desazón. Le sigue ‘Fragmentos del Alma’, uno de los cortes más llenos de tristeza e ira, con unas bases que marcan el medio tiempo y con el espíritu más rockero. Quizá esta segunda parte del disco sea más densa, más siniestra, más llena de tristeza. ‘Falsos sueños’ introduce la voz invitada de Elena Fossi de Kirlian Camera, recogiendo tambien el medio tiempo, pero subrayado por un segundo bombo de carcter ebm. Duros riffs de guitarra subrayan el estribillo de unas letras excelentes:
“Promesas hechas al viento
hace mucho tiempo ya
regresan hoy a mi Alma
destilando eternidad.

¿Cómo volver del destierro
recobrando lo perdido?
¿Cómo volver a confiar
y despertar del olvido?”

Fuente

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No es que muera de amor, muero de ti....- Jaime Sabines



No es que muera de amor, muero de ti....


No es que muera de amor, muero de ti.
Muero de ti, amor, de amor de ti,
de urgencia mía de mi piel de ti,
de mi alma, de ti y de mi boca
y del insoportable que yo soy sin ti.

Muero de ti y de mi, muero de ambos,
de nosotros, de ese,
desgarrado, partido,
me muero, te muero, lo morimos.

Morimos en mi cuarto en que estoy solo,
en mi cama en que faltas,
en la calle donde mi brazo va vacío,
en el cine y los parques, los tranvías,
los lugares donde mi hombro
acostumbra tu cabeza
y mi mano tu mano
y todo yo te sé como yo mismo.

Morimos en el sitio que le he prestado al aire
para que estés fuera de mí,
y en el lugar en que el aire se acaba
cuando te echo mi piel encima
y nos conocemos en nosotros,
separados del mundo, dichosa, penetrada,
y cierto , interminable.

Morimos, lo sabemos, lo ignoran, nos morimos
entre los dos, ahora, separados,
del uno al otro, diariamente,
cayéndonos en múltiples estatuas,
en gestos que no vemos,
en nuestras manos que nos necesitan.

Nos morimos, amor, muero en tu vientre
que no muerdo ni beso,
en tus muslos dulcísimos y vivos,
en tu carne sin fin, muero de máscaras,
de triángulos oscuros e incesantes.
Muero de mi cuerpo y de tu cuerpo,
de nuestra muerte ,amor, muero, morimos.
En el pozo de amor a todas horas,
inconsolable, a gritos,
dentro de mi, quiero decir, te llamo,
te llaman los que nacen, los que vienen
de atrás, de ti, los que a ti llegan.
Nos morimos, amor, y nada hacemos
sino morirnos más, hora tras hora,
y escribirnos y hablarnos y morirnos.


Jaime Sabines


Gregorian - The Best Of Gregorian 1990-2010


New wave/Classic/Alternative
Alemania

Gregorian - The Best Of Gregorian 1990-2010 (2011)





01. So Sad
02. Nothing Else Matters
03. Moment Of Peace
04. Voyage Voyage
05. Hymn
06. Join Me (Schill Out Version)
07. The Raven
08. Angels
09. The Forest
10. 10 Fix You
11. One
12. Happy Xmas (War Is Over)
13. Sadeness Pt. 1
14. Forever Young
15. Missing
16. Let Down
17. Sinners & Saints
18. Crazy Crazy Nights





Gregorian - Voyage, Voyage
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Gregorian - The Moment of Peace
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GREGORIAN
Frank Peterson
* Richard Naxton * Johnny Clucas * Dan Hoadley * Chris Tickner * Richard Collier * Gerry O'Beirne * Lawrence White * Rob Fardell * David Tilley * Edward Hands * Gunther Laudahn * Jan-Eric Kohrs



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El Abrazo Frio - Mary E. Braddon






El Abrazo Frio
(Fragmento)

Luego de dejar Colonia, ahora viajando a pie por necesidad (ya que su dinero comenzaba a escasear), se unió a unos vendedores ambulantes, de manera que podía estar todo el día con gente, y hablar con quien quiera que se encontraba, tratando de llegar a la noche y estar en compañía de alguien.
A la noche dormía cerca del fuego de la cocina de la posada en la que paraba; pero cualquier cosa que hiciera, él se quedaba solo con frecuencia, y siendo cosa común para él, volvía a sentir el frío abrazo alrededor de su cuello.
Muchos meses pasaron desde la muerte de su prima, otoño, invierno, hasta que llegó la primavera. Su dinero casi se había agotado, su salud estaba severamente dañada, y él era la sombra de quien solía ser. Se encontraba cerca de París. Había acudido a esta ciudad durante la época del Carnaval. En París, la época del Carnaval le significaba que no se volvería a quedar solo, y no volvería a sentir esa mortal caricia, hasta que podría recobrar su alegría perdida, su estado de salud, y una vez más reiniciar su oficio y profesión, para una vez más ganar dinero y fama por su arte.

¡Cuánto que intentó salvar la distancia que lo separaba de París, mientras día a día se debilitaba más y más, y su caminar se hacía más lento cada vez!
Pero al final, luego de mucho tiempo, logró alcanzar la ciudad. Esta es París, en la que él ingresa por primera vez, París, la que había soñado tanto, París cuyo millón de voces podía exorcisar su fantasma.
París le pareció esa noche un vasto caos de luces, música y confusión. Luces que danzaban ante sus ojos y que jamás se quedaban quietas, música que sonaba en su oído y lo ensordecían, confusión que hacía que su cabeza se vea presa de un inacabable remolino.
Llegó a la Casa de la Opera, donde se daba el baile de máscaras. Había ahorrado un dinero para comprar un boleto de admisión, y para alquilar un disfraz de dominó para cubrir su zaparrastrosa indumentaria. Parecía que había pasado solo un momento desde que había pasado las puertas de la ciudad y ahora se encontraba en medio de un salvaje aboroto en el baile de la Casa de la Opera.
No más oscuridad, no más soledad, sino que una multitud enloquecida, gritando y bailando frenéticamente, del brazo de una chica.
La tempestuosa alegría que sentía seguramente haría que regrese su vieja despreocupación. Él pudo escuchar a la gente a su alrededor hablando de la salvaje conducta de algunos estudiantes borrachos, y fue a él a quien señalaron mientras decían esto, a él, que no se había mojado los labios desde la noche anterior; a pesar que sus labios estaban deshidratados y su garganta seca, él no podía beber. Su voz era densa y ronca, y su articulación poco clara; pero su vieja despreocupación volvió, y él se hizo poco problema.

La chica se cansó, su brazo permaneció en su hombro, mientras las otras bailarinas se fueron yendo, una por una.
Las luces de los candelabros, fueron extinguiéndose una por una.
Los decorados comenzaron a oscurecerse ante la disminución de la iluminación.
Una débil luz de las últimas lámparas, y un pálido haz de luz grisácea proveniente del nuevo día, comenzó a avanzar por entre las persianas medio abiertas.
Y por esta luz la chica se fue desvaneciendo. Él miró en su rostro.
¡Cómo iba sucumbiendo el brillo de sus ojos!
De nuevo volvió a mirar en su rostro.
¡Qué pálido se había puesto su rostro! Y una vez más volvió a mirar, y ahora observaba la sombra del que fue un rostro.
De nuevo, el brillo de los ojos, el rostro, la sombra del rostro. Todo se había ido.
Y él volvió a quedarse solo; solo en un salón tan vasto.
Solo, y, en un terrible silencio, escuchó los ecos de sus propios pasos en una tétrica danza que no tenía música.
Sin ninguna otra música más que el golpeteo del corazón contra su propio pecho. Los brazos helados volvían a rodearle el cuello, a arremolinarse en torno suyo, ellos no iban a soltarse, tampoco a fundirse; él ya no podía escapar de aquel álgido abrazo más de lo que podía escapar de la muerte. Miró detrás suyo, no había nada más que él mismo en un gran salón vacío; pero podía sentirlo, el frío mortecino, y aquellos largos y delgados dedos, y el anillo que había sido de su madre.
Trató de gritar, pero ya no tenía más poder en su garganta reseca. El silencio del lugar únicamente fue roto por los ecos de sus propios pasos en aquella danza de la que no podía liberarse a sí mismo. ¿Quién podía decir que no tenía pareja de baile? Los gélidos brazos que estaban prendidos a su pecho. Y él no rehuiría de tal caricia. ¡No! Una polka más y caería muerto.
Las luces se apagaron del todo, y media hora después, los gendarmes llegaron con una linterna para ver si el salón había quedado vacío; un perro los seguía, un gran perro que habían encontrado sentado frente a la entrada del teatro. Cerca de la entrada principal tropezaron con...
El cadáver de un estudiante, que había muerto de inanición, y por la rotura de los vasos sanguíneos.


Mary Elizabeth Braddon (Inglaterra, 1837 – 1915)


Blackmore's Night - Beyond The Sunset


Folk Rock, Progressive Rock
Reino Unido
Blackmore's Night - Beyond The Sunset (Romantic Collection) (2004)



01 - Once In A Million Years (Previously Unreleased)
02 - Be Mine Tonight
03 - Wish You Were Here
04 - Waiting Just For You
05 - Durch Den Wald Zum Bach Haus
06 - Ghost Of A Rose (Previously Unreleased)
07 - Spirit Of The Sea
08 - I Still Remember
09 - Castles And Dreams
10 - Beyond The Sunset
11 - Again Someday
12 - Diamonds And Rust
13 - Now And Then
14 - All Because Of You (Remix)





Blackmore's Night - Wish you were here
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Blackmore's Night - Beyond The Sunset
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BLACKMORE'S NIGHT
Candice Night - voz
Ritchie Blackmore - guitarra
Sir Robert of Normandie- bajo
Bard David of Larchmont - teclados
Tudor Rose - violín, flauta
Squire Malcolm of Lumley - percusión
Sisters of the Moon: Lady Madeline y Lady Nancy - coros



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La Sala de Psicopatología - Alejandra Pizarnik





La Sala de Psicopatología

Alejandra Pizarnik

Para todos aquéllos que cotidianamente se encuentran con la vida de otras personas en sus quehaceres profesionales de toda índole les están dedicadas estas palabras, estas frases, estos trozos de piel y carne, estos dolores que son simplemente los del existir y que a menudo se olvidan o no se tienen en cuenta por la premura del "furor sanandi". Para todos aquéllos, entre los que me incluyo, estas palabras que siguen serán un recordatorio de nuestros escasos recursos y del debido respeto que debemos para con la existencia de nuestros semejantes. Un respeto que no se funda en un hueco legal sino que lo hace en lo más denso de una existencia, en ese lugar al cual no accedemos a llegar sino es con la anuencia de nuestro interlocutor.[S.R.]


Después de años en Europa Quiero decir París, Saint- Tropez, Cap St. Pierre, Provence, Florencia, Siena, Roma, Capri, Ischia, San Sebastián, Santíllana del Mar, Marbella, Segovia, Ávila, Santiago, y tanto y tanto por no hablar de New York y del West Víllage con rastros de muchachas estranguladas - quiero que me estrangule un negro - dijo - lo que querés es que te viole - dije (¡oh Sigmund! con vos se acabaron los hombres del mercado matrimonial que frecuenté en las mejores playas de Europa) y como soy tan inteligente que ya no sirvo para nada, y como he soñado tanto que ya no soy de este mundo, aquí estoy, entre las inocentes almas de la sala 18, persuadiéndome día a día de que la sala, las almas puras y yo tenemos sentido, tenemos destino, - una señora originaria del más oscuro barrio de un pueblo que no figura en el mapa dice:
- El dotor me dijo que tengo problemas. Yo no sé. Yo tengo algo aquí (se toca las tetas) y unas ganas de llorar que mama mía.
Nietzsche: «Esta noche tendré una madre o dejaré de ser.»
Strindberg: «El sol, madre, el sol.»
P. Éluard: «Hay que pegar a la madre mientras es joven.»
Sí, señora, la madre es un animal carnívoro que ama la vegetación lujuriosa. A la hora que la parió abre las piernas, ignorante del sentido de su posición destinada a dar a luz, a tierra, a fuego, a aire, pero luego una quiere volver a entrar en esa maldita concha,
después de haber intentado nacerse sola sacando mi cabeza por mi útero (y como no pude, busco morir y entrar en la pestilente guarida de la oculta ocultadora cuya función es ocultar)
hablo de la concha y hablo de la muerte,
todo es concha, yo he lamido conchas en varios países y sólo sentí orgullo por mi virtuosismo - la mahtma gandhi del lengüeteo, la Einstein de la mineta, la Reich del lengüetazo, la Reik del abrirse camino entre pelos como de rabinos desaseados - ¡oh el goce de la roña!
Ustedes, los mediquitos de la 18 son tiernos y hasta besan al leproso, pero
¿se casarían con el leproso?
Un instante de inmersión en lo bajo y en lo oscuro,
sí, de eso son capaces,
pero luego viene la vocecita que acompaña a los jovencitos como ustedes:
- ¿Podrías hacer un chiste con todo esto, no?
Y
sí,
aquí en el Pirovano
hay almas que NO SABEN
por qué recibieron la visita de las desgracias.
Pretenden explicaciones lógicas los pobres pobrecitos, quieren que la sala - verdadera pocilga- esté muy limpia, porque la roña les da terror, y el desorden, y la soledad de los días vacíos habitados por anti­guos fantasmas emigrantes de las maravillosas e ilícitas pasiones de la infancia.
Oh, he besado tantas pijas para encontrarme de repente en una sala llena de carne de prisión donde las mujeres vienen y van hablando de la mejoría.
Pero
¿qué cosa curar?
Y ¿por dónde empezar a curar?
Es verdad que la psicoterapia en su forma exclusivamente verbal es casi tan bella como el suicidio.
Se habla.
Se amuebla el escenario vacío del silencio.
0, si hay silencio, éste se vuelve mensaje.
- ¿Por qué está callada? ¿En qué piensa?
No pienso, al menos no ejecuto lo que llaman pensar. Asisto al ina­gotable fluir del murmullo. A veces - casi siempre- estoy húmeda. Soy una perra, a pesar de Hegel. Quisiera un tipo con una pija así y cogerme a mí y dármela hasta que acabe viendo curanderos (que sin duda me la chuparán) a fin de que me exorcisen y me procuren una buena frigidez.
Húmeda
Concha de corazón de criatura humana,
corazón que es un pequeño bebé inconsolable,
«Como un niño de pecho he acallado mi alma» (Salmo)
Ignoro qué hago en la sala 18 salvo honrarla con mi presencia prestigiosa (si me quisieran un poquito me ayudarían a anularla)
oh no es que quiera coquetear con la muerte
yo quiero solamente poner fin a esta agonía que se vuelve ridícula a fuerza de prolongarse,
(Ridículamente te han adornado para este mundo - dice una voz apiadada de mí)
Y
Que te encuentres con vos misma - dijo.
Y yo le dije:
Para reunirme con el migo de conmigo y ser una sola y misma entidad con él tengo que matar al migo para que así se muera el con y, de este modo, anulados los contrarios, la dialéctica supliciante finaliza en la fusión de los contrarios.
El suicidio determina
un cuchillo sin hoja
al que le falta el mango.

Entonces:
adiós sujeto y objeto,
todo se unifica como en otros tiempos, en el jardín de los cuentos
para niños lleno de arroyuelos de frescas aguas prenatales,
ese jardín es el centro del mundo, es el lugar de la cita, es el espacio
vuelto tiempo y el tiempo vuelto lugar, es el alto momento de la fusión
y del encuentro,
fuera del espacio profano en donde el Bien es sinónimo de evolución de sociedades de consumo,
y lejos de los enmierdantes simulacros de medir el tiempo mediante relojes, calendarios y demás objetos hostiles,
lejos de las ciudades en las que se compra y se vende (oh, en ese jardín para la niña que fui, la pálida alucinada en los suburbios malsanos por los que erraba del brazo de las sombras: niña, mi querida niña que no has tenido madre (ni padre, es obvio).
De modo que arrastré mi culo hasta la sala 18,
en la que finjo creer que mi enfermedad de lejanía, de separación
de absoluta NO- ALIANZA con Ellos
- Ellos son todos y yo soy yo-
finjo, pues, que logro mejorar, finjo creer a estos muchachos de
buena voluntad (¡oh, los buenos sentimientos!) me podrán ayudar,
pero a veces - a menudo- los recontraputeo desde mis sombras ínteriores que estos mediquillitos jamás sabrán conocer (la profundidad, cuanto más profunda, más indecible) y los puteo porque evoco a mi amado viejo, el Dr. Pichon R., tan hijo de puta como nunca lo será ninguno de los mediquitos (tan buenos, hélas!) de esta sala,
pero mi viejo se me muere y éstos hablan y, lo peor, éstos tienen cuerpos nuevos, sanos (maldita palabra) en tanto mi viejo agoniza en la miseria por no haber sabido ser un mierda práctico, por haber afron­tado el terrible misterio que es la destrucción de un alma, por haber hurgado en lo oculto como un pírata no poco funesto pues las mone­das de oro del inconsciente llevaban carne de ahorcado, y en un recin­to lleno de espejos rotos y sal volcada-­
viejo remaldito, especie de aborto pestífero de fantasmas sifilíticos,
cómo te adoro en tu tortuosidad solamente parecida a la mía,
y cabe decir que siempre desconfié de tu genio (no sos genial; sos un saqueador y un plagiario) y a la vez te confié,
oh, es a vos que mi tesoro fue confiado,
te quiero tanto que mataría a todos estos médicos adolescentes para darte a beber de su sangre y que vos vivas un minuto, un siglo más,
(vos, yo, a quienes la vida no nos merece)

Sala 18
cuando pienso en laborterapia me arrancaría los ojos en una casa en ruinas y me los comería pensando en mis años de escritura continua,
15 o 20 horas escribiendo sin cesar, aguzada por el demonio de las analogías, tratando de configurar mi atroz materia verbal errante,
porque - oh viejo hermoso Sigmund Freud- la ciencia psicoanalíti­ca se olvidó la llave en algún lado:
abrir se abre
pero ¿cómo cerrar la herida?

El alma sufre sin tregua, sin piedad, y los malos médicos no resta­ñan la herida que supura.
El hombre está herido por una desgarradura que tal vez, o segura­mente, le ha causado la vida que nos dan.
«Cambiar la vida» (Marx)
«Cambiar el hombre» (Rimbaud)

Freud:

«La pequeña A. está embellecida por la desobediencia», (Cartas...)
Freud: poeta trágico. Demasiado enamorado de la poesía clásica. Sin duda, muchas claves las extrajo de «los filósofos de la naturaleza», de «los románticos alemanes» y, sobre todo, de mi amadísimo Lichtenberg, el genial físico y matemático que escribía en su Diario cosas como:
«Él le había puesto nombres a sus dos pantuflas»
Algo solo estaba, ¿no?
(¡Oh, Lichtenberg, pequeño jorobado, yo te hubiera amado')
Y a Kierkegaard
Y a Dostoyevski
Y sobre todo a Kafka
a quien le pasó lo que a mí, si bien él era púdico y casto - «¿Qué hice del don del sexo?» - y yo soy una pajera como no existe otra;
pero le pasó (a Kafka) lo que a mí:
se separó
fue demasiado lejos en la soledad
y supo - tuvo que saber­
que de allí no se vuelve

se alejó - me alejé­
no por desprecio (claro es que nuestro orgullo es infernal)
sino porque una es extranjera
una es de otra parte,
ellos se casan,
procrean,
veranean,
tienen horarios,
no se asustan por la tenebrosa
ambigüedad del lenguaje
(No es lo mismo decir Buenas noches que decir Buenas noches)

El lenguaje
-yo no puedo más,
alma mía, pequeña inexistente,
decidíte;
te las picás o te quedás,
pero no me toques así,
con pavura, con confusión,
o te vas o te las picás,
yo, por mi parte, no puedo más.


Alejandra Pizarnik escribió este poema durante su estadía en el Hospital Pirovano. El texto, tal como se reproduce, está mecanografiado y lleva correcciones hechas a mano por la autora.


La revolución feminista de Oriente Próximo



Las mujeres no se limitan a sumarse a las protestas para derrocar a los dictadores,
sino que ocupan el centro de las exigencias de cambio social




La revolución feminista de Oriente Próximo

Naomi Wolf
Aljazeera

Entre los estereotipos de los países musulmanes más habituales en Occidente se encuentran los relativos a las mujeres musulmanas: crédulas, cubiertas con velos, sumisas, exóticas y calladas, pobladoras entre tules de harenes imaginarios y encerradas en papeles de género muy rígidos. Y entonces, ¿dónde estaban esas mujeres en Túnez y en Egipto?
En ambos países las manifestantes no se parecían en absoluto al estereotipo occidental: estaban en primera línea y en el centro, en las imágenes de las noticias y en los foros de Facebook... e incluso asumiendo el liderazgo. En la plaza Tahrir de Egipto, mujeres voluntarias, algunas acompañadas de niños, trabajaban sin descanso para apoyar las protestas: contribuyendo en labores de seguridad, comunicaciones o refugio. Muchos comentaristas atribuían el gran número de mujeres y niños al marcado carácter pacífico de los manifestantes en general ante provocaciones graves.

Otros reporteros-ciudadanos de la plaza Tahrir, y prácticamente cualquiera que tuviera un teléfono móvil podía serlo, señalaban que las masas de mujeres implicadas en las protestas eran muy diversas desde el punto de vista demográfico. Muchas llevaban pañuelos en la cabeza y otros signos de conservadurismo religioso, mientras que otras se deleitaban con la libertad de besar a un amigo o fumar un cigarrillo en público.

Participantes, líderes
Pero las mujeres no solo ejercían de trabajadoras de apoyo, el papel habitual al que quedan relegadas en los movimientos de protesta, desde los de la década de 1960 hasta los recientes disturbios estudiantiles del Reino Unido. Las mujeres egipcias también organizaban, formulaban estrategias e informaban de los acontecimientos.
Autoras de blogs como Leil Zahra Mortada asumieron graves riesgos para mantener al mundo informado a diario de la situación en la plaza Tahrir y otros lugares.

El papel de las mujeres en el gran levantamiento de Oriente Próximo ha sido deplorable e insuficientemente analizado. Las mujeres de Egipto no solo «se suman» a las protestas, sino que han sido una fuerza destacada de la evolución cultural que las volvió inevitables. Y lo que se dice para el caso de Egipto se puede decir también, en mayor o menor medida, para todo el mundo árabe. Cuando las mujeres cambian, todo cambia; y las mujeres del mundo musulmán están cambiando radicalmente.

La transformación más importante es educativa. Hace dos generaciones, tan solo una reducida minoría de las hijas de la élite recibía formación universitaria. Hoy, las mujeres representan más de la mitad de la cifra de estudiantes de las universidades egipcias. Se están formando para ejercer el poder de un modo que sus abuelas apenas podrían haber imaginado: publicar periódicos, como hizo Sanaa el Seif desafiando un decreto gubernamental que le exigía interrumpir la actividad; aspirando a puestos de liderazgo estudiantiles; recaudando fondos para organizaciones de estudiantes; o dirigiendo reuniones.

De hecho, una minoría sustancial de mujeres jóvenes de Egipto y otros países árabes ha pasado sus años de formación reflexionando críticamente en entornos mixtos y cuestionando en público incluso a profesores varones en las aulas. Es mucho más fácil tiranizar a una población cuando la mitad tiene una educación pésima y se la ha entrenado en la sumisión. Pero, como deberían saber los occidentales por su propia experiencia histórica, cuando se educa a las mujeres, es probable que la agitación democrática acompañe a la transformación cultural generalizada que se produce.

La naturaleza de los medios de comunicación social también ha contribuido a convertir a las mujeres en líderes de la protesta. Por haberme dedicado durante más de una década a enseñar destrezas de liderazgo a mujeres, sé lo difícil que es conseguir que se pongan en pie y tomen la palabra en una estructura organizativa jerárquica.

Asimismo, las mujeres suelen evitar la figura de estandarte que en el pasado han impuesto las protestas tradicionales a determinados activistas: casi siempre, la de un joven exaltado con un megáfono.

Proyección de poder
En semejantes contextos —un escenario, un foco y un portavoz—, las mujeres rehuyen los papeles de liderazgo. Pero los medios de comunicación social, por la naturaleza misma de la tecnología, han modificado el aspecto y la apariencia del liderazgo actual.
Facebook imita el modo en que muchas mujeres prefieren vivir la realidad social, donde las relaciones entre personas son exactamente igual de importantes que el predominio o el control individual, si no más.
Se puede ser un líder poderoso en Facebook justamente forjando una «primera persona del plural» realmente fabulosa. O se puede conservar el mismo tamaño, conceptualmente, que cualquier otra persona en su página; no es necesario reafirmar el dominio o la autoridad. La estructura de la interfaz de Facebook crea lo que —pese a 30 años de presión feminista— las instituciones de cemento y ladrillo no han conseguido generar: un contexto en el que la capacidad de las mujeres para forjar un «nosotras» poderoso e implicarse en el liderazgo al servicio de los demás pueda promover la causa de la libertad y la justicia en todo el mundo.
Como es lógico, Facebook no puede reducir los riesgos de la protesta. Pero, por violento que pueda ser el futuro en Oriente Próximo, el registro histórico de lo que sucede cuando las mujeres que han recibido educación participan en los movimientos liberadores hace pensar que ha llegado el fin de aquellos a quienes en la región les gustaría mantener un régimen de puño de hierro.
Justo cuando Francia inició su rebelión en 1789, Mary Wollstonecraft, que fue testigo inesperada de ella, escribió su manifiesto en favor de la liberación de las mujeres.
Después de que las mujeres norteamericanas que habían recibido educación contribuyeran la lucha por la abolición de la esclavitud, introdujeron en la agenda el sufragio femenino. Después de que les dijeran en la década de 1960 que «la única posición para las mujeres es la horizontal», crearon el feminismo de «segunda generación»: un movimiento nacido de las nuevas habilidades y las viejas frustraciones de las mujeres.
Una y otra vez, cuando las mujeres han librado las demás batallas de su tiempo por la libertad, han pasado a defender sus propios derechos. Y como el feminismo es sencillamente una prolongación lógica de la democracia, los déspotas de Oriente Próximo se enfrentan a una situación en la que será casi imposible obligar a estas mujeres que han despertado a detener la lucha por la libertad: la suya propia y la de sus comunidades.

Traducido para Rebelión por Ricardo García Pérez

And One - Tanzomat


EBM/Synthpop
Alemania

And One - Tanzomat [2CD] (2011)



CD1
01. Save the Hate
02. Shining Star
03. Only Your Dreams
04. Dancing in the Factory
05. Angel Eyes
06. Seven
07. The Aim is in Your Head
08. Electrocution
09. Sex Drive
10. Playing Dead
11. No Song for You
12. And I Love

CD2
01. Ego
02. Second Front
03. Love and Fingers
04. Men in Uniform
05. Sexkeit
06. My Warrior
07. Tanz Der Arroganz
08. Klaus
09. Anguish
10. Over There





And One - Love and Fingers
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And One - Save The Hate
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AND ONE
Steve Naghavi: cantante, compositor y productor
Joke Jay: batería, coros y composición
Rick Schah: teclados



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Vampiros - Eduardo Salinas





Vampiros


La noche ha caído y tengo miedo. Le expliqué el problema al padre Mariano y él me dijo que rezara para alejar a los vampiros.
Los otros niños duermen o fingen que duermen mientras yo rezo muy despacio para no ser el escogido.
Al rato llega el vampiro.
Siento sus pasos lentos, premeditados.
Padre Nuestro que estás en el cielo...
se pasea muy lento por la habitación...
santificado sea Tu Nombre...
me escondo dentro de las frazadas, muy abajo...
venga a nosotros Tu Reino...
creo que se ha detenido junto a mi cama...
perdona nuestras....
¡me acaba de tocar!...
ofensas como también ...
¡está encima mío! La sonrisa sedienta del vampiro me asfixia. Soy el elegido de esta noche.

El padre Mariano es un mentiroso, mis rezos no han podido ahuyentarlo.

Eduardo Salinas (Chile)


In Extremo - Sterneneisen


Metal/Rock Folk
Alemania

In Extremo - Sterneneisen (2011)



01. Zigeunerskat
02. Gold
03. Viva la vida
04. Siehst du das licht
05. Stalker
06. Hol die sterne
07. Sterneneisen
08. Zauberspruch no. vii
09. Auge um auge
10. Schau zum mond
11. Unsichtbar
12. Vermiss dich




In Extremo - Siehst du das Licht
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In Extremo - Gold
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IN EXTREMO
Michael Robert Rhein - voz y mandolina.
Andre Strugalla - gaita, arpa, chirimía, flauta y programación.
Marco Ernst-Felix Zorzytzky - gaita, chirimía, uilleann pipes y zanfoña.
Boris Pfeiffer - gaita y nickelharpa.
Sebastian Lange - guitarra.
Florian Speckardt. - batería y percusión.
Kay Lutter - bajo, stormdrum.




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