El sueño…
el sueño es el hermano de la muerte.
Así que túmbate bajo este esqueleto en la frialdad de la tumba.
Permite que el abrazo de sus muertos brazos
te mantenga totalmente a salvo y dormido.
Enterrado en un sueño…
silenciosamente….
Para siempre bajo tierra




Todos en contra! ... ahora?







Se veía venir. Algún día el tema de la mega minería en alta montaña que utiliza indefectiblemente agua pura en algún proceso y que necesita químicos para poder separar la roca del metal que extrae, se iba a meter de lleno en la campaña política mendocina y, especialmente, en el discurso de sus candidatos a Gobernador. Pasa que desde la reforma constitucional de 1994, son las provincias las que deciden qué hacer con sus recursos naturales, por tanto son los gobernadores de turno los que cumplen un papel fundamental en eso de tomar la decisión de dejar o no pasar a las multinacionales que buscan, entre otros metales preciosos, oro. El Congreso de la Nación legisló de manera laxa en los ’90 sobre minería. Es notable que este gobierno nacional no haya revisado puntillosamente los desastres legislativos de los ‘90 en la materia. (Al pié el art. 124 de la CN)

El problema tiene varias aristas. Una, bastante polémica, es que todas las empresas que exploran y explotan nuestros recursos naturales de alta montaña son extranjeras. O sea, las riquezas que las venas de nuestras montañas esconden en metales parten todas hacia el mundo inversionista y especulativo que, cada día más como resguardo de las economías primermundistas en peligro, pone sus ahorros en oro. O sea, en este momento quizá un francés asustado por la crisis financiera mundial esté comprando oro argentino a 1.900 dólares -8.000 pesos argentinos- la onza (unos 31 gramos). Ese oro dejó en la Argentina menos de un dólar, menos de 4 pesos.

Los popes de las megamineras negocian mano a mano con el Gobernador de turno la forma en la que operarán, el tiempo, los plazos, el dinero, y más y más. Mano a mano, con el Gobernador de turno. Después, las legislaturas hacen sus trabajos casi de escribanías –como sucedió en las justicialistas San Juan y La Rioja o en la radical Catamarca- y todos contentos. Menos, claro, los pobladores argentinos y cordilleranos que se quedaron sin voz suplicando que los dejen vivir sin el miedo permanente de que algún día el agua que les da de beber a ellos, a sus animales y a sus frutales, se contamine.

La excusa de que los recursos naturales son de la Provincia que los tiene, y que efectivamente resguarda la Constitución nacional, ha sido usada y abusada para no permitir la más mínima injerencia de nadie en estos asuntos que son siempre manejados en absoluto secreto y hermetismo, nada de luz. Se cuenta con muy poca información rigurosa de las operaciones, los ingresos y egresos de divisas y los acuerdos alcanzados entre empresarios y gobernadores.

Otro gran problema que tiene este modelo de extracción a gran escala y que detona montañas es la necesidad irreemplazable de separar el metal de la roca explotada. Para ese proceso es, obviamente, necesario un líquido. A ese líquido lo obtienen –así se hace en San Juan por ejemplo- a partir de una mezcla de cianuro con agua de glaciares y periglaciares de la Cordillera de Los Andes, ese proceso en minería se llama lixiviado o lixiviación.

El presidente venezolano Hugo Chávez acaba de tomar una medida ejemplar: estatizará el oro. La exploración y explotación (y ganancias) serán para su bandera, para su país. Habrá terminado por entender que –ya que la decisión política es avanzar sobre los recursos naturales- es más barato contratar maquinarias para que hagan el trabajo y dejarse toda la ganancia para los habitantes del país que regalarlo todo a cambio de migajas como en la época colonial.

Art. 124 de la CN: Las provincias podrán crear regiones para el desarrollo económico y social y establecer órganos con facultades para el cumplimiento de sus fines y podrán también celebrar convenios internacionales en tanto no sean incompatibles con la política exterior de la Nación y no afecten las facultades delegadas al Gobierno federal o el crédito público de la Nación; con conocimiento del Congreso Nacional. La ciudad de Buenos Aires tendrá el régimen que se establezca a tal efecto.
Corresponde a las provincias el dominio originario de los recursos naturales existentes en su territorio

NO A LA MINERÍA CONTAMINANTE A CIELO ABIERTO

1 Comentario:

DevilSnipeK ...

:D NO A LA MINERÍA CONTAMINANTE A CIELO ABIERTO !!!!!!!!

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