El sueño…
el sueño es el hermano de la muerte.
Así que túmbate bajo este esqueleto en la frialdad de la tumba.
Permite que el abrazo de sus muertos brazos
te mantenga totalmente a salvo y dormido.
Enterrado en un sueño…
silenciosamente….
Para siempre bajo tierra




Elizabeth Báthory





Elizabeth Báthory

Drácula era mujer, así tituló Raymond McNally su biografía sobre "la condesa sanguinaria" Elizabeth Báthory. A su vez, Michael Farin escribe sobre la comptesse sanglante que es difícil "penetrar en el misterio de esta estrella infernal, porque todos los intentos por encontrar algo comparable a su triste gloria, con objeto de entender sus hechos en relación con los de otros, han fracasado". Hubiéramos podido tratar a esta mujer sádica de la alta nobleza húngara en los apartados sobre la locura, el abuso de poder o el crimen, pero no lo hemos hecho porque después de su muerte su nombre forjó un mito de sangre. Según la leyenda, la Báthory empleó ríos de sangre de doncellas como fuente de juventud. Sin embargo, su biografía no carece de aspectos singulares.
Elizabeth Báthory nació en 1560 en el seno de una de las familias húngaras más poderosas y distinguidas de aquella época; por ironías del destino, lejanos lazos de sangre la emparentaban con la casa de los Drácula. La fortuna de los Báthory era tan grande, que superaba la del rey húngaro Matías II, que era deudor suyo. Los constantes matrimonios entre los miembros de las familias nobles húngaras con objeto de conservar sus posesiones fueron causa muchas veces de degeneraciones genéticas. La misma Elizabeth padecía ataques de epilepsia, y uno de sus tíos era un famoso satánico; su tía Klara, una aventurera sexual y su hermano Stephan, un alcohólico y libertino. Elizabeth fue prometida en matrimonio a la edad de once años, a Ferenc Nádasdy, hijo de otra familia noble húngara que más tarde adoptó el apodo de "el Caballero Negro". Nádasdy fue un guerrero cruel y en las campañas contra los turcos sentía gran placer torturando a los prisioneros. Se dice que fue él quien enseñó algunas técnicas de tortura a su esposa.

No obstante, Elizabeth sólo materializó sin cortapisas sus violentas fantasías sexuales después de la muerte de su marido en el año 1604. Dirigía su sadismo exclusivamente contra las doncellas o mujeres jóvenes de su entorno próximo. Prueba de ello es que le agradaba morder a sus sirvientas y desgarrarles la carne de los huesos. Uno de sus apodos era "la Tigresa de Cachtice", que era el nombre del castillo en el que moraba normalmente. Además practicaba con fruición distintos y crueles métodos de tortura. La sañuda Elizabeth clavaba sus uñas en el cuerpo de sus sirvientas y colocaba monedas candentes bajo las uñas de sus dedos o llaves ardientes en sus manos. En invierno, mandaba arrojar a las muchachas afuera cuando había nevado y empaparlas con agua fría para que se helaran.

1 Comentario:

Al Herrera ...

Nunca se me hubiera ocurrido pensar en que el vampirismo lésbico derivara de la leyenda Bathory, y tiene sentido después de cuatrocientos años...

Cada dia se aprende algo nuevo. Sigo leyendo, buenas lunas.

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