Open Doors
La carne de aquel templo
se abrió de repente,
dejo desnuda la desolación
aferrada hasta en propio vientre.
Los frenéticos pálpitos en su interior
yacían en aquel solitario corazón,
pero se escuchaban muertos e inertes.
Los solitarios gritos de los lobos
se hacían escuchar entre la sangre,
lloraban en penas, en ansias.
La nostalgia era su mejor arma
seducida por las lágrimas
del fondo de su alma.
Pues ahora se ha metido un vampiro
a beber del jugo de tus entrañas,
ha de habitar entre las paredes
que antes fueron abismo.
Deshacer la soledad y su nido
destruyendo las oscuras ramas.
Ahora la oscuridad, es tan solo oscuridad,
y no objetos formándola.
Ahora la sangre correrá y escuchara
la voz impregnada en la carne de tu templo.
El ansia se termina y se esconde en el día
y tan solo será un vago recuerdo
que antes fue llamada soledad.
François Ayel Sampellegrini - Oda a la oscuridad
1 Comentario:
Siempre que abro esta puerta y me adentro al fascinante mundo de la oscuridad me pierdo en gozo... y si se impregna uno de esas bellas letras de François Ayel Sampellegrini, el placer es más intenso... mi querida LuzdeLuna que sería de mis lóbregas noches sin tu compañía, vaya pues un enorme abrazo hasta donde te encuentres... kaisser
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