¿Cómo explicar esto?...Lo leí y mi piel se erizó de espanto! Ja! algunos que consideran a los vampiros, zombies ect. como espanto, esto es lo verdaderamente horrible!! Qué estamos haciendo con nuestra raza? Hasta dónde llega la ambición y la perversidad?.
Es largo el artículo, pero te pido que lo leas y opines.
Haiti: Niños en venta, la depravación capitalista expresada a través del mercado
El martes 12 de enero de 2010 ocurrió un hecho catastrófico: El pueblo de Haití fue víctima de un devastador terremoto. Los datos iniciales indicaban que el mismo había alcanzado más de 7 grados en la escala de Richter, los cables internacionales anunciaban cifras escalofriantes de muertos y heridos. En principio se indicaba más de 30 mil muertes y un numero incuantificable de lesionados, aun cuando muchos aspirábamos que las cifras aportadas desde Haití fuesen sobreestimadas, ocurrió exactamente lo contrario, con el paso de las horas se recogía informaciones mucho más terribles que las recibidas inicialmente, … más de 50 mil muertos, luego más de 100 mil, al transcurrir los días, las cifras oficiales daban cuenta de más de 200 mil muertes y un número similar de heridos, muchos de ellos graves. Las precarias condiciones sanitarias incidían en el aumento considerable del número de víctimas. Los decesos se multiplicaban por diversas causas: Heridas mal tratadas, hambre, falta de agua, esto sin contar los asesinatos cometidos por las tropas de invasión norteamericana presente en la isla, quienes han realizado prácticas de tiro al blanco, utilizaron como objetivo a haitianos que desesperadamente buscaban algo que comer. Todos estos hechos fueron ampliamente difundidos por los medios de comunicación internacional, no hubo un rincón del mundo que no expresara sus condolencias. Realmente no era para menos, un pueblo como el de Haití, que por más de 200 años ha sido arrasado por el hambre que el neocolonialismo ha dejado a su paso en este humilde y generoso pueblo, sería motivo más que suficiente para sentir, sin mayores reparos, un sentimiento de tristeza y solidaridad hacia los habitantes de esta nación caribeña.
Muchas veces se ha dicho, que en el marco del capitalismo, la burguesía ve todo caos como una oportunidad para obtener algún beneficio. En base a esta premisa, no era de extrañar que mientras una gran cantidad de sobrevivientes se debatieran entre la vida y la muerte, abriéndose paso entre los escombros de la demolida infraestructura haitiana. Barack Obama, con un cinismo propio de cualquier presidente de EEUU, anunciara el despliegue de todo un ejército de ocupación, supuestamente para garantizar la seguridad de los pobladores, un argumento infame y para nada creíble. Ahora bien, en medio de su anuncio si señaló algo muy cierto, dijo que “entre Haití y EEUU existe una larga historia – que – vincula a nuestros dos países”, el problema radica, en que el cuadragésimo cuarto presidente de la Unión Americana no llegó a precisar cuáles eran los hechos que “vinculaban” a estos dos países. Estos lazos están signados por una relación amo-esclavo, donde EEUU no se conformó solo con acompañar a Haití en la historia, sino que estuvo dentro de su territorio, ocupándola militarmente entre 1915 y 1934, expoliando y desangrando los escasos recursos disponibles en ese territorio, siendo este uno de los tantos motivos por los cuales este heroico pueblo perdió prácticamente toda oportunidad de recomponer en alguna medida su precaria economía. Décadas más tarde, en 2004, EEUU en su política de intervencionismo antidemocrático, apoyó decididamente a grupos paramilitares que terminaron por derrocar a un desarmado gobierno presidido por Jean-Bertrand Aristide. Ciertamente, podemos asegurar que EEUU está íntimamente “vinculado” a la extrema pobreza que hoy padece el pueblo haitiano. Conociendo esta realidad, resulta repugnante enterarse, como un ser tan despreciable como el predicador norteamericano Pat Robertson, en una entrevista difundida por la cadena estadounidense CBN, expresara sin pudor alguno, que la catástrofe en Haití se debía según él “a algo que sucedió en Haití hace mucho tiempo, de lo que la gente tal vez no quiere hablar: un pacto con el diablo (…) los haitianos se reunieron y cerraron un pacto con el Diablo. Dijeron: Te serviremos si nos liberas de los franceses (…) y el Diablo dijo: Ok, trato hecho”. En verdad que las palabras de Robertson no difieren en nada de las que pudiese expresar una persona que estuviese alucinando producto del uso indiscriminado de drogas alucinógenas, o de alguien que este inmerso en una profunda locura, pero más allá de esta desafortunada declaración, lo realmente lamentable es que este “señor” en EEUU tiene miles y miles de seguidores que en una paranoia colectiva reproducen esta misma versión como un hecho cierto.
El sábado 30 de enero, cuando la gran mayoría de la humanidad estaba aun conmocionada por las consecuencias del terremoto en Haití y sus replicas, surge una información estremecedora: “La policía haitiana capturó a 10 misioneros bautistas estadounidenses de la organización New Life Children's Refuge, cuando pretendían cruzar la frontera hacia República Dominicana con 33 niños huérfanos (…) Los diez estadounidenses, cinco hombres y cinco mujeres, fueron detenidos cerca de la frontera dominicana, en compañía de los niños. Anunció ayer el ministro de Asuntos sociales y Trabajo, Yves Christallin (…) Esto es un robo, no es una adopción". La respuesta de la elite burguesa negociadora de niños no podía hacerse esperar, uno de los misioneros capturados, el reverendo Clint Henry, dijo en declaraciones a CNN que “estaban tratando de ayudar a esos niños a empezar una nueva vida” - Henry aseguró que - “su intención era salvar a los niños que habían quedado huérfanos después del terremoto que asoló el país y alojar a los menores en hogares temporales” - según Henry sus intenciones eran - “honestas y puras”. En esa misma línea de falso discurso, otro misionero detenido, Paul Robert Thompson declaraba “no sabíamos que lo que estábamos haciendo era ilegal. No teníamos intención de violar la ley”. Estas declaraciones en las cuales los misioneros aseguraban que solo intentaban ayudar a niños huérfanos, resultó ser tan falsa como sus nobles intenciones, ya que la mayoría de los infantes tenían sus padres con vida, incluso los niños dieron a las autoridades haitianas números de teléfonos y direcciones donde ubicar a sus padres.
New Life Children's Refuge, organización a la cual pertenecen los misioneros bautistas había difundió en su página en Internet que “sus misioneros visitarían Haití para contribuir a recoger los cuerpos sin vida y ayudar a las personas en desgracia, además de trasladar a los niños huérfanos a un lugar seguro” ¿fachada legal? Ya a mediados del mes de Enero (días antes de la captura de los benévolos “misioneros bautistas”), el Fondo de la ONU para la Infancia (Unicef), había denunciado que tenía información en donde estimaban había alrededor de 500 mil niños en Haití expuestos a las redes criminales dedicadas a la comercialización de seres humanos, por otra parte el Gobierno haitiano había informado que en la red de tráfico de niños se han llegado a pagar 18.000 euros por un niño haitiano. alertaban además, sobre la existencia de una amplia red dedicada a traficar con estos niños huérfanos, al parecer, no eran tan humanitarias las intenciones de estos “misioneros bautista”. Como era de esperarse las presiones desde Washington no tardaron mucho en evidenciarse. El miércoles 3 de febrero la secretaria de Estado Hillary Clinton, dijo que se encontraba en negociaciones con el Gobierno de Haití "sobre la disposición apropiada de los casos (de los misioneros)". Mientras, La Casa Blanca, con la clara intención de comprar la libertad de estos traficantes de niños, anunció ese mismo día que “EEUU aumentará en un millón de dólares los fondos que destina a la lucha contra el tráfico de niños en Haití tras el terremoto en ese país caribeño, la cifra duplica los 500.000 dólares que suelen emplear para este fin en esa nación”. La realidad establece lastimosamente, que de todos los niños haitianos secuestrados por las mafias que están operando indiscriminadamente en Haití, en el mejor de los casos unos cuantos serán vendidos por las redes de adopción ilegal, pero muchos de estos infantes, pasaran a la cadena de comercialización, cuyas redes de tráfico humano tienen planes mucho más perversos, que incluyen prostitución infantil, tráfico de órganos y explotación laboral.
Según fuentes oficiales, el tráfico de personas, es el segundo negocio ilícito más rentable después del narcotráfico, las Naciones Unidas, calcula en más de cuatro millones solo el número de mujeres con las que se trafica cada año, siendo dos millones de ella niñas obligadas a prostituirse. Un informe presentado ante la Asociación Internacional de Abogados, fechado 1 de Noviembre de 2001, elaborado por Bruce Harris de Casa de Alianza, da cuenta de una entrevista hecha a una “pequeña niña, de piel bronceada, - que - se sentó ahí con los ojos vacios y la mirada fija, para contestar nuestras preguntas sobre su reciente pasado. No queriendo recordar épocas más felices en su nativa Honduras (…) ella era forzada a tener sexo hasta 10 veces al día (…) María (nombre de la jovencita entrevistada) tiene tan solo 14 años de edad y es una esclava (…) niñas como María son vendidas a burdeles tan solo por 200$, engañadas bajo oferta de trabajar como camareras”. Muchos países en el mundo son visitados frecuentemente con el objeto de hacer turismo sexual, ofreciendo niños para satisfacer pervertidas fantasías. Costa Rica, es uno de los países que aparece con más promoción en esta rama, estableciéndose como uno de los principales destinos de turismo sexual en el hemisferio. Existen niños, adolecentes y adultos jóvenes que viven una situación tan terrible, que la mayoría no está consciente de que son objeto de explotación, debido a que son seres humanos que jamás tuvieron oportunidad alguna de libertad. Casos como el de María, se reportan con una frecuencia asombrosa, e incluso en situaciones más tenebrosas, llegando algunos casos, a extremos aterradores, se han llegado a conocer que niños con solo meses de edad han sido sometidos a explotación sexual, muchos de ellos son asesinados al no soportar la violación a la que son objeto. Otro informe de la ONU, emitido en Marzo de 2009, establecía que México es uno de los países donde “el tráfico ilegal de personas es un problema de primera magnitud”, comparable al narcotráfico o al comercio ilegal de armas. La ponencia describe que "el turismo sexual, incluido el infantil, no deja de crecer en Acapulco, Cancún y Tijuana. Los pederastas llegan de Europa y de Estados Unidos".
Sociedad de consumo, máxima ganancia, libre mercado, plusvalía, estado burgués, clase dominante, proletariado y muchos otros conceptos son empleados constantemente con el objeto de explicar en términos ideológicos o filosóficos el porqué el sistema capitalista representa una concepción del mundo contrario a la esencia misma del ser humano. Muchos autores y estudiosos, Karl Marx a la cabeza de ellos, han desmenuzado al mínimo detalle las perversidades intrínsecas del capitalismo. Exponiendo como la burguesía degrada al proletariado hasta convertirlo en una especie de raza sub humana sin derecho incluso a la vida misma, este planteamiento expuesto teóricamente puede resultar para muchos algo abstracto, sin embargo, cuando vemos en la práctica lo que esta afirmación significa, termina por mostrarnos una realidad por demás espantosa. Para corroborar esto basta leer la prensa, en el diario EL MUNDO de España, apareció publicado en 2004 un artículo escrito por David Jiménez donde da testimonio que “En Bangladesh, niños trabajan desde los 5 años bajo el sol, picando piedra. Algunos no son capaces de sostener el pico, entonces usan tubos para hacer el trabajo. El salario máximo que pueden ganar es de 5 dólares, ya que por cada 100 piedras que piquen recibirán medio dólar. Los policías están al tanto de la explotación que sufren, pero no los reportan porque saben que de esto depende la supervivencia de estos niños”, este estremecedor hecho, que algunos pudieses considerar irreales, tiene su sustento en las cifras oficiales emitidas por la UNICEF quien estima que “existen aproximadamente 246 millones de niños y niñas que trabajan (…) 171 millones lo hacen en situaciones o condiciones de peligro” realizando trabajos forzosos “en minas o manipulando productos químicos y pesticidas en tareas agrícolas o manejando maquinaria peligrosa”.
El impresionante bombardeo propagandístico desplegado por las trasnacionales de la comunicación, se han encargado de inculcar en los seres humanos necesidades superfluas, incentivando en las personas una histeria consumista, la cual los conduce a cometer actos criminales incluso contra su propia familia, con el objeto de obtener algún producto y así satisfacer, al menos momentáneamente, la adicción por comprar algo, Kevin Bales en su obra titulada La nueva esclavitud en la economía global, nos describe como en Tailandia “los padres se vuelven locos por comprar bienes de los que hace 20 años ni siquiera habían oído hablar; con el dinero de la venta de una hija se puede comprar un televisor. Dos tercios de las familias que venden a sus hijas pueden permitirse no venderlas, pero prefieren comprar televisores en color y equipos de vídeo”, actos tan aberrantes como el anteriormente descrito tiene cabida en la lógica de una sociedad pervertida por el afán del consumo, donde todo es susceptible a ser vendido o comprado.
Retomando la situación en torno a los miembros de la New Life Children's Refuge (Refugios de Niños Nueva Vida). En el discurso empleado por connotados voceros del capitalismo, han insistido en que estos 10 traficantes, son misioneros religiosos, utilizando como argumento la supuesta buena fe de estos criminales por ser hombres de dios. En un artículo escrito por Sergio Rodríguez fechado 2 de Marzo de 2009, publicó una investigación sobre un albergue que operaba en México, conocida con el nombre de las Casitas del Sur. Después de una amplia investigación sobre las operaciones clandestinas ilegales llevadas a cabo por este albergue, la policía mexicana realizó un operativo, entrando a estas residencias. Dentro encontró a 119 niños esclavizados los cuales tenían, según describió el periodista, “fundido el cerebro con mensajes sobre el fin del mundo, difundidos habitualmente por la Iglesia Cristiana Restauradora”. Asimismo, desde hace muchas centurias se perdió la cuenta del número de veces donde supuestos hombres de dios han cometido actos lascivos contra niños, basta consultar al vaticano sobre la lista de Sacerdotes pederastas que en los últimos años se les ha comprobado su comportamiento criminal, y que hoy mucho de ellos están en libertad después de haber pagado millonarias indemnizaciones eclesiásticas. Es importante Recordar las palabras dichas por uno de los traficantes capturados in fraganti, el reverendo bautista Clint Henry “sus intenciones eran honestas y puras”, al parecer, el ser reo de la justicia haitiana le permitió adquirir un virtuosismo que no tiene un colega de su misma iglesia, el también reverendo bautista Wiley Drake, un hombre que el 18 de enero, una semana después del terremoto, dijo no saber si dios trajo ese terremoto o no, pero afirmó, al mejor estilo del sicópata Pat Robertson “las desgracias del país (Haití), su extrema pobreza, la turbulencia política constante y la frecuencia de los desastres naturales podrían ser la consecuencia del pacto con Satán”.
Con el paso de los días, progresivamente el caso de los “misioneros bautistas”, como era de esperarse, empezaba a virar a favor de la derecha retrograda. El viernes 5 de febrero aparece una noticia, EFE la reflejó así: el abogado defensor de los diez estadounidenses capturados, Edwin Coq dijo que pedirá la libertad provisional de sus defendidos, porque según él, atraviesan una “situación muy complicada” en la cárcel. “están durmiendo en el suelo, no comen bien, les ha picado mosquitos, tienen los pies hinchados” además agregó que “no están acostumbrados a la comida que se ofrece a los detenidos”, como para ponerse a llorar, pero de impotencia, al parecer este abogado defensor no visitó a los niños que estos señores llevaban secuestrados, “muchos se encontraban en estado de shock, algunos deshidratados y hambrientos”. Resulta indignante, tanta preocupación por los delincuentes y tan poco interés por las reales victimas. Un hecho es cierto, debemos alegrarnos porque estas criaturas inocentes fuesen rescatadas de las garras criminales de una mafia institucionalizada, que ha logrado elevar a escala global el drama planetario del tráfico de personas, no obstante, la alegría dura poco, al tener la certeza, que muchos, probablemente miles de niños haitianos no corrieron con la misma suerte y hoy se encuentran prisioneros de estas redes criminales, sus destinos serán diversos, algunos, serán vendido para ser adoptados por familias honestas que posiblemente les brindaran una vida saludable y llena de amor, otros tantos serán vendidos para ser adoptados por familias que lo emplearan como servidumbre y les esclavizaran por años, otros serán llevados a centros de prostitución para ser sodomizados como esclavos sexuales, la mayoría de ellos trabajarán jornadas interminables solo por ropa y algo de comida y los pocos que sobrevivan a la extenuante explotación, cuando sean adultos mayores y sus energías se acaben serán desechados como una bestia de carga con forma humana, otros serán asesinados y sus órganos extirpados irán a parar a embases refrigerados y puestos a la venta al mejor postor, tal como si fuesen cualquier animal para el consumo.
En un mundo tan enviciado como el que nos impone el capitalismo, resulta difícil perder la capacidad de asombro, y en una suerte de la Escuela del Mundo Al Revés escrito por Eduardo Galeano, los delincuentes son beneficiados como personas “honestas y puras” (palabras dichas por Clint Henry), mientras los seres inocentes son catalogados como escoria. Menos de dos semanas duró la trama de los misioneros bautistas norteamericanos, nuevamente el capitalismo triunfó por encima de la honestidad, claro está, este resultado no podía ser otro en el marco del estado burgués. Fue así como el Jueves 11 de febrero apareció una declaración del juez Bernard Sainvil, quien llevaba el caso de los cinco hombres y cinco mujeres de la ONG Bautista “Refugios de Niños Nueva Vida”, que resultaron ser detenidos a finales de Enero, por el hecho de intentar ir hasta Republica Dominicana en un autobús con los 33 menores que cuyas edades oscilaban entre los 2 meses y los 12 años, “Acabo de firmar la petición para la liberación de los 10 estadounidenses, que había sido solicitada por sus abogados, y la he enviado a la oficina del fiscal”. Sainvil dijo al salir de la corte: “Los estadounidenses actuaron con el corazón” luego agregó: “No tenían intención de violar la ley haitiana”. Sin comentario, juzguen ustedes.
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