Más Yo Que Yo Mismo
¡Oh vida mía, vida mía,
agonicé con tu agonía
y con tu muerte me morí!
¡De tal manera te quería,
que estar sin ti es estar sin mí!
Faro de mi devoción,
perenne cual mi aflicción,
es tu memoria bendita.
¡Dulce y santa lamparita
dentro de mi corazón!
Luz que alumbra mi pesar,
desde que tú te partiste
y hasta el fin lo ha de alumbrar,
que si me dejaste triste,
triste me habrás de encontrar.
Y al abatir mi cabeza,
ya para siempre jamás,
el mal que a minarme empieza,
pienso que por mi tristeza
tú me reconocerás.
Merced al noble fulgor
del recuerdo, mi dolor
será espejo en que has de verte,
y así vencerá a la muerte
la claridad del amor.
No habrá ni noche ni abismo
que enflaquezca mi heroísmo
de buscarte sin cesar.
Si eras más yo que yo mismo,
¿cómo no te he de encontrar?
¡Oh vida mía, vida mía!,
agonicé con tu agonía
y con tu muerte me morí.
De tal manera te quería
que estar sin ti es estar sin mí.
Amado Nervo
1 Comentario:
Maestrazo Amado Nervo, de sus letras hay que aprender... este poema esta sublime
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