Aakthon - Marco Saavedra

Aakthon

Entre sueños
Apareció de pronto, una silueta oscura…cuando sus ojos se adaptaron a la penumbra, pudo distinguir su contorno, parecía humano…¿un humano de dos metros y medio de altura?, de gran corpulencia, esbelta y a la vez desmesurada en masa muscular… el ente le sonrió lentamente, él todavía no podía distinguir entre el sueño y la realidad, pero evidentemente estaba despierto; Trató de decir algo, pero fue en vano, sus labios no respondían, a la vez., una voz que parecía venir de todos los rincones de su habitación lo detuvo….No, no, no, no…la voz era cálida, envolvente, anestésica…se dejó llevar.

¿Cuánto tiempo te costó madurar la idea?...hasta que la idea se posó en tu mente, ¿Cuántas veces te hiciste la pregunta?, y ¿Cuántas veces intuías la respuesta?...Obviamente no lo recuerdas, pero tienes la certeza de que fueron muchas. Ahora, ya sabes la verdad, mi aspecto te lo ha revelado, pero aún sientes miedo, y mi deber es hacer que eso cambie…

La tenue luz de la habitación se tornó de un rojo intenso, y la atmósfera adquirió una característica nefasta…el ente, se puso de pié, palpó su propio cuerpo, hizo una delicada pausa en cada una de sus cicatrices, presionó cada herida hasta que un liquido verde se mezcló con el rojo de su piel.

¡No puedo creerlo!, ¡No es cierto!, no es cierto, agregó en voz baja. Si lo es, es cierto, al terminar la frase levantó su cabeza que durante todo el dialogo había permanecida inclinada hacia el piso…al momento comprendió que estaba despierto, la realidad lo golpeó, lo golpeó con el rostro sinistro que le había sido revelado… en esos ojos estaba la respuesta, tan solo con mirarlos sintió un calor que lo recorría… y pudo darse cuenta…¡Al fin lo hiciste!, dijo la voz, ahora ya lo sabes, y el rostro esbozó una sonrisa…sonrisa compasiva que no lograba ocultar los afilados colmillos que en la penumbra parecían iluminarse con el amarillo intenso de sus ojos.

Lo que tu llamas infierno si existe, y hay en el un lugar para ti… no puedo mostrarte lo que ahí encontrarás, pero creme que hay un lugar para todos, no como acá, en donde solo unos pocos tiene cabida…la decisión está en ti, y puedo darte a cambio lo que desees. Lo que desees, repitió la voz.

El rojo intenso de la habitación fue debilitándose dando paso a un suave azul, el aire se tornó mas respirable, se percató de que en ningún momento sintió pavor, y eso lo atemorizó… ¿No sentir miedo?, ¡No puedo ser parte de esto!, gritó, y el grito fue apagado velozmente por su propia inseguridad. ¡No puedes negarlo!, dijo la voz, asume que deseas conocerlo… aquel lugar mítico, aquel lugar del cual todos hablan con recelo e ignorancia…yo puedo sacarte de esa ignorancia. Sintió que el sudor resbalaba hasta su boca, se cubrió la cara con sus manos, abrió lo ojos, pero la figura seguía en el mismo sitio; está bien, dijo, te creo, pero necesito aún así necesito pensarlo…dame tiempo.

¿Tiempo?, todo el que desees, dispongo de siglos, ¡Siglos!, eternamente… Aakthon siempre los ha tenido y seguirá teniéndolos, y teniendo el poder de darte todo lo que desees en esta vida… ¿Cuantos placeres te imaginas?, ¡dime! ¿Cuáles? y te los daré….Puedo darte todo, a cambio de tan solo… tu eterna compañía en el lugar que tu ya sabes que existe, ese lugar del que todos hablan… pero que nadie conoce en este mundo… ¡Nadie!, excepto aquel…que resucitó al tercer día…

La luz de Askrizhal
Soy Aakthon, y recuerdo que un día me propuse vivir de otra forma y entregar al olvido una parte de mí, entregué algo que me dio muchas satisfacciones, enormes alegrías personales que además compartía con otros, desafortunadamente no tuve la fuerza para soportar el costo de eso, la intensidad y el desarrollo de esa parte no fueron emocionalmente gratis…….me retiré a reunir fuerzas y sabiduría para poder enfrentarlo algún día, pero en el camino me acostumbré a la comodidad que me entregaba dicho descanso………hasta que un día, la comodidad se tornó incomoda y poco reconfortante, miré alrededor, créeme que miré a todos lados, pero no recordé como era el camino de regreso…..y en ese andar a tientas, palpando las paredes en la oscuridad…..pude ver brillar las estrellas, por fin!, ¡una mas que todas!.....y recordé el universo donde una vez viví, recordé lugares, aromas, disfruté de la brisa del viento en mi antiguo hogar…..Hasta que la pequeña estrella que brillaba mas que todas se convirtió con estruendo en un sol, mi piel y mis ojos ya no estaban adaptados, y el nuevo sol me cegó y quemó mi piel……Grité!, una y mil veces por el dolor, hasta que aquel calor comenzó a reconfortarme, a llenarme de energía…….pude ponerme de pié, abrir mis brazos y amar su calor…….

Poco a poco sanaron mis ojos, hasta que los abrí, abrí los ojos con temor, temor intenso de no poder soportar nuevamente la ceguera, ¡pero que sorpresa!, ¡no hubo dolor!, solo alegría al ver los colores ocultos por tanto tiempo, pasó un tiempo hasta que la luz del nuevo sol inundara el infinito permitiéndome ver la belleza que había abandonado……esa belleza estaba frente a mi, esperando que diera un paso adelante, titubeé por un instante, hasta que por fin corrí, ¡corrí para ver el reino de Askrizhal!........ Llegué a las puertas de tu castillo, estaban abiertas, me baño la luz de tus jardines y me entregué a tus rosas……las rosas de Askrizhal……. y comprendí que eran el verdadero tesoro de su reino…………….al mirarte solo pude decir…….Te Amo……..

El ultimo sueño de Aakthon (Parte I).
Aakthon, el demonio auto desterrado del infinito, había abandonado su castillo de esplendidas creaciones debido al dolor, agotamiento, y sufrimiento que demandaba cada una de sus obras, dejó de construir, apagó sus fuerzas, evidenció en su cuerpo las cicatrices y heridas, su aspecto se endureció, dejó de sonreír.

Deambuló por siglos con la mirada perdida, apagó la emoción y sutileza de sus ojos, y los reemplazó por esferas de hielo, las cuales al derretirse podían ocultar sus lágrimas….con paso tambaleante buscó un escondrijo oscuro y frío en el que permaneció tendido, se alimentó de pequeños insectos, y para saciar su sed bebió el propio sudor de sus convulsiones, su cuerpo se contaminó y debilitó, las heridas se tornaron evidentes…..la naturaleza de Aakthon, aunque agónico de muerte, le permitió conservar uno solo de sus poderes, ¡conservó su mente!, agudizó ese único don logrando con el, ver el exterior, no necesitaba salir de su pequeño escondrijo entre las rocas, ese don mantuvo su cuerpo lejos de la putrefacción, logró comunicarse con humanos y demonios sin verlos, logró captar su esencia con solo una impresión….pero abandonó su reino y su maravilloso castillo quedó inconcluso…..

Hubo un día, en que Aakthon envió un mensaje al mundo de los humanos., un ultimo mensaje codificado, en ese mensaje no se mostró, ocultó sus bellos ojos tras una negra espesura, y solo dibujó su lejana silueta, el mensaje decía: ¡Mírame!, solo quiero mostrarme ante ti, solo tu podrás verme, solo tu podrás sentirme….el mensaje que envío es solo para ti, no envío un mensaje a las masas, sino que a través de mi espíritu envío un grito decadente al infinito……su aniquilada humanidad se crispó, todos sus músculos se tensaron, sus ojos se abrieron al máximo dejando ver un ultimo fuego, y desde al rincón de rocas en que se agazapaba logró abrir sus labios y emitir un grito silencioso hacia el infinito…..ese grito desesperado fue el ultimo aliento del poderoso demonio, fue la entrega a un pesar de siglos de oscura y fría agonía……..

Antes de que los huesos de Aakthon se convirtieran en polvo, en el infinito se escuchó el grito silencioso de un demonio desterrado y herido de muerte…..las rosas de Askrizhal se orientaron en esa dirección, detuvieron el proceso de simbiosis con su amada reina, y la eterna Askrizal sintió el ahogo y sofocación de ver a su jardín perturbado……Askrizhal recibió el mensaje de las rosas, y se orientó de igual forma, se detuvo un segundo en su apasionada dedicación al jardín y soñó, sonó el ultimo grito de un demonio agónico, ¡vió el ultimo sueño de Aakthon!.......y pensó en el, logró captar su sonrisa primigenia, sintió su pretérita mirada en desuso y canalizó su energía, le ordenó a las rosas que se orientaran a esa débil luz, y que plagaran el infinito con su dulce aroma…..

Aakton, luego de su ultimo esfuerzo, cayó de bruces al suelo, estrelló su magullado rostro en el fango de su escondrijo, acogió una vez mas el sabor de la sangre, sintió desgarrar su carne por infames roedores……..pero segundos antes de abandonarse a la putrefacción, percibió un leve y gratificante aroma, sacudió su cabeza para comprenderlo, alzó sus brazos en señal de suplica por el retorno de sus poderes, y se arrastró a la entrada de la cueva tallada entre las rocas…….al encontrarse en la apertura de aquella prisión, retrocedió con temor, lo horrorizó la luz que por tanto tiempo abandonó, y tuvo que decidir, decidir entre la oscuridad y el frió de su prisión o la luz, colores, calor y aroma que lo guiaba….superó sus miedos y se entregó al aroma de las rosas….

Aakthon sintió que su ultimo sueño, encausado en un desesperado grito había sido escuchado, y tuvo la certeza de que su sueño se haría realidad, al salir de la cueva, los árboles lo recibieron, le regalaron su oxigeno y sombra para sanarlo…..

Askrizal, la eterna reina de las rosas, hermosa flor del infinito, percibió el espíritu de Aakthon, escuchó los pensamientos de aquel demonio, y en un susurro envío a la tierra sus pétalos de rojo intenso los cuales se posaron suavemente frente a Aakthon, este al verlos, se detuvo un momento a contemplar su maravilloso color, se inclinó trabajosamente para levantarlo con sus dedos, pudo así sentir la increíble suavidad y el dulce aroma de esos pétalos, y no pudo dejar de pensar en cuan hermosa sería la rosa de la cual provenían, caminó tras el rastro, se dejó inundar por el aroma, cada vez mas cercano e intenso…..¡pero sintió miedo y retrocedió!, en ese instante dejó caer los pétalos, lo inundó el oscuro recuerdo de siglos pasados y rechazó sin querer la dicha de los nuevos colores que jamás había conocido…

El ultimo sueño de Aakthon (Parte II).
Luego de conocer la hermosura de aquellas rosas, se dio cuenta de que las espinas de tales flores eran más poderosas que su aroma y belleza, y era más grande el dolor que el agrado……entonces regresó a su caverna……..y agonizó por siglos. Lo tomaron por los brazos y lo arrastraron sacándolo de su caverna, cuando llegaron al exterior lo dejaron caer y nuevamente se escuchó el crujir de sus huesos…..al contacto con el sol, su piel cambió de color, se tornó gris, sin brillo y colmada de manchas de sangre seca de color verde…el rojo intenso de sus formas ya no existía……..

Pudo abrir sus ojos levemente y el paisaje lo golpeó aun mas, fugazmente pudo notar que en todas direcciones se extendía un desierto….lo ultimo que pensó fue que no valía la pena ir a ningún lado, luego de eso, los esbirros hicieron su trabajo; sintió un agudo dolor en su cabeza y su mano derecha crujió una vez mas acrecentando su deformidad…..por ultimo, miles de soles aparecieron ante sus ojos y el silencio fue envolvente.

Su mundo ya no era el mismo, los antiguos demonios se habían extinguido, los engendros de órdenes menores se alzaron y acabaron con los dignos espíritus……los colores, aromas y suaves brisas fueron reemplazados por el desierto, tormentas y desolación……..Los cadáveres se secaban en las planicies que algún día acogieron vida y paz…. Ahora solo se oían gritos reflejando el tormento……los engendros luchaban entre si.

Tan solo bastaba una leve disputa por agua y comida para que el desierto se tiñera de sangre…ese era su mundo ahora, ¡si lograba despertar algún día! Antes de que el desierto hiciera su trabajo sobre el gran Aakthon, debería enfrentar a los esbirros que no eran dignos rivales para el y pasaría el resto de sus días en sus cavernas….

Magica y hermosa flor de cristal
Mágica y hermosa flor de cristal, tal vez exista, tal vez no, nadie lo sabe, pero el puede verla desde los lejanos desiertos, el puede verla brillar, aunque sus colores no llegan hasta acá, el sueña con tenerlos cerca, el imagina como será su aroma y como se sentirá besar sus pétalos, eres su flor de cristal, eres mágica, tienes el poder de hacerlo sonreír y el poder de darle tranquilidad, lo envuelves en un abrazo mágico y eterno de fin de semana y puedes hacerlo recordar que aún le quedan lagrimas para la felicidad con tan solo mostrarle tus ojos…tal vez es cierto, tal vez no, nadie lo sabe, pero Aakthon daría su vida por que así fuera, cambiaría el rojo intenso de su piel, el verde de su sangre y las fracturas de sus manos por un segundo de su aroma en una abrazo.

Los desiertos ya han hecho su trabajo sobre el, pero estaría dispuesto a levantarse y construir un castillo en torno a su mágica flor…nuevamente empuñaría sus armas y usaría sus grandes poderes para defenderla, viviría para hacerla brillar aun mas, volvería a ser el demonio poderoso que un día fue, todos en su reino cuidarían de su mágica flor, y el sanaría sus heridas con su suavidad…si tan solo fuera cierto, solo bastaría que aquella dulce criatura apuntara sus colores hacia el…

Las cavernas donde habita oscurecen todo, el solo puede ver su luz y lo agradece, aunque ¡Cada día su luz es más débil!, la siente alejarse y nada puede hacer, el dolor es insoportable, su sangre ya está seca y los esbirros se acercan, nuevamente siente que su gran poder de visión se apaga, no tiene miedo al horror, ya ha estado ahí muchas veces, conoce de cerca a la muerte y ella lo respeta, son viejos conocidos…

La mágica y hermosa flor de cristal de Aakthon, tal vez exista, tal vez no, solo ella lo sabe, y tal vez…solo tal vez, los ceros sean unos y ella pueda responder, si fuera cierto, el solitario y desterrado demonio recobraría sus poderes para amar a su dulce criatura y dar su vida al ver nacer a su pequeña flor…

El me pidió que te lo dijera, me habló desde la oscuridad de sus cavernas, antes de apagar sus ojos y exhalar su último aliento de ilusión cayendo en un abismo de rocas, lo vi despedazarse en el fondo… Y aunque mi vida se gaste, te buscaré en el infinito para decirte que el gran Aakthon siempre te amó…

Marco Saavedra

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