Lucifer en La Edad Media
(Fragmento)
El diablo y los demonios son ángeles que caen por su líbre albedrío, y son imperdonables porque no tienen ninguna circunstancia atenuante por la tentación que los lleva a la ruina. Una vez han caído forman 6 grupos, tipos u órdenes. Así, Psellos* aplicó ideas neoplatónicas a la cristianidad, de un modo original, con una taxonomía de demonios que se parecía poco a los ángeles caídos de la tradición y a las jerarquías de Dionisio. Más bien se arraigaba profundamente en la demonología natural de los neoplatónicos paganos, que suponían a los demonios moralmente ambivalentes, situados entre dioses y hombres, más que ángeles caídos, e hizo intentos más bien tibios para encajarlos en la demonología cristiana. Los demonios más altos son los leliouria, los brillantes resplandecientes, que habitan el éter, la esfera de aire rarificado más allá de la luna. Luego vienen los aeria, demonios del aire debajo de la luna; los chtonia, que habitan la tierra; y los más bajos de todos, los misofaes, odian la luz y viven ciegos y casi sin sentido en las más bajas profundidades del infierno.
Los demonios, aunque no son materia en sí mismos, están profundamente influídos por la naturaleza material de las regiones en que viven. El diablo y los demonios nos atacan y nos tientan para frustrar el plan de Dios de nuestra salvación. Abundan en todas partes: en la tierra, en el mar y en el aire. Los demonios más altos obran directamente sobre los sentidos humanos, e indirectamente sobre el intelecto, utilizando su acción imaginativa, fantásticos, para provocarnos imágenes en la mente. Los demonios más bajos tienen mentes como las de los animales. Esos espíritus burdos, emisores de gruñidos, se nos imponen toscamente, causándonos enfermedades y accidentes fatales y poseyéndonos, siendo por eso que las personas poseídas muestran a menudo un comportamiento bestial. Los demonios más bajos carecen por completo de intelecto y de libre albedrío: obran por instinto, saltan sobre los seres humanos como moscas, simplemente por que somos cálidos y estamos vivos.
Los demonios bajos pueden hablar a veces y emitir falsos oráculos, pero los más bajos de los demonios, los misofaes o aborrecedores de la luz, son completamente incapaces de comunicarse y hacen a las personas que poseen ciegas, mudas o sordas. Los demonios pueden ser vencidos por el nombre de Jesús, la señal de la cruz, la invocación de los santos, la lectura de los Evangelios, el aceite o el agua sagrados, las reliquias, la confesión o la imposición de manos. Los demonios sienten particularmente el poder de los hombres y las mujeres santos, en especial los ascetas, capaces de expulsarlos, chillando de dolor, de los cuerpos de los posesos
Esquema demonológico de Miguel Psellos
Jeffrey Burton Russell
Fuente:Hexen El Libro Negro
Los demonios, aunque no son materia en sí mismos, están profundamente influídos por la naturaleza material de las regiones en que viven. El diablo y los demonios nos atacan y nos tientan para frustrar el plan de Dios de nuestra salvación. Abundan en todas partes: en la tierra, en el mar y en el aire. Los demonios más altos obran directamente sobre los sentidos humanos, e indirectamente sobre el intelecto, utilizando su acción imaginativa, fantásticos, para provocarnos imágenes en la mente. Los demonios más bajos tienen mentes como las de los animales. Esos espíritus burdos, emisores de gruñidos, se nos imponen toscamente, causándonos enfermedades y accidentes fatales y poseyéndonos, siendo por eso que las personas poseídas muestran a menudo un comportamiento bestial. Los demonios más bajos carecen por completo de intelecto y de libre albedrío: obran por instinto, saltan sobre los seres humanos como moscas, simplemente por que somos cálidos y estamos vivos.
Los demonios bajos pueden hablar a veces y emitir falsos oráculos, pero los más bajos de los demonios, los misofaes o aborrecedores de la luz, son completamente incapaces de comunicarse y hacen a las personas que poseen ciegas, mudas o sordas. Los demonios pueden ser vencidos por el nombre de Jesús, la señal de la cruz, la invocación de los santos, la lectura de los Evangelios, el aceite o el agua sagrados, las reliquias, la confesión o la imposición de manos. Los demonios sienten particularmente el poder de los hombres y las mujeres santos, en especial los ascetas, capaces de expulsarlos, chillando de dolor, de los cuerpos de los posesos
Esquema demonológico de Miguel Psellos
Jeffrey Burton Russell
Fuente:Hexen El Libro Negro
2 Comentarios:
El Diablo uuuuu
que miedo :P
jajaja
el es malvado
mato a mi Gatito....
:(
no aguanto mas esta verificacion :P
aun falta mucho para sacarla ?
un Beso
jajajajaja Sir!! me haces reir!
la verificacion no es Lucifer! es buena, no deja entrar spam! jajaj
Los comentarios son moderados debido a la gran cantidad de span.
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