Perú declara patrimonio cultural a la ayahuasca
El gobierno de Perú declaró como patrimonio cultural de la nación los conocimientos tradicionales y usos de la ayahuasca, practicados por las comunidades indígenas en la selva amazónica.
En la declaración de reconocimiento, el gobierno peruano afirma que la ayahuasca tiene cualidades psicotrópicas, esto es, que actúan sobre la psiquis, la actividad mental, el comportamiento, la percepción, al ser conocida en todo el mundo como una planta indígena que transmite sabiduría a todos los iniciados en los fundamentos propios del mundo.
También afirma que los efectos producidos por su consumo son equivalentes a la entrada a los secretos del mundo espiritual. Según el Instituto Nacional de Cultura, el ritual de la ayahuasca se ha establecido como el centro de la medicina tradicional y es uno de los pilares de la identidad de los pueblos amazónicos, siendo su uso necesario e indispensable para todos los miembros de la sociedad amazónica peruana.
La ayahuasca es una bebida obtenida a partir de cocinar la enredadera jagubé (Banisteriopis caapi), junto a una hoja de chacrona (Psichotria viridis). Según el gobierno peruano, la ayahuasca cuenta con una extraordinaria historia cultural, en virtud de sus cualidades psicotrópicas.
Virtudes terapéuticas
El Instituto Nacional de Cultura señala que el uso y resultados obtenidos con ayahuasca fueron necesarios para todos los miembros de las sociedades amazónicas en algún momento de sus vidas e indispensables para que asumieran el papel de ser portadores privilegiados, sea a través de sus comunicaciones con el mundo espiritual o para que se expresaran de forma plástica.
El gobierno peruano afirma que los efectos que produce la ayahuasca han sido ampliamente estudiados a causa de su complejidad y son diferentes de los que usualmente producen los alucinógenos.
Para el gobierno peruano, la práctica de sesiones rituales de ayahuasca constituye uno de los pilares de identidad de los pueblos amazónicos y su uso ancestral en los rituales tradicionales, que garantizan la continuidad cultural, está vinculado a sus virtudes terapéuticas.
El gobierno brasileño también analiza, por intermedio del Instituto do Patrimônio Histórico e Artístico Nacional (Iphan), un proceso para reconocer el uso de la ayahuasca en rituales religiosos como patrimonio inmaterial de la cultura brasileña.
La Ayahuasca es una liana de la selva amazónica. Es conocida y utilizada por los pueblos indígenas amazónicos; la consideran planta maestra y sagrada; constituye el fundamento del chamanismo, de la medicina tradicional y de la cosmovisión indígena. Se la denomina Caapi en Brasil, Natema en Ecuador, Yajé en Colombia y Ayahuasca en Perú. En el idioma quechua ayahuasca significa “liana de los cielos”; así como Mihi, Dapa, Pindé, Kamarampi y otros.
El uso de la ayahuasca se remonta a 5000 años y aún pervive como saber mágico - religioso y terapéutico. Ha sido utilizada como un camino para obtener la expansión de la conciencia, porque posee un componente psicoactivo unido a las hojas del arbusto llamado Chacruna (psychotria viridis). La ayahuasca se ingiere en ceremonias rituales de curación y limpieza.
La Ayahuasca, además de ser un método de limpieza interior que trabaja simultáneamente en el cuerpo físico, energético y psíquico, permitiéndonos un proceso de limpieza en esos niveles, es también una puerta de acceso a estados modificados de consciencia, permitiéndonos observar realidades que serían ocultas en circunstancias ordinarias. Esta situación nos permitirá entender y reconciliarnos con la vida, con los demás, con la naturaleza, el universo, con nosotros mismos y con Dios; en palabras de los chamanes que toman ayahuasca: “vas a ver y a entender”. Esta contribución fundamental a una modificación valerosa de la conciencia, merece especial y seria consideración porque permite al hombre sentir y repensar con respecto a sus límites e infinitas posibilidades espirituales.
os alcaloides de la harmala suscitan una activación de los nexos entre ambos hemisferios cerebrales y provocan una importante inhibición temporal de enzimas de monoamino oxidasa (MAO), lo que genera un aumento en los niveles normales de serotonina.
La serotonina es un neurotransmisor que está muy involucrado en el control de los estado de ánimo, de las emociones, de la percepción sensorial y de funciones cognoscitivas superiores. De tal forma que hasta hace pocos años, la inhibición de la MAO constituía e tratamiento más popular contra la depresión ya que cuando se impide la acción de esta enzima dedicada a degradar ciertos neurotransmisores (dopamina y noradrenalina), aumentan los niveles generales de serotonina permitiendo una mayor actividad neuronal.
Por otra parte, tenemos que la DMT que es el principio activo de las plantas con las que se mezclan las lianas de Banisteriopsis para hacer la ayahuasca, resulta inactiva cuando se administra en forma oral ya que precisamente la enzima MAO la degrada completa y rápidamente antes de que pueda llegar al cerebro. Sin embargo cuando la DMT se fuma o se inyecta, llega directamente al cerebro y produce entre otros breves efectos, la visión de colores y formas caleidoscópicas. Debido a que los alcaloides de tipo harmala inhiben la enzima MAO, la DMT que contiene la ayahuasca no se degrada y alcanza a llegar al sistema nervioso central donde contribuye a activar los nexos cerebrales al tener un efecto sinérgico con los otros alcaloides, además de que su propia acción visionaria resulta reforzada.
El incremento en los niveles de serotonina mediante la inhibición de la MAO, origina un aumento en la actividad de los nexos receptores centrales, que es lo que ocurre normalmente cuando se ejerce el razonamiento. La serotonina participa en muchos aspectos de las funciones cognoscitivas superiores, como la planificación y el proceso de toma de decisiones.
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