Coca Cola, la chispa de la muerte
Coca-cola, es la multinacional que se considera así mismo, la más globalizada del planeta, porque sus productos se pueden encontrar en cualquier lugar de la faz de la tierra.
Para lograr lo anterior, monopolizó la producción de refrescos y para llegar al monopolio ha utilizado la cantidad de mecanismos como: sacar del mercado a empresas medianas y pequeñas, dejar sin empleo a muchas personas, expropiar recursos a los países que ellos han denominado pobres, corromper gobiernos, derrocarlos, pisotear las leyes, matar personas, destruir sindicatos y todo con la complicidad de los gobiernos de los países.
Entre los mecanismos utilizados para lograr el monopolio de la producción de refrescos tenemos:
1,. Coca-Cola en nuestro país ha sacado del mercado a varias empresas productoras de refrescos a nivel regional y local en departamentos como Nariño, Tolima, Cauca, Magdalena Medio, entre otros. Sin medir cuantas personas quedan desempleadas o como afectó a las economía regionales y locales.
2.- Ha implementado la tercerización laboral en todos los procesos de fabricación de refresco o sea en Colombia, la Multinacional no asume directamente la responsabilidad laboral, sobre quienes ejecutan todos los procesos de trabajo de producción, mantenimiento de máquinas, equipos e infraestructura, administración, circulación propaganda, publicidad y servicios, flexibilizando sus formas de contratación. Las ex-empleados se han visto obligados a constituir cooperativas de trabajo asociado. En Colombia hay más de 50 empresas o cooperativas de trabajadores que prestan servicios a las empresas del sistema Coca-cola.
3.- En Colombia la multinacional está acusada del asesinato de nueve trabajadores, gran cantidad de secuestros y atentados, 67 trabajadores amenazados de muerte, 48 desplazados forzosamente, dos asilados, allanamientos, ataques a las diversas sedes sindicales e incentivos de unas de ellas, hostigamientos y renuncias forzadas mediante presión violenta, violación de acuerdos de trabajo, suspensiones injustificadas de los contratos de trabajo, entre otras tácticas para reducir sus costos de producción.
Con lo anterior la Coca- Cola en Colombia en el período comprendido dentro 1990 a 2001, multiplicó por 8 veces su patrimonio, 26 veces su activo, 1.4 veces el valor creado en sus fabricas, recursos que en vez de favorecer al pueblo colombiano la han perjudicado.
Cuando usted se toma una Coca-cola, no solamente se autodestruye por los efectos de sus componentes en su organismo, sino que también apoya todos los mecanismos desarrollados por la multinacional para monopolizar el mercado, que como ya vimos cobra muchas vidas en los países que los ricos han denominado subdesarrollados. Debemos tomar conciencia que el consumo de los productos de las multinacionales favorece el imperialismo o sea la ha dominación y sobre-explotación de los países ricos hacia los pobres.
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Coca Cola contribuyó con al menos 600.000 dólares a la campaña electoral de Bush y, sin poder precisar la cantidad, ayudó a financiar la criminal agresión imperialista contra Irak
Hace cinco años el Foro Social Mundial eligió el 22 de Julio como Día de Repudio a Coca Cola. Pretensión audaz la de intentar ponerle vallas a un imperio económico que no conoce fronteras; intento también difícil en Euskal Herria, donde el dichoso brevaje tiene carta de ciudadanía reconvertido en kalimotxo. Así y todo, el internacionalismo vasco participa activamente en dicha iniciativa de boicot mundial.
Coca Cola mantiene comportamientos comunes con cualquiera de las empresas multinacionales. Emporio deslocalizado que extiende sus tentáculos por los cuatro puntos cardinales. Maquinaria fantasma con un elevado nivel de producción sin apenas personal de plantilla ya que casi todos los tramos del proceso están privatizados. Sagaz acaparadora de acuíferos para asegurarse la materia prima con la que elaborar su producto; nefasta contaminadora de espacios limpios al deshacerse de sus pócimas. Como otras potencias económicas, fuertemente incrustada en el tejido político norteamericano y en el de los países dependientes donde asienta sus reales. Contribuyó con al menos 600.000 dólares a la campaña electoral de Bush y, sin poder precisar la cantidad, ayudó a financiar la criminal agresión imperialista contra Irak.
En cuanto a los países subsidiarios, actúa como virreina imponiendo las directrices políticas que convienen a la propia empresa y a Washington. A todos estos encantos, Coca Cola añade otro más específico: haber devenido en punta de lanza de la neocolonización. La marca de Coca Cola delimita los territorios adscritos en la órbita yanky; anula los rasgos identitarios de los pueblos para instaurar el modelo de vida norteamericano, carcome cualquier ideología independiente para convertir a las sociedades conquistadas en colonias desculturizadas y huecas.
Como empresa globalizada en la economía neoliberal, Coca Cola exprime al máximo las venas de incontables países para incrementar sus gigantescos beneficios. Aunque los métodos que utiliza para ello se han demostrado refinadamente inhumanos. Tiene el triste lábel de pertenecer a las cuatro empresas más explotadoras del planeta. Según informes de Human Rights Watch, explota a niños salvadoreños en las plantaciones de caña de azúcar sometiéndolos a prolongadas jornadas laborales. En Guatemala y Colombia, según refieren los sindicatos de este último país, «sufrimos por parte de Coca Cola ocho décadas de saqueo, represión, señalamiento, destierros, despidos colectivos, amenazas de muerte, detenciones, asesinato de dirigentes sindicales...».
La campaña de boicot que se está desarrollando a nivel mundial tienen un componente fundamental de solidaridad internacionalista. Se trata de una solidaridad combativa contra un monstruo demoledor. Herramienta de presión consciente, comprometida y fácil de ejecutar; gota que se une a otras gotas para engrosar el caudal; combate popular que se está desarrollando en distintos lugares del mundo. También Euskal Herria quiere estar presente en la trinchera internacionalista recogiendo el clamor de los trabajadores amenazados: «Quienes participan en el boicot nos ayudan a defender nuestro derecho a la vida».
Jesus Valencia. Educador Social
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