Un presidente afortunado. Los Co-Presidentes
Flavio Dalostto
Evo Morales es un presidente afortunado, porque entre otras fortunas, cuenta con el apoyo incondicional de Álvaro García Linera, el Sub-Comandante Línea-Linera. Linera no es el Vice-Presidente de Bolivia, sino el Co-Presidente de Evo. Amigo y Aliado de Morales, Linera contrasta con esa línea de vicepresidentes invisibles en unos casos, o "cagadores" de sus compañeros de fórmulas en otros. En éste último rubro navegan el Cleto Cobos de Argentina y Federico Franco de Paraguay.
Tal vez influído por su apellido, Álvaro Linera estudió Matemática en la UNAM de México; y en la cárcel boliviana, estudió Sociología.
Justo es reconocer que tanto Evo como Linera, forman un Equipo Presidencial, una coordinación matemática de ideas y acciones, que ha posibilitado mantenerse en el poder y acrecentarlo. El papel del Vice ha sido notable para Evo Morales, en lo afectivo, en los ideológico y en lo político.
Esto también es una muestra de la socialización del poder en un verdadero modelo al socialismo, donde el poder se reparte, y lejos de debilitarse, se fortalece y acrecienta en cada uno de los que lo posee.
Evo lo sabe, ha dicho "podrán voltear al indio, pero no al Pueblo". El Comandante está preparado para todo, aún para su muerte. Sabe, que no puede darse el lujo mezquino de pretender monopolizar la Revolución. Evo se pone debajo de la Revolución y no encima. No se apropia de ella, por eso la comparte, la socializa con otros, empezando por su compañero de fórmula. Si somos verdaderos socialistas también deberemos aprender a socializar el Poder, a confiar en Otros; a dejarse caer, sabiendo que Otro te sostendrá. Es difícil, pero hay que aprender.
El Ayllu inmortal
Todas las experiencias de poder estatal en la historia de Bolivia, se cayeron una tras otra: Tiawanako, el Reino Colla, el Tawantinsuyu, el Imperio Español y la República Liberal, se sucedieron unos tras otros en el actual territorio boliviano; pero solo el Ayllu los sobrevivió a todos. La organización comunal básica de aymaras, quechuas, urus, con su poder horizontal y compartido, resistió los embates de las conquistas y los milenios; mientras grandes estados verticalistas y monárquicos, indígenas o extranjeros, se derrumbaron sobre sí mismos. Cada vez que la nube de polvo que generaba la caída de alguno de ellos, se asentaba; entre las ruinas de sus grandiosidades rotas, se volvía a ver la nítida figura del Ayllu, rebelde, obstinado, igualitario y autosuficiente.
Si queremos que la Revolución Boliviana sobreviva a Evo, a Linera y a otros dirigentes, todo el País debe constituirse en un Gran Ayllu, en una supercomunidad de personas libres e iguales en derechos; donde el poder se vaya horizontalizando, gananado conciencias y responsabilidades, forjando la "Conciencia del Pueblo". Éste es el trabajo al que Evo nos convoca y nos desafía. Que cada quien se haga cargo de su parte de Poder y de Responsabilidad. Poder y Responsabilidad deben ir de la mano, en cada boliviano y en cada boliviana, para garantizar la Revolución.
Todas las Bolivias. Toda la Conciencia del Pueblo
El día en que la Gran Marcha llegó al Congreso de La Paz, para exigir a éste que apruebe el llamado a Referéndum por la Nueva Constitución, se lo pudo ver a Evo Morales encabezando la manifestación tomando una gran bandera que decía "por la Nueva Constitución con Autonomías".
La bandera era una larga franja de tela, que sostenía con sus manos el Presidente. Pero el Presidente no la sostenía solo, sino que otros dirigentes sociales la sostenían con él. Evo no se apropió de la bandera, sino que fueron varios los que la sostenían. Estaban Fidel Surco por los Campesinos, Pedro Montes por los Obreros y otros. Todos los Sub-Comandantes, parados sobre el mismo suelo, sin podios, portaban igualitariamente, la pancarta-bandera, y Evo solo era Uno Más. Tampoco Uno Menos. Otra vez el mensaje silencioso: "podrán voltear al Indio, pero no al Pueblo". Y el Pueblo estaba allí, resumido en ese grupo de dirigentes comprometidos con la Nueva Bolivia: El Pueblo Cocalero, El Pueblo Campesino, El Pueblo Obrero, el Pueblo de las Mujeres, el Pueblo de los Indios de Oriente, el Pueblo Alteño y muchos más. En resumen, el Pueblo Boliviano y no solo Evo sostenían la Refundación de una Nueva Bolivia.
Otro Gran Ayllu Latinoamericano: EL zapatismo
En consonacia con lo que sucede en Bolivia sobre la socialización del Poder, en las montañas de Chiapas, donde el Sub-Comandante Marcos lidera la Revolución Zapatista, también se observa este fenómeno de Comunidad del Poder. Marcos es la cara in-visible del proceso, la imagen mediática y romántica; pero todos hemos visto a otros Sub-Comandantes acompañando a Marcos. Éste ha manifestado varias veces que el Mando en el Zapatismo es un Co-Mando, un Mandar-Juntos, y esto se ve en el continuo ir y venir de los diferentes sub-comandantes. Marcos no monopoliza el Poder, el Poder está socializado, Mandar-Obedeciendo y Obedecer-Mandando. Dos revoluciones de importante raíz indígena, la Boliviana y la Zapatista, que parecen llevar sus tradiciones de Poder aldeano a un nivel territorial más amplio, un Gran Ayllu Nacional, que reproduzca las virtudes organizativas de las pequeñas comunidades en una Comunidad de Alcance Global
Confiar en el Otro, para dejarme caer, sabiendo que Otro me sostendrá, que otro también recibirá el llamado en su corazón. La Revolución es propiedad de Todos y cada quien debe sobrellevar la porción de Poder y Responsabilidad que ello implica. "La Organización Vence al Tiempo", dijo Perón.
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