El sueño…
el sueño es el hermano de la muerte.
Así que túmbate bajo este esqueleto en la frialdad de la tumba.
Permite que el abrazo de sus muertos brazos
te mantenga totalmente a salvo y dormido.
Enterrado en un sueño…
silenciosamente….
Para siempre bajo tierra




Un mártir - Charles Baudelaire


Un Mártir

(Dibujo de un maestro desconocido)

En medio de los frascos, de las telas recamadas
Y de los muebles voluptuosos,
Mármoles, cuadros, ropas perfumadas
Se arrastran en pliegues suntuosos,
En una alcoba tibia donde, como en un invernáculo,
El aire es peligroso y fatal,
Donde los ramilletes moribundos en sus féretros de vidrio
Exhalan su suspiro final,
Un cadáver sin cabeza derrama, cual un río,
Sobre la almohada desalterada
Una sangre roja y vivida con la que la tela se abreva
Con la avidez de un prado.
Semejante a las visiones pálidas que engendran la sombra
Y que nos encadenan los ojos,
La cabeza, con el montón de sus crines oscuras
Y de sus joyas preciosas,
Sobre el velador, como una ranúncula,
Reposa; y, vacía de pensamientos,
Una mirada vaga y pálida como un crepúsculo

Se escapa de sus ojos revulsivos.
Sobre el lecho, el tronco desnudo sin escrúpulos exhibe
En el más completo abandono
El secreto esplendor y la belleza fatal
De que la natura le hizo don;
Una media rosada, bordada de oro, en la pierna,
Como un recuerdo ha quedado;
La liga, cual un ojo secreto que fulgura,
Clava una mirada diamantina.
El singular aspecto de esta soledad
Y de un gran retrato lánguido,
Con ojos provocadores como su actitud,
Revela un amor tenebroso,
Un júbilo culpable y festejos extraños
Llenos de besos infernales,
Con los que se regocija el enjambre de ángeles malos
Flotando en los pliegues de los cortinados;
Y empero, al contemplar la delgadez elegante
Del hombro de contorno anguloso,
La cadera un poco puntiaguda y la cintura airosa
Cual un reptil irritado,
¡Ella es aún muy joven! —Su alma exasperada
Y sus sentimientos por el hastío mordidos,
¿Estuvieron entreabiertos a la jauría alterada
Los deseos errantes y perdidos?
El hombre vengativo, viviente, que tú no has podido,
Malgrado tanto amor, saciar,
¿Colmó sobre tu carne inerte y complaciente
La inmensidad de su deseo?
¡Responde, cadáver impuro! y por tus trenzas rígidas
Levantándote con un brazo febriciente,
Dime, cabeza horrenda, sobre tus dientes fríos,
¿No estampó él su suprema despedida?
—Lejos del mundo burlón, lejos de la multitud impura,
Lejos de los magistrados curiosos,
Duerme en paz, duerme en paz, extraña criatura,
En tu tumba misteriosa;
Tu esposo corre por el mundo y tu forma inmortal
Vela cerca suyo cuando él duerme;
Tanto como tú sin duda él te será fiel
Y constante hasta la muerte.

Charles Baudelaire

El odio de estos días - José Pablo Feinmann



Foto:DuvallGear

El odio de estos días

Por José Pablo Feinmann
Uno de los mails que recibí durante estos días me pareció no sólo doloroso, sino revelador de un estado de espíritu que atraviesa la derechizada sociedad argentina de estos días. Esta derechización no tiene nada de extraño pues el mundo ha girado a la derecha y en los países ricos surgen el fascismo, el neonazismo, la violencia contra el diferente, la incapacidad del diálogo, el desprecio de la democracia. Estuve –por cuestiones literarias– unos quince días en Europa y la xenofobia, el racismo y la violencia que conllevan son moneda de todos los días. Todos piden que se expulse a los inmigrantes, que no se los deje entrar. Se levantan muros legales o muros reales, como el que levanta Bush contra los mexicanos. El mundo está entre la derecha occidental y el irracionalismo extremo del islamismo. Entre tanto, habían surgido algunos gobiernos tenuemente populistas en América latina, a los que se toleró durante un breve tiempo y sobre los cuales las embestidas son cada vez más feroces. Se trataría de quebrar algunas opciones de esos gobiernos: reemplazar el Mercosur por el ALCA, abjurar de todo gesto de intervencionismo estatal, eliminar cualquier intento de redistribución de la riqueza, concentrar definitivamente los medios de comunicación en el sistema comunicacional que establece hegemónicamente Estados Unidos (con matices, pero sin diferencias notables), desterrar todo lo que apeste a populismo. Si esto se hará democráticamente o no es difícil decirlo. A Chávez, entre la oposición política, los medios de comunicación y el apoyo de Estados Unidos, estuvieron por voltearlo. Lo que se nota en la Argentina es un factor que acaso (porque así es este país) se manifieste con más potencia que en cualquier otra parte: el odio. Sencilla, simplemente, poderosamente el odio. Si alguien pudo pintar: “Cristina vas a morir como Evita”, todo es posible. Si a Cristina se le endilgan insultos del calibre más bajo, más obsceno y si, para peor, son las mujeres las que principalmente lo hacen, uno se pregunta: ¿qué pasa? Supongamos que el gobierno de Cristina Fernández no le cae bien a un sector de la población, pero: ¿es para tanto? ¿Es para injuriarlo más que a Menem, que a De la Rúa? Sabiendo (y aceptando en alguna medida) que a otros gobiernos, sobre todo al militar, no se les dijo nada de esto.

Tomo un ejemplo. El cantante Ignacio Copani escribió una canción. Yo no conozco a Copani. Pero ése no es un problema de él, acaso sea un problema mío. Escucho música clásica desde joven y no he logrado moverme de ahí. Hay quienes intentan hacerme “entrar” en el rock, pero no lo logran. Lo siento. La cuestión es que Copani compuso una canción que lleva un título traslúcido. Se llama: “Cacerola de teflón”. Debe tratarse de una crítica al sector social pro-agrario que se manifiesta en las calles con los utensilios que tiene en su cocina según su pertenencia en la escala social. Las cacerolas que tiene son de teflón. Copani canta su letra. Dice lo que tiene que decir y ahí empieza la invasión mediática. El “foro”, en Internet, tiene un anonimato que facilita la agresión y hasta el insulto más soez. Facilita la expresión del odio. De este modo, Copani dice que, a raíz de su canción, recibió algunos mensajes afectuosos. Pero: “Pero he recibido también otro tipo de contactos llenos de reproches, cargados de odio, regados de violencia, intolerancia, agresión y con un espíritu inquisidor que no creí que anidara todavía en gente de mi comunidad. He sido amenazado, agraviado, insultado, difamado, calumniado y, peor aún, han sufrido ese tipo de atropello miembros de mi familia. No me refiero a los impunes foros de Internet sino a e-mails, cartas y llamados recibidos”. ¿Qué pasa? ¿Dónde estamos viviendo? ¿Esta es la ciudad de Buenos Aires? ¿Esta es la capital cultural de América latina? ¿De dónde salió esta tropa de asalto, organizada, feroz, violenta al extremo de estar a las puertas de la agresión física?

Sigue Copani: “Aquellos que piensan que la Sra. Presidenta de mi país me paga por verso, recital u opinión, simplemente están expresando su propia escala de valores y asumiendo que ellos mismos podrían torcer sus convicciones a un precio determinado. Yo no”. Este es otro toque infaltable de este periodismo del odio. Afirma: todo aquel que se manifieste a favor de este gobierno lo hace por interés. En cambio, si “el campo” llena la Plaza ahí está la patria, la tierra, los valores centenarios, la clase rural que hizo la grandeza de la patria. Si la llena el Gobierno son todos gronchos traídos en los camiones de Moyano, o bandoleros de D’Elía, o desdichados que están ahí por un choripán. Y esto lo dicen periodistas con una trayectoria. Que de pronto se han erizado también de odio. Algunos de ellos cambiarán milagrosamente no bien el Gobierno arregle con sus patrones, con los grupos económicos para los que trabajan. La conversión ideológica del periodismo en los últimos tiempos ha sido vertiginosa. Incluso conozco mucha gente que lo detecta. “¿Viste? Fulano ahora ya no está en contra de Cristina”. “Y claro: si la empresa para la que labura arregló con el Gobierno.” Hay, sin embargo, un ingrediente genuino en este periodismo que acaso ni puedan variar, aunque el grupo mediático para el que trabajan les dé la contraorden: su antiperonismo. El odio gorila pocas veces penetró tanto en nuestra sociedad. Y peor aún: el odio a la generación del ’70. Lo peor que se le puede decir a alguien es setentista. Y al matrimonio presidencial se les dice sin más “la pareja montonera”, cuando jamás estuvieron en esa organización y no se ha discutido aún con claridad los dislates o no que ha cometido en nuestro país. Dice, en fin, Copani: “Nunca discuto una crítica, sea como sea y venga de quien venga. Pero en este caso no recibí opiniones sobre la conformación estética del tema, de su métrica, de sus rimas, de sus sonidos, de la destreza para ejecutarla, sino una violenta y censuradora mirada hacia el contenido de mis ideas y mi conducta, bien típico de tiempos de inquisición y dictaduras”.

Voy a citar ahora otro mail. Es de Hernán Nemi, que tiene 36 años, es profesor de Literatura en la Universidad de Morón, da clases en varios colegios secundarios y tiene un par de obras escritas para Teatro por la Identidad. (Esto lo torna muy sospechoso para la Argentina del odio y sus voceros comunicacionales. Porque la cosa también tiene este costado de destrucción fundamental: “¡Basta con esa cuestión de los derechos humanos! ¡Basta de juzgar a militares! ¡Basta de exhibir a Hebe de Bonafini en cada acto! ¡Ni a la Carlotto nos bancamos ya! ¡Eso terminó, es el pasado, hay que archivarlo!” O si no: “¡Hay que juzgar a los guerrilleros! ¿O no quedó alguno vivo?”.) Suscribo todo lo que dice Nemi, de modo que citarlo es hablar y decir por su medio, que es impecable, y exhibe una prosa inusual: “Se critica a Cristina por autoritaria: ¿qué otro presidente hubiera soportado cien días con rutas cortadas, desabastecimiento y amenazas constantes sin disparar un solo tiro ni reprimir en ninguno de los cientos de cortes de caminos que hubo? Entre el 19 y 20 de diciembre de 2001 murieron 31 personas en la represión del gobierno de De la Rúa a las manifestaciones populares. El matrimonio ‘montonero’ tuvo la actitud más tolerante y democrática frente a las protestas de la ciudadanía que se recuerde en toda la historia argentina”. Aquí sólo podríamos pulir la frase “toda la historia argentina”. Hubo otros gobiernos con tolerancia de democrática. Es cierto que, en este caso, el llamado “campo” ha paralizado el país y su abastecimiento. Se trata, sin más, de un acto de subversión absoluto que deteriora por completo el funcionamiento del país. Y a los piqueteros se los quería colgar por cortar una calle.

Sigue Hernán Nemi: “¿Es éticamente correcto que la clase media y alta de Buenos Aires salgan a golpear cacerolas por las retenciones del campo cuando jamás las golpearon por las flacas jubilaciones que cobran nuestros viejos ni por los chicos que tienen hambre, ni por los sueldos docentes, ni por la carpa docente, ni por la privatización vergonzosa de nuestras empresas en los ’90?”. Y también: “¿Tiene autoridad moral la Sociedad Rural de pedir más institucionalidad cuando apoyó a cuanto gobierno de facto hubo en la Argentina? ¿Este campo hoy indignado es el mismo que aplaudió a Menem a lo largo de la década del 90? Sí, es el mismo”. Es siempre el mismo, Hernán: es el que recibió con atronadores aplausos a Juan Carlos Onganía cuando el dictador entró en el predio de la Sociedad Rural... ¡en carroza! El que abucheó a Alfonsín. El que respaldó a la patria financiera en el golpe de mercado. El que apoyó a Videla y negoció con Menem. Hoy, en esta Argentina del odio, es la clase heroica que representa los intereses de la patria. ¡Y con los periodistas progres a sus pies!

Y, por fin, escribe Hernán: “Quienes piensan –legítimamente– que los ruralistas tienen razón, ¿por qué lo expresan a través de mails o comentarios tan agresivos, tan cargados de odio, tan faltos de argumentos racionales?, ¿qué nos pasa a los argentinos (y argentinas) que nos cuesta tanto bancarnos a una mujer como presidenta? Muchos de los adjetivos de esos mails –muchos de ellos enviados por mujeres– muestran el peor machismo: se la llama a Cristina ‘puta’, ‘conchuda’, ‘turra’, ‘tilinga’... Y al mismo tiempo, los argumentos brillan por su ausencia”.

Es así, Hernán: pero eso de bancarse a una mujer como presidenta no nos pasa “a los argentinos”, sino a ciertos argentinos. Y si hiciera otra política le tirarían flores. No es que no se bancan a una mujer, no se bancan una política. El poder, en este país, es pragmático. Si hacés lo que yo te digo, lo que yo necesito, lo que llena mis arcas, estoy con vos y sos hermoso. No lo olviden: si el establishment argentino se bancó a Menem, se puede bancar a Drácula. Al sólo costo de que Drácula haga lo que ellos quieren.

Fuente



Foto:ChemaMadoz

Corcobado y los Chatarreros de Sangre y Cielo - Arcoiris de lagrimas


Rock Popular Melodrámatico
Corcobado y los Chatarreros de Sangre y Cielo - Arcoiris de lagrimas(1995)

1- Déjame ver tu lado débil
2- Adiós respirar
3- Carta al cielo
4- Flores de lágrimas
5- Catorce
6- Muere - Mata
7- Dientes de mezcal
8- Llanto peligroso
9- Si tú no me quieres
10-Realidad
11-Sangre de arco iris
12-Yo seré tu cáncer
13-Diamanda
14-Violador



Un álbum cantado a la muerte y el amor, letras llenas de poesía y tristeza de este poeta maldito. Recomendado!!

Más sobre Lilith





Más sobre Lilith

No sabemos casi nada de Lilith. Salvo una brevísima mención en el libro de Isaías, La Biblia cristiana no dice nada más sobre la mítica primera dama de la historia de la Humanidad y a la que, por tanto, le cupo el honor de ser también la primera pareja de Adán, antes que Eva se oficializara para la posteridad recogiendo para sí tal papel. No existen apenas datos originales de esta figura que ha llegado hasta nosotros procedente, sobre todo, de la vieja tradición talmúdica; aunque no es exclusivamente oriunda de tal contexto, ya que, comparaciones, equivalencias y similitudes aparte, nos encontramos claramente identificada a nuestra protagonista en la vieja simbología súmera y babilónica integrando, incluso, ciertas versiones del ciclo de Gilgamesh. Con lo cual, nuestra dama goza de una antigüedad considerable.
Parece que, siguiendo con su propio mito, que nos la muestra como una guapa fémina muy enigmática y bastante siniestra, fatídica y perversa, indómita e impetuosa, celosa de su independencia, rotundamente atrayente, de ardientes deseos y de contundente seguridad en sí misma, que se rebela contra el rol asignado para las de su sexo, capaz de plantarle cara al mismísimo Creador si es preciso (como así hace) y de marcharse incluso del Paraíso para refugiarse finalmente en los abismos más profundos y sentar allí sus reales, también se ha ocultado para nosotros en el fondo de los siglos portando con ella su secreto.
Mas no por ello ha dejado de ser popular, pues a Lilith se han referido, entre otros interesados, feministas de pro entre las que algunas no han dudado en declararla su heroína favorita, sagaces psicoanalistas tal vez fascinados por su catálogo de cualidades y, cómo no, todo tipo de estudiosos de la Mitología y de la Simbología.
¿Será tan seductora Lilith como para merecer tanto esfuerzo?
Vamos a emprender nuestra tarea a través del estudio del simbolismo de nuestra elegida, apoyándonos en la lectura del contenido del símbolo de Lilith, así como el de Eva y Adán, tal como nos lo muestran el capítulo III del Génesis al describir la creación humana y el posterior pecado que ocasionó el despido definitivo del Edén decretado por Yavhé-Dios para la primera pareja y para sus numerosísimos descendientes. Un estudio simbólico que considerará como una unidad el mito cristiano de la Creación del hombre y que abarcará aspectos antropológicos, psicológicos y sociales. Para ello, conviene precisar algunos puntos sobre el lenguaje simbólico antes de introducirnos en nuestro tema:
* Lilith pertenece a la tradición judaica aunque, según algunos, haya sido "tomada prestada" de la mesopotámica, dentro de la cual es posible hallarla morando entre las ramas de un árbol que la mismísima Inanna plantó en un jardín sagrado de la ciudad de Uruk después de haberlo rescatado de las aguas del Éufrates, para hacerse de él un trono y un lecho, una vez crecido.

* El nombre de Lilith deriva del hebreo Lil, que significa noche, por lo que Lilith vendría a significar la nocturna, término que nos transmite la idea de oscuridad, de ausencia de luz, y que se relaciona con sus características personales y su ámbito de acción: la otra faz del día y los hechos que en tal momento acontecen. Una de sus representaciones y uno de sus animales asociados, la lechuza, refuerza esta consideración al tratarse de un ser que se desenvuelve en las tinieblas.

* Se han hecho muchas traducciones, equivalencias y comparaciones del término "Lilith", y ninguna de ellas demasiado agradable, pues se la conoce como Ave de noche (ahora sin especificar), ser monstruoso, ente espectral, fantasma nocturno, diablesa, etc.; se la ha llegado a emparentar con las tentadoras, sensuales y libidinosas súcubos, tan famosas en el Medioevo, erigiéndose nada menos que en Reina de las mismas.

* Lilith ha sido vinculada también con unos seres parecidos a los demonios del mediodía griegos (esta vez diurnos), ninfas de los campos de tersos cuerpos etéreos relucientes de sol; criaturas indomables, inocentes, ardientes y salvajes, que fascinan y enloquecen a los campesinos enamorándolos sin remisión. Algunas tradiciones cuentan, a este respecto, que entre el cabello de Lilith se encuentran, enredados, los corazones de los jóvenes que sucumbieron a su hechizo

* Se ha comparado a Lilith con las terribles lamias de la tradición grecorromana (recordemos a la reina Lamia que por su crueldad fue transformada en fiera y que devoró luego a sus hijos) y con las lamias de las creencias medievales, tanto seres de rostro de mujer y cuerpo de dragón como maléficas féminas que se alimentan de niños, que conviven con dragones acumuladores de tesoros en cuevas, y que tienen como distintivo un peine de oro, estando muchas veces provistas de unas patas (en lugar de pies) que terminan en pezuña hendida; guardan cierto parecido con algunas representaciones de las regentes y protectoras de fuentes y manantiales gallegas y cántabras, herederas de la tradición celta, y con algunos personajes femeninos de cuentos y leyendas que, a veces, aparecen con uno de sus pies correspondiendo al de un macho cabrío o al de una oca, siempre aludiendo a la presencia de un componente animal todavía activo, algo arcaico aún no del todo eliminado de ellas.

* Se le ha encontrado cierta semejanza a Lilith con las Xanas (Janas: Dianas) astures y las lamias del folklore vasco, aquellos seres similares a las hadas, a las ninfas y a criaturas de la Naturaleza semejantes, servidoras y a veces representantes de la propia Diosa Mari (la Gran Madre y también la Madre Tierra), que castigan y premian a los humanos (uno de sus regalos favoritos es la posibilidad de transmutar el carbón o paja de sus favorecidos en oro); que habitan en montañas, cavernas, cuevas y oquedades diversas, así como en manantiales y fuentes; y que a menudo aparecen hilando o alisando su largo cabello con unos peines de oro que semejan la media luna, o recorren los cielos, aureolada su cabeza con el blanco resplandor de la luna llena, o bien cruzan el firmamento portando una hoz de oro mientras arrastran consigo las tempestades y se envuelven en unas lenguas de fuego que desdibujan y afilan sus miembros inferiores.

* Además, se ha equiparado a Lilith con seres semejantes a las ondinas o a las nereidas, imaginándosela entonces con la parte inferior de su cuerpo correspondiendo a un animal acuático, tanto un pez como una serpiente marina.

* Se la ha asociado, aun, con serpentinas figuras infernales de torso humano similares a la Equidna griega o a otras habitantes del mundo inferior (la mansión de los muertos, el inframundo y también el inconsciente) como Hécate, por ejemplo, provocadoras de pesadillas, portadoras de terrores nocturnos, generadoras de espanto y relacionadas con los vínculos que se ansían pero que aprisionan, con la fuente del deseo, con la fuerza de las pulsiones, con la intensidad de los motivos humanos íntimos que instan a su satisfacción y que pueden llegar a ser destructivos. (Resaltemos aquí el hecho de que, entre su mucha descendencia monstruosa, como el Can Cerbero, guardián del Hades, Equidna fue la madre del buitre que ha de devorar por toda la eternidad las entrañas de Prometeo encadenado al Cáucaso).

* Hay que señalar que Lilith en algunos aspectos está vinculada con todas las Diosas Madres que conllevan un matiz de oscuridad, que reinan sobre los elementos (riquezas includas) del mundo subterráneo y que se relacionan con el aspecto vida y muerte de las cosas. Son cuna y sepulcro, principio y fin.

* Por último, no olvidemos que Lilith es representada popularmente como una seductora mujer, sin más vestido que su propia piel, provista de abundante pelo rojo por más señas) que se extiende como un manto a su alrededor; y que tiene por costumbre sentarse sobre la concavidad de la media luna.
Se trata de la luna oscura, que aparece visible al tercer día de la luna nueva en el horizonte oeste, mostrando una breve franja de luz arqueada, permitiéndonos contemplar las sombras que envuelven al resto de la esfera.

Lilith en la tradición hebrea
* El Talmud describe a Lilith como una bella y encantadora fémina de opulenta figura y espectacular cabellera ondulada y la cree madre de gigantes y monstruos. Algunas versiones de este texto nos la emparentan con un animal de pelo muy abundante perteneciente a una antigua especie no precisada, ya extinta y problablemente desconocida en la actualidad.

* En la demonología cabalística se la designa como uno de los siete demonios tradicionales, en concreto el adversario del genio de Venus, siendo ambos regentes del viernes. En tal versión, Lilith tiene faz humana, lleva el busto desnudo y su cuerpo termina en una larga cola de serpiente.

* También en la Cábala se la llama la reflexión femenina de Samael o Samael-Lilith. Satanás es el adversario por excelencia y una de las versiones de Samael, y Lilith asumiría características de "doble opuesto" y "doble contrario". Desde aquí se la entiende de nuevo como un ente maligno semianimal o medio humano.

* En el Zohar se la conoce como Hayo Bischat: "la Bestia", y también la "Mala Bestia", y se afirma que de ella descienden nuestros actuales monos. * Finalmente, no podemos olvidar las tradiciones de corte astrológico que relacionan a Lilith con la "luna negra". En este contexto, estaría representada gráficamente por un punto concreto del cielo situado en la parte más alejada de la órbita lunar respecto a la tierra. A nivel psicológico, se supone que operaría sobre los impulsos inconscientes reprimidos que, individualmente, se expresarían según el sector zodiacal (signo y casa particular) activados por su presencia y conforme a los aspectos que presente con otros elementos astrológicos.
> sí pues, tenemos que Lilith se nos aparece como seductora mujer, bello animal, ambiguo ser a medio camino entre el humano y la bestia, ente monstruoso, diablesa, fascinante demonio hembra y espectral habitante de las sombras, generadora de seres aberrantes. Pero siempre se muestra impulsada por la pasión y rodeada por un magnético halo de misterio, de transgresión, de oposición, malignidad, peligro, desacato, rebeldía, tentación y deseo.
Y por el contrario, también de frescura, espontaneidad, independencia, libertad y tal vez autenticidad; pues todo simbolismo es ambivalente y polivalente, como ya se ha señalado, cosa que los pocos elementos concretos y muy modificados de su mito a los que podemos acceder nos confirman.
Mas no por dejar de pertenecer al plano físico se privó Lilith de las delicias de la fecundidad, ya que según nos muestra la tradición engendró seres en tales correrías nocturnas. Y lo hizo, para más precisión, durante los 138 años que -dice la Cábala- tardó Adán en engendrar a Seth después de que hubieran nacido Caín y Abel, cifra que nos da una idea de la longevidad (mítica) de nuestro antepasado y de la espaciada capacidad generativa de ambos progenitores.
o es extraño que en vista de los anteriores avatares Lilith no sea nada grata en la tradición hebrea. Está feo, desde este contexto, tener la osadía de querer asemejarse al varón reclamando paridad con el mismo, discutir el rol a tomar respecto a éste, desobedecer las órdenes del Hacedor con tanto atrevimiento, abandonar el Paraíso… Pero lo más terrible de todo es el hecho de invocar el Nombre de Dios, innombrable en toda la tradición judía, por considerar que el Nombre verdadero de cualquier ser contiene las características de lo nombrado, y por lo tanto es posible conocer su esencia y adquirir poder sobre ello. Pronunciar el nombre de Dios se convierte, pues, en una osadía suprema, un acto de soberbia mucho mayor que el de hacer directamente oídos sordos ante sus mandatos; algo, en fin, demasiado grave.

Un primer análisis del mito nos muestra que Lilith ha abierto las puertas de lo prohibido. Lilith ha roto con lo estipulado por el Creador para la raza humana. Ha quebrantado lo establecido, se ha querellado contra el orden natural de las cosas, ha abandonado el lugar propio de la Humanidad, ha transgredido los límites impuestos a los seres humanos (algo que también hará Eva en su momento) y por ello se ha colocado fuera del mundo de los hombres y se ha convertido a sí misma en apátrida, en exilada, en extraña…
Es por su actitud frente a las normas por lo que se considera a Lilith enemiga del matrimonio, adversaria de los nacimientos, contraria a los hijos, instigadora del deseo proscrito y fomentadora del desacato, en general, frente a las reglas sociales establecidas. Por todo ello, en definitiva, en el contexto judaico se la tiene por un ser nefasto y un ente maligno en general; de ahí su asociación con lo diabólico y su vinculación con la tentación y la transgresión, a evitar, por supuesto, si se pretende mantener un orden sociocultural determinado.
Vemos entonces varios aspectos a considerar en el análisis del mito de Lilith.

a).- Antropológico
Su situación de primera mujer antes del nacimiento de Eva la presenta como un ser previo a la adquisición de la conciencia humana, como un representante de una "humanidad previa"; por decirlo así, un grupo de seres anteriores a la humanidad que todos conocemos y de la cual todos participamos en la actualidad.

b).- Religioso
Ciertas particularidades de las personificaciones de Lilith podrían emparentarla con características, atributos y potencias relacionadas con la Magna Dea, la Diosa en su aspecto oscuro en la plena acepción del término, como por ejemplo su capacidad generativa, su relación con la sabiduría profunda, su vinculación con la vida y la muerte, su asociación con lo abisal, etc.

c).- Psicológico
Lilith contiene en sí elementos suficientes que, sin hacer una valoración moral, sí nos permiten en cambio pensar en un patrón típico de lo femenino caracterizado por rasgos como la independencia, la autonomía, la autopertenencia, la confianza en el propio criterio, el sentido crítico, la vinculación con el propio ser y el propio deseo que desde nuestra mentalidad la hacen conceptualizar como individuo libre. El mismo hecho de su "ocultamiento" en las profundidades nos mostraría que el factor Lilith puede estar en determinadas mujeres reprimido, oculto en su propio interior, mas permanece latente y actúa desde las propias profundidades.

d).- Social
Lilith nos remonta a la tan mitificada, por otra parte, etapa matriarcal de la Humanidad, cuyos restos casi podemos exhumar si hacemos arqueología cultural y, aún ahora, contemplamos implícitos en algunos textos de la Literatura clásica y en el simbolismo de las Diosas lunares.
El simbolismo de Lilith, por tanto, apuntaría a un momento previo al actual orden social patricéntrico que ha prefijado determinadas pautas de relación entre hombres y mujeres. Y por "actual" entendemos vigente, en el sentido de que corresponde a unos códigos todavía en uso en los patrones culturales judeo-cristianos y en las sociedades a ellos adscritas; códigos que se remontan a los orígenes mismos de esta tradición. No hay más que ver cómo ha "desaparecido" Lilith, cómo aparece Eva en el Génesis, la interpretación y la divulgación tan particular que durante siglos se ha hecho de los actos de nuestra primera madre como portadora del mal y fuente del pecado para la Humanidad, además de las consecuencias sociales e individuales provocadas con tales transmisiones.



Resumen en otoño - Julio Cortázar



Resumen en otoño
Julio Cortázar


En la bóveda de la tarde cada pájaro es un punto del recuerdo.
Asombra a veces que el fervor del tiempo
vuelva, sin cuerpo vuelva, ya sin motivo vuelva;
que la belleza, tan breve en su violento amor
nos guarde un eco en el descenso de la noche.

Y así, qué más que estarse con los brazos caídos,
el corazón amontonado y ese sabor de polvo
que fue rosa o camino-
El vuelo excede el ala.
Sin humildad, saber que esto que resta
fue ganado a la sombra por obra de silencio;
que la rama en la mano, que la lágrima oscura
son heredad, el hombre con su historia,
la lámpara que alumbra.

No nos morimos...nos matan!!!


Non sancto
En el centro del negocio mundial de la soja y los pesticidas –que van de la mano– hay una multinacional norteamericana especializada en alta toxicidad. Una serie de investigadores denuncia a Monsanto por el sistema con que opera, que deja un tendal de monocultivo, deformaciones genéticas y enfermedades, y que quiere hasta patentar a los chanchos.
Por Alicia Dujovne Ortiz
Desde París

“Hace más de veinte años que recorro el mundo, y en todas partes he oído hablar de esta multinacional norteamericana, a decir verdad bastante mal. Quise entender de qué se trataba y navegué por Internet durante meses. Es así como he descubierto que Monsanto representa una de las empresas más controvertidas de la era industrial, porque siempre ocultó la extremada toxicidad de sus productos. ¿Qué pasa hoy? ¿Nos dicen la verdad sobre esos OGM? ¿Podemos creerles cuando nos dicen que las biotecnologías resolverán el problema del hambre y de la contaminación del medio ambiente? Para responder a esas preguntas, retomé mi bastón de peregrina y viajé a lo largo y a lo ancho de tres continentes. Hoy estoy segura de que no debemos dejar que esta empresa se apodere de las semillas, vale decir, de la alimentación mundial.”Mostrar/Ocultar

La autora de esas palabras, Marie-Monique Robin, ya había tomado su bastón de peregrina para ocuparse, entre otras cosas, de la presencia en nuestro país de la OAS, la organización paramilitar argelinofrancesa que a través de la Triple A exportó a la Argentina sus escuadrones de la muerte. Hace unos pocos meses Robin publicó un libro decisivo, El mundo según Monsanto, de la dioxina a las OGM, una empresa que nos desea el bien, y realizó un documental donde cuenta la historia de estos no menos espeluznantes escuadrones. Según sus declaraciones, los telefonazos insultantes recibidos a raíz de su primer texto fueron juego de niños en comparación con los aprietes que le valieron meterse con Monsanto.

No es la primera vez que se denuncia a esa empresa, pero sí es la primera en que el desenmascaramiento llega, por fin, a una cadena televisiva de tanta difusión como la francoalemana Arte, que transmitió hace poco el filme de Robin. Ya en el año 2000, Isabelle Delforge había publicado, en Bruselas, Alimentar al mundo o el agrobusiness, donde revelaba el engranaje oculto de Monsanto. Para escribir estas líneas me he guiado por los trabajos de Robin, de Delforge y del investigador Raoul Marc Jennar, de la Urfig/Fundación Copernic, que, como nuestro Premio Nobel Alternativo, el doctor Raúl Montenegro, tampoco se queda corto al analizar todo lo que en Monsanto resulta non sancto.

¿Merece Monsanto la calificación de “necroempresa” con que muchos la adornan? El siguiente relato parecería confirmarlo. Si a principios del siglo XX, los “mercaderes de la muerte” fueron la compañía alemana Krupp, la británica Vickers y la francesa Schneider-Creusot, Monsanto los reemplazó simbólicamente en 1945. En primer lugar, al asociarse, dentro de la Chemagrow Corporation, con la IG Farbenfabriken que había sostenido financieramente al nazismo en los años treinta y fabricado el gas para Auschwitz diez años después. Es cierto que una empresa no tiene por qué meterse a fisgonear en lo que han hecho sus socios, antes de haberlos frecuentado en carne y hueso; sobre todo si esa empresa está basada en un criterio de rentabilidad, acaso incompatible con el de humanidad, como el que el propio Edgar Monsanto Queeny, presidente de Monsanto desde 1943, manifestó con una sinceridad casi conmovedora: “I am a cold, granitic believer in the law of the jungle”.

Esta sociedad transnacional comenzó a hacerse célebre por ella misma, y no por sus malas compañías, durante la guerra de Vietnam y a causa de su tristemente célebre “agente naranja”. Destinado a desherbar la selva para impedir que los vietcong se escondieran entre sus vericuetos, el agente naranja, fruto de la combinación de los elementos 2,4-D y 2,4,5-T, fue difuminado en dosis gigantescas desde las avionetas norteamericanas. Pequeño problema, al fabricar este herbicida surge un producto derivado conocido como TCDD o dioxina, “impureza” que no puede ser eliminada y que provoca malformaciones del feto, transformaciones genéticas y cáncer. La hierba vietnamita murió, en efecto, de un solo saque, pero los seres humanos siguen muriendo de a poco hasta el día de hoy. En 1988, diecisiete años después del bombardeo desherbante, las sustancias tóxicas seguían presentes en la fruta y la verdura repletas de dioxina. “No nos nacen bebés sino monstruos”, exclamó un médico partero, el doctor Le Diem Huong, al tomar entre sus manos a un recién nacido de cuya carita salían los órganos genitales.

Penetrar los entretelones de Monsanto no es tarea difícil. Convencida de su derecho a llenarse los bolsillos, y fiel a la sinceridad de su fundador, la empresa no se traga la lengua. “Nuestro objetivo es la captación de toda la cadena alimentaria”, declaran sin ambages sus máximos representantes, refiriéndose a una dominación que les asegura el control absoluto de las distintas poblaciones por su lado más débil, el vientre. Las predicciones de Aldous Huxley y de Georges Orwell quedan reducidas al tamaño de un poroto, obviamente de soja, al lado de esta posesión de lo comestible que se manifiesta por medio de una curiosa idea: patentar la vida.

¿Cómo se obtiene la patente de algo que, con inconmensurable ingenuidad y en nuestra calidad de seres vivos, hemos creído nuestro? Desde la semilla “Terminator” (admitamos que el nombre es un hallazgo) hasta la producción de pesticidas y herbicidas, de hormonas de crecimiento y de organismos genéticamente modificados, altamente tóxicos y cancerígenos (¿pero acaso un “granítico frío” se achicaría ante tan nimio detalle?), se trata de inventar y de producir todo lo susceptible de ser comercializado en forma óptima, vale decir, sin el menor prejuicio de carácter ético. Ejemplo: crear especies vegetales Monsanto que resistan a los pesticidas y herbicidas Monsanto, y sólo a ellos. Dependencia asegurada: para garantizar la producción, no queda más remedio que desherbar y apestar con esas sustancias específicas y no con otras. Cada semilla genéticamente modificada es propiedad de su inventor, patentada y protegida por las reglas de la Organización Mundial del Comercio. La modificación genética puede ser tan ínfima y, por ende, tan insospechable, que el campesino que compra una semilla cualquiera, y la siembra sin suponer siquiera quién está por detrás, se expone a una persecución judicial. Es lo que acaba de sucederles a los campesinos mexicanos que sembraron maíz, tal como lo vienen haciendo desde mucho antes de Moctezuma. Un buen día les cayó encima Monsanto, a quien desde ese momento no me extrañaría que le llamaran Mondiablo. “Esa semilla es nuestra –les dijeron–. Ustedes no tienen derecho a utilizarla porque está... patentada.”

Terminator se llama así porque termina con las hierbas salvajes, y también con todo intento de autonomía agrícola. Gracias a la introducción de un gene autodestructor, la dichosa semillita sólo germina una vez, de modo que el campesino está obligado a comprarse otras todos los años, en vez de tomarlas de su cosecha anterior como lo tuvo por costumbre desde siempre. Aunque Monsanto haya anunciado que retira del mercado su semilla con nombre de juego electrónico para adolescente con cerebro lavado, otras firmas la comercializan, en particular su genio creador, la Delta & Pine Land Co. Sin contar con que la tecnología Terminator tiene como treinta patentes distintas, compradas por unas cuantas transnacionales agroquímicas que tampoco se andan con chiquitas. Transnacionales que, con Monsanto a la cabeza, extienden la práctica a todas las especies vivientes que puedan servir como alimento o como medicamento de origen vegetal, pero también animal. Esto último no es broma: Monsanto ha presentado una solicitud de patente para cerdos que, de ser aceptada, le permitiría cobrarle una suma por chancho a cada propietario de chiquero, en la Argentina, en Eslovenia y en Dakota del Sur.

Monsanto, fundada en 1901 por John Francis Queeny y así llamada en homenaje a su esposa, Olga Méndez Monsanto, ha debido enfrentar, y algunas veces perder, unos cuantos procesos. Los veteranos norteamericanos de la guerra de Vietnam, encargados de pulverizar el agente naranja pero incapaces de evitar que el mismo chorro les cayera a ellos; la asociación vietnamita de víctimas del agente naranja, que denuncia a Monsanto y a otros diez fabricantes de herbicidas por crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra; una Madre Coraje paraguaya, Petrona Talavera, entrevistada por Robin y cuyo hijo Silverio, como tantos otros Silverios argentinos, brasileños y paraguayos, súbditos de la “República unida de la soja”, murió envenenado bajo una lluvia de pesticidas; o la asociación bretona Aguas y Ríos, que acaba de reaccionar con santa indignación a una página de publicidad donde se exaltan los beneficios del célebre Roundup, causante de la fuerte contaminación de los ríos bretones y enérgicamente denostado, por sus claros efectos cancerígenos, durante el Grenelle del Medio Ambiente que tuvo lugar en Francia hará dos o tres meses; todos ellos han presentado sus quejas y hasta, en raras ocasiones, obtenido justicia. Nada de lo cual detiene a la necroempresa: en la actualidad, Monsanto es el líder planetario en la producción de glifosato, un herbicida total comercializado bajo la citada apelación de Roundup. La semilla de soja genéticamente modificada que le va como anillo al dedo se llama Roundup Ready y es, qué duda cabe, resistente al herbicida del mismo nombre.

Lo cual, de modo indefectible, nos lleva a preguntarnos: ¿y por casa?

Según datos publicados por este mismo diario, en la Argentina de 2007 la cosecha de soja transgénica llegó a los 47 millones de toneladas y abarcó 16,6 millones de hectáreas, rociadas con 165 millones de litros de glifosato. Los agronegocios basados en la soja transgénica desalojaron, en los últimos diez años, a 300.000 familias de campesinos e indígenas que fueron a engrosar los contingentes de las nuevas Villas Miseria. Un número aún indeterminado de peones perdió su trabajo, y su sueldito de hambre, porque el cultivo de la soja no requiere de muchos brazos. El avance de la soja obligó a desmontar 1.108.669 hectáreas de bosques en cuatro años, con el consiguiente empobrecimiento de la tierra en poco tiempo más. Las compañías que se han beneficiado con el negocio sojero son, por supuesto, Monsanto, pero además Dupont, Syngenta, Bayer, Nidera, Cargill, Bunge, Dreyfus, Dow y Basf, entre otras. Mientras tanto, las malformaciones de fetos, los abortos espontáneos, el aumento del cáncer en vastas zonas de nuestro país, y la aridez inexorable para dichas zonas, no regadas con lo mismo que en Vietnam pero casi, apenas si entran en las discusiones que nos agitan desde cien días atrás.

En el libro de Robin, el capítulo dedicado a la Argentina da frío en la espalda. Todo empezó con Menem a principios de los noventa, en medio de un coro de alabanzas oficiales y privadas a las biotecnologías que contribuirían a “ganar la guerra contra el hambre y a proteger el medio ambiente”. Al principio, las “semillas mágicas”, vendidas muy baratas, a pagar después de la cosecha y fácilmente sembradas con siembra directa sobre los residuos de la anterior, tuvieron el efecto de un canto de sirenas. Frente a la crisis de 2001, el boom mundial de la soja transformó el oro verde en “refugio y motor de nuestra economía”. Algunos comenzaron a comprender, lo cual no garantizó la durabilidad de su inteligencia: “Asistimos a una expansión sin precedentes del agrobusiness en detrimento de la agricultura familiar”, se lamentaba en 2005 un Eduardo Buzzi entrevistado por la investigadora. Sin embargo, las ganancias alcanzaban cifras astronómicas y un programa de “Soja solidaria”, implementado en las villas, pretendió taparles la boca a los pocos aguafiestas que entendieron la trampa.

Hoy tampoco son muchos los que lo saben ni los que lo difunden: la aparición de biotipos que ya no son tolerantes al glifosato obliga a aumentar las dosis de herbicidas. Consecuencia (aparte de las muertes fetales precoces): disfuncionamientos de la tiroides, de los pulmones, de los riñones, malformaciones genitales en los varones, nenas de tres años que ya tienen la regla. “Un verdadero desastre sanitario”, según el doctor Darío Gianfelici, médico de un pueblito entrerriano que ve lo que sucede y que se anima a decírselo, por lo menos, a una francesa, felizmente dispuesta a meter sus narices donde nadie la llama. ¿Habrá previsto el doctor en 2005 que sus palabras nunca serían escuchadas tal como hoy lo son las de un comprovinciano suyo, autor de la mejor frase acuñada en la Argentina en lo que va del siglo, “las vacas morirán de pie”, y para quien, frente a las cámaras, pibe más, pibe menos que nazca enfermo no es un tema que importe?

¿Pero para quién lo es? De memoria sabemos que el productivismo frenético del campo acrecienta la hambruna y la desnutrición en los países pobres, provoca el éxodo rural, la desertificación, la destrucción de los ecosistemas, introduce enfermedades por ahora incurables en las plantas, los animales y los seres humanos, y produce una “contaminación genética” de consecuencias imprevisibles. Con todo, es necesario machacarlo: cuando los responsables políticos sienten la más olímpica indiferencia hacia la seguridad sanitaria de sus respectivas poblaciones, y cuando la investigación científica se ve obligada a venderse al poder privado, la organización mercantilista del mundo gana por varios tantos.

Por sentido de la equidad, y porque el enriquecimiento desorbitado de un puñado de gente me da dentera, desde el comienzo del conflicto he apoyado las tan cacareadas, baladas o mugidas retenciones; y no puedo menos que felicitarme de que con esa plata, la Presidenta se proponga construir hospitales. Sin embargo, tampoco puedo menos que acongojarme al comprobar que los dimes y diretes entre el Gobierno diz que bifronte, y los cuatro jinetes del Apocalipsis, reunidos al grito de mozo jinetazo ahijuna, no hayan tenido en cuenta que, si se sigue sembrando nuestra tierra con semilla transgénica y espolvoreándola con los pesticidas que son su media naranja, ni los nuevos hospitales darán abasto. Toda redistribución de la riqueza que no le imponga las más draconianas trabas legales a Monsanto y a la sojización del territorio sólo será otro modo, por cierto no exclusivamente argentino, de una sola y misma complicidad.
Fuente

Paradise Lost - Believe In Nothing


Paradise Lost - Believe In Nothing (2001)

1.I Am Nothing 04:01
2.Mouth 03:45
3.Fader 03:57
4.Look at Me Now 03:37
5.Illumination 04:31
6.Something Real 03:35
7.Divided 03:27
8.Sell It to the World 03:11
9.Never Again 04:38
10.Control 03:29
11.No Reason 03:14
12.World Pretending 04:28

Pass:www.ibadeath.org


La Belleza - Luis Eduardo Aute

La Belleza

Enemigo de la guerra
y su reverso, la medalla
no propuse otra batalla
que librar al corazón
de ponerse cuerpo a tierra
bajo el paso de una historia
que iba a alzar hasta la gloria
el poder de la razón
y ahora que ya no hay trincheras
el combate es la escalera
y el que trepe a lo mas alto
pondrá a salvo su cabeza
Aunque se hunda en el asfalto
la belleza...

Míralos, como reptiles,
al acecho de la presa,
negociando en cada mesa
maquillajes de ocasión;
siguen todos los raíles
que conduzcan a la cumbre,
locos por que nos deslumbre
su parásita ambición.
Antes iban de profetas
y ahora el éxito es su meta;
mercaderes, traficantes,
mas que nausea dan tristeza,
no rozaron ni un instante
la belleza...

Y me hablaron de futuros
fraternales, solidarios,
donde todo lo falsario
acabaría en el pilón.
Y ahora que se cae el muro
ya no somos tan iguales,
tanto vendes, tanto vales,
¡viva la revolución!
Reivindico el espejismo
de intentar ser uno mismo,
ese viaje hacia la nada
que consiste en la certeza
de encontrar en tu mirada
la belleza…

Luis Eduardo Aute

Charon - Songs For The Sinners


Gothic Rock
Charon - Songs For The Sinners (2005)

01 - Colder
02 - Deep Water
03 - Bullet
04 - Rain
05 - Air
06 - She Hates
07 - Ride on Tears
08 - Gray
09 - Rust
10 - House of the Silent


Hail Sátan, La Invocación….







Hail Sátan, La Invocación….

Me he decidido a contar toda la verdad de lo ocurrido hace 20 años ya, en la ciudad de Z…(omito los nombres para guardar a los lugares que acá parecerán de culpas y escrúpulos, de las gentes que lean este relato), en compañía de mi amigo…,y maestro en ciertos asuntos, David T…, no espero que se me crea, ni que al lector le parezca por lo que en estas páginas leerá, dude de mi salud mental, pero es un detalle ya sin importancia para mi, mi única intención a estas alturas es desahogar mi condenado espíritu.

Mi nombre es Bernardo S…, y soy hijo único de una tranquila familia,(la cuál ya descansa en paz) de provincias y que siempre espero de mi, lo que en su vida deseaban para ellos, tranquilidad, tranquilidad encontrada en el trabajo honesto y la vida pueblerina, observar la religión y fe católicas, por esto al hacerme mayor fui enviado al único colegio (en esos tiempos) que allí había, dirigido por sacerdotes, sin muchas pretensiones, se enseñaba allí lo básico en casi todos los ramos, obviamente haciendo tiempo para oraciones, catecismos, etc, que eran más importantes ahí que lo impartido.
En aquellos tiempos de mi infancia (y luego) de mi adolescencia, inculcaba ya el odio y el asco, que siempre, por toda mi vida he tenido por lo religioso, el cuál fue cada día de los que pase en ese colegio de provincia en aumento constante…., no sé sí algunas personas que lleguen a leer este relato puedan sentir alguna afinidad con este sentimiento, para aquellos que la vida esta completa y llena solo en la piedad y reverencia hacia todo lo que se entiende por sagrado, desde la mirada de la Iglesia Católica, nada o poco captaran de lo que acá trato de explicar, en cambio aquellos que al ver las iglesias o algún sacerdote predicando, sienten un total desprecio, quienes se sientan atraídos por los cementerios de noche, por las casas antiguas y desabitadas y por los libros (¡ oh los libros!) viejos, de temas sobre lo más allá de lo natural, y que dan avistamiento a las regiones inmensas que se abren hacia el infinito, dejando empequeñecido hasta el ridículo el mínimo conocimiento humano, me entenderán.
En esos días ya tan lejanos, yo admiraba, me deleitaba…aunque a veces me estremecía, con todo lo referente a la brujería y hechicería, todo aquello que pudiera entregar al hombre que los supiera utilizar, poderes más allá de todo lo inimaginable, por ello en esos días mi vida transcurría en la increíblemente abarrotada biblioteca del colegio (seguramente debía guardar textos desde la edad media, un refugio para el saber por estar tan escondido mi pueblo), vagaba yo ahí por aquellos estantes, como lo haría un leproso en busca de la cura de sus males, ahí pasaba horas y horas leyendo agusanados libros, mohosos otros y que yo me daba el trabajo de recomponer, en es lugar fue donde conocí a David T… .
Era uno de los tantos días en que yo me encontraba en la biblioteca luego de escabullirme de el servicio religioso ( cosa que por lo demás hacia ya con frecuencia) y luego de buscar en el catálogo algún ejemplar mi atención me decidí por el libro “Hechizos y Contra Hechizos, Prácticas Mágicas” de Marchard Claudio, me dispuse luego de anotar la ubicación del libro a ir en su busca, seguro de antemano de encontrarlo, ya que los libros que despertaban mis simpatías prácticamente nunca eran sacados de sus estantes, pero cuál sería mi sorpresa al encontrar el lugar en que debía estar…,vacío, revise nuevamente el número en el catálogo, hallando que no me había equivocado y el lugar en donde el libro en cuestión debía estar, pues estaba vacío realmente, es decir alguien le había sacado.
Sabiendo que todo el colegio se encontraba en misa y que por el contenido del libro era casi imposible que hubiera sido sacado en préstamo por algún alumno, me dispuse pues a buscar en la biblioteca si había alguien más que estuviera leyendo en esos momentos, esta especie de búsqueda de “alma gemela”por así decirlo, no me resulto larga, ya que a poca distancia del estante en donde yo había ido a buscar el libro, en una de las numerosas mesas allí dispuestas para la lectura, se encontraba quien por esta casualidad y desde ese mismo momento se convertiría en mi guía, maestro y por sobre todo amigo en largos años de estudio y experimentación esotérica que siguieron luego de ese encuentro, nunca he olvidado como le vi esa vez…,sentado y leyendo con avidez, parecía la encarnación de alguna potencia adquiriendo o quizás “recordando” viejos conocimientos vedados por su complejidad u horrible contenido, para el común de los mortales, al acercarme levantó la cabeza y dirigió su miraba que brillaba en la poco iluminada sala de lectura, una mirada fría y de una fijeza tal que uno se veía obligado a parpadear y alejar en algo su fuerza…me estremecí ahí, como me estremezco ahora al recordarlo a pesar de los años transcurridos.

“Hola, dije en voz muy baja, todavía impresionado por su mirada, “mi nombre es Bernardo S…”
“Buenas, “¿Que es lo que deseas? “, me contesto.

Luego de sentarme le referí el incidente del libro, estableciéndose nuestro primer contacto y diálogo, pasamos por una multitud de temas en aquella tarde, todos afines a nuestro común amor a las sombras y lo oculto, quedando cada minuto más pasmado por sus increíbles conocimientos a los temas que me obsesionaban, contribuyó a esto también, nuestro mutuo desprecio hacia lo religioso, nuestro común amor a las prohibidas ciencias, esas cosas contribuyeron como la lluvia a ensanchar los ríos, así al ponerse el sol, veía que el sería mi guía por los derroteros ajenos al ser humano común y corriente.
No haré referencia a todas nuestras aventuras, sacrilegios y actos fuera de lo corriente, por no decir cercanos a lo delictúal que juntos realizamos en aquella época, solo diré que comparados a los que realizamos adquirida nuestra mayoría de edad y partir a la Universidad en la ciudad de Z…., eran solo juegos de niños. Así, al abandonar para siempre aquellos parajes, dejando atrás nuestras familias y raíces, sin mirar atrás, ya que estábamos más que hartos de campo, curas y colegio (excepto por su biblioteca claro, que quizás fuera lo único que llegáramos a extrañar). Ambos nos habíamos inscrito en variadas materias, siendo las de arqueología y mitología, junto con el estudio comparado de culturas y religiones desaparecidas, todo lo referente a sus ritos y a sus creencias y ritos las que lejos, más nos interesaban.
Devoramos en la inmensa (mucho más obviamente que la de nuestro colegio) biblioteca de la Universidad todo lo referente a estos temas y muchos más, concurríamos regularmente a clases y todo iba dentro de la típica rutina del estudio universitario, cuando llegó la noche del 31 de Octubre.
Era una noche totalmente obscura y serían alrededor de las 21.00 hrs y nos encontrábamos en una de las habitaciones de la antigua casona que junto a mi amigo habíamos arrendado, por demás esta decir, que era la más derruida, tenebrosa y alejada de la población que pudimos encontrar, esto por varias razones, derruida para pagar un escaso alquiler, tenebrosa por nuestras aficiones hacia lo siniestro, además al mismo tiempo alejaba a las gentes inoportunas (además de a toda la localidad, tenía además de muchos años atrás fama de encantada) y por ultimo retirada para poder trabajar con tranquilidad de no ser sorprendidos en nuestras investigaciones y experimentos, no utilizábamos luz eléctrica y con ello contribuíamos más aún al aura diabólica de la casa…..,aunque obviamente para nosotros era el parnaso.

La habitación en que nos encontrábamos la habíamos destinado para el trabajo diario y entre nosotros le llamábamos el “laboratorio”, mi amigo se encontraba ensimismado hacía semanas en la traducción de un antiquísimo volumen, este era una de las primeras copias del “Libro de Enoch” el cuál estaba escrito en Latín y databa del año 1353, habiéndolo encontrado hacía unos meses en la biblioteca de la universidad, David no dormía por terminar lo más pronto posible de traducirle al castellano, incansablemente se quedaba hasta altas horas de la madrugada traduciendo el espantoso volumen, para luego dormir un par de horas y proseguir con su auto-impuesto trabajo, en las ultimas semanas ya no dormía, días antes del 31 de Octubre, ni el mínimo descaso del par de horas se consentía, no probaba alimentos también en varios días ya, solo café cargado y anfetaminas…., sabía que nada valía mi opinión de que parara semejante desgaste de su cuerpo, se limitaría mirarme y ya…sabía que no soportaba su inmisericorde mirar, menos aún con la absoluta fijeza que el café y las anfetaminas le conferían, debía ser enorme el apremio que sentía por terminar la traducción , elucubraba, fumando sentado al fondo del “laboratorio”. Aún estaba ahí adormilado, cuando el grito :
“¡¡ Por fin!!, ¡¡ lo he encontrado!!”, me despertó instantáneamente, casi haciéndome caer del sillón en que me encontraba, miré a David y su cara reflejaba una mueca espantosa he inhumana de triunfo, junto a la segura fiebre y exaltación de estos días sin dormir y el trabajo exhaustivo que había llevado acabo.
“Hoy es la noche”, me dijo, “Hoy es “Walpurgis”, Bernardo”, respiro fuertemente para luego continuar, “Hoy las brujas y las potencias del infierno andan sueltas, y las brujas realizan sus aquelarres a la luz de la luna y con ellas se mezclan los Demonios de la raza de Azazel, Señor de los Ángeles caídos, y hoy nos mezclaremos también nosotros con ellas”.
Yo solamente atinaba a mirarle estupefacto desde mi sillón, solo después de unos minutos pude preguntarle, “¿Qué es lo que pretendes que hagamos?”.
“Sígueme”, fue todo lo que obtuve por respuesta.
Tomo las últimas notas de sus traducciones y dirigiéndose hacía el sótano de la casa, regreso con una pala, entregándomela, luego, al punto y con paso vivo, abandonamos la casa.
El lector podrá preguntarse (y con razón) como era que yo podía seguir a mi amigo sin ningún informe o idea sobre lo que íbamos hacer, (más con una pala como carga, sumado al personaje con quien me encontraba) solo puedo decir que mi “yo” en ese tiempo simplemente no existía, tan ciega era la confianza en David que le hubiera seguido al mismísimo infierno (cerca al menos anduvimos), si el me hubiera guiado, aún con la confianza que le tenía si, yo no podía dejar de estremecerme al oír las espantosas divagaciones de mi amigo, estos estremecimientos aumentaron al percatarme que íbamos derecho al más olvidado y tenebroso cementerio de la zona, no me quedo otra aquella noche que apretar fuertemente la pala que llevaba y tratar en lo posible de alejar de mi mente los presentimientos acerca de la sacrílega y horrible tarea que junto a mi amigo llevaríamos acabo en ese cementerio.
“Al fin he logrado encontrar lo que por tantos años he buscado Bernardo, la fuente de todo el saber oculto, todo se basa en la inmortalidad que queda en cierta zona del cerebro incorrupta, por siempre, son unos determinados poderes cósmicos….,,” así divagaba David al estar ya dentro del cementerio luego de brincarnos la barda (nada alta por lo demás, lo que indicaba claramente la mentalidad antigua, que ni en sueños se imaginaba a dos vampiros como éramos ahora, violando tumbas en aquel recinto), “..podrán pasar siglos y siglos y estos poderes aún estarán ahí, en lo que quede del cerebro, aunque sea solo polvo, brujas y brujos aprenden mucho en esta existencia, pero es una vez muertos que esos conocimientos se amplían en grado máximo, ¡ y al fin he encontrado el libro!...el libro que me ayudará a conocer estos secretos”.
Aquellas eran las palabras en esa noche obscurísima (al menos en eso se equivocaba mi amigo, las brujas esa noche bailarían con fogatas, no a luz de la luna), solo la pobre luz de un mecherito que llevamos nos iluminaba nuestro andar, el cuál sin embargo era firme y decido, seguramente que David ya debía de haber andado entremedio de las tumbas en que nos encontrábamos, continuo este sus divagaciones, pero ahora en un extraño tono compungido.
“¡Pero hemos de apurarnos Bernardo!, ¡Hemos de apurarnos!, debemos de tener todo listo antes de medianoche”, tomo aliento y continuo, “sino, sino todo este esfuerzo será inútil”.
Seguimos pues nuestro camino entremedio de tumbas y mausoleos, la verdad aquel cementerio no podía presentar un aspecto más pobre y deprimente (si es que algún cementerio puede llegar a ser “alegre”), la pobre luz del mechero, dejaba ver de vez en cuando, lápidas cubiertas por la maleza y el polvo de los siglos (según recuerdo David me comento durante ese trayecto maldito, que hacia ya más de un siglo que nadie era sepultado ahí, uno nuevo, más grande y de esos tipo “jardín”, en cuales los deudos hacían “picnic”y los críos jugaban a la pelota, había sido construido mucho más cerca de la urbanidad, quedando este poco a poco relegado al olvido y los saqueadores como nosotros)muchas lapidas estaban rotas y tiradas ahí mismo donde el tiempo las hizo caer, todos ahí eran muertos que habían caído en la verdadera muerte del olvido.
David se detuvo de pronto, saco un papel doblado del bolsillo de su chaqueta y lo examino con la luz del mechero, luego, lo volvió a guardar y torció hacia la izquierda, continuando así nuestro camino.
“Tuve que buscar durante meses en los registros de la biblioteca del juzgado, algún caso por brujería, buscaba en específico que fuera un “brujo”, recuerda que por cada mil brujas hay un brujo, en ese cerebro sabía que debían conservarse y muy potenciados los poderes que ahora buscamos. Por fin un día encontré lo que tanto buscaba , un juicio por brujería hacía un tal “Walter G…”, este había ocurrido en 1603, rogué para que no hubiera ido a para a la hoguera, ya que no me serviría para nada, pero por fortuna había sido ahorcado, era pues el elegido, anote los datos y vine aquí a buscar la tumba, encontrándola, por fin la marque hice este mapa…, y volví a terminar la traducción del libro, ya que sin las formulas…”.
Por fin llegamos a lo que parecía ser la parte más antigua del cementerio, David encontró fácilmente la tumba con la marca, del que en vida había sido Walter G, brujo, ahorcado por la Inquisición, por cosas que agradecí que David no me contará, este luego de sacarse su chaqueta me dijo, “Rápido Bernardo, sácalo, que yo debo de ocuparme de otras cosas” y sonrío , dejándome helado, era el diablo en persona quien veía sonreírse, si se hubiera carcajeado, juró que por muy amigo mío hubiera salido corriendo despavorido, convencido de haber estado viviendo con Satán sin haberlo sabido por seguro hasta ahora.
Empecé a cavar a las 23:00 hrs, para las 23:45 ya había tocado la pala la tapa del ataúd, yo en esos sudaba, no por el esfuerzo físico, sino que por miedo, me salía por todos los poros del cuerpo, pero la ciega confianza en mi amigo, me había hecho hundir la pala con más fuerza cada vez en la tierra, aun así no podía evitar que mis rodillas chocaran entre sí, sabía más que presentir, que sería testigo de algo antinatural y horroroso, pero pudo la confianza ciego en David que el miedo y la prudencia.
A las 23:50, habiendo sacado a duras penas el ataúd de su agujero, se me acerco David y llevándome del brazo dijo, “Vamos Bernardo, vamos que ya es casi medianoche”, se acerco al ataúd y haciendo juntos presión con la pala logramos abrirle.
Aún ahora al recordar estos hechos, me acuden las mismas náuseas que sentí esa noche, el aire se impregno del más asqueroso olor a putrefacción(al parecer los brujos van dejando más olor a podrido al hacerse polvo que los demás seres humanos, y este ya llevaba más de cuatro siglos allí abajo con los gusanos),pero aguanté mi asco igual que debo hacerlo ahora, David , ni pestaño, nos acercamos y pudimos ver los estragos que el tiempo había hecho en aquel cuerpo, ya no había carne, y solo algunos huesos astillados quedaban del brujo, pero aún quedaba sortear una ultima dificultad, como todos los brujos había sido enterrado boca abajo y como el sirviente ahí era yo me toco superar la repulsión que sentía y tomar aquellos despojos y colocarlos “al derecho”, al fin quedo todo como David quería y yo me senté al fin, ya que estaba exhausto a contemplar el horrendo espectáculo.
La verdad mejor hubiera sido que me hubiera quedado ciego, a ser testigo de lo que ahí, esa noche del 31, ocurrió.
Faltaban solo unos minutos para la medianoche cuando David comenzó a leer lo que había sacado del maldito libro de Enoch :
“Escúchame tu perro del Infierno, espíritu inmundo, precipitado en el abismo de la condenación eterna, mírame en pié valerosamente en medio de las hordas de la furia diabólica”.
“Yo te conjuró a escuchar inmediatamente la invocación a los muertos y a encontrar en ella la sentencia del día del Juicio Supremo y a que te levantes y me muestres los secretos que hay más allá de la llama que separa la vida de la muerte, de la luz de la oscuridad”.
Luego apuntó con el dedo a los huesos del brujo y gritó con voz ronca y cavernosa.
“ADONAI AMARA AILA HIMEL ZEBAOTH YESERAOJE MARALIOS”

Lo que a continuación de que David terminara la invocación, ocurrió, no espero que se me crea, que personas con títulos de esto y lo otro lo tilden de alucinación, y otras digan que solo es lo que se le ocurre a un pobre loco, me tiene sin cuidado, yo solo busco el desahogo del perdido, esto es como la confesión que el náufrago escribe rápidamente en un papel cualquiera y luego arroja al mar en una botella, es quitarse un peso antes de morir.
Luego de haberse apagado el eco de los gritos de David, los huesos comenzaron a retorcerse, y poco a poco comenzó a verse una luz tenue y blancuzca que fue materializándose en carne, carne que poco a poco fue cubriendo aquellos huesos, pero ¡¡ si es que existe algún dios!! (y estoy convencido que no) ¡la carne que cubrió aquellos huesos estaba podrida, corrompida hasta tal extremo que en algunas partes era casi líquida!, así solo en ciertas partes esta carne podía adherirse a lo que ahora se veía ya como un esqueleto, esqueleto que se levantó, y pudimos contemplar el infinito horror de sus cuencas vacías y llenas de gusanos, cuencas que aunque no tuvieran ojos, transmitían un odio y maldad como solo es posible de ver en el averno.
Y habló, ¡si habló, la cosa esa habló!, habló con una voz que no era voz, no merecía aquel nombre, era un gorgojeo innoble y blasfemo, el sonido de unas cuerdas vocales muertas y ahogadas hacía siglos, y que ahora al volver a moverse, soltaban unos vapores hediondos hasta la locura.
“BELIAL”, dijo…”BEEEEEEELLIIIIAAAAAALLLLLLL, aquí esta aún tu siervo”.
Nos encontrábamos tan horrorizados por la espantosa escena que ni siquiera respirábamos y suponía que David sentía las mismas ganas de huir a donde fuera, para poder conservar un mínimo de cordura, pero no podíamos huir, estamos hechizados por aquel horrendo ser.
Luego de extinguirse el eco de sus palabras, dirigió su mirada de cuencas vacías hacía David y le dijo.
“¿Así que tu eres el mortal que desea ver los secretos que hay más allá de la noche infinita?.., ¡pues bien, yo y Belial te guiaremos!”.
Y lanzando un espantoso alarido, igual, seguro al que lanzan los condenados en el infierno, se lanzó, voló hacía mi pobre amigo de misterios y secretos, y desgarrándole el cuello y espero matándolo en el acto, procedió a sacar y a devorar lentamente sus sesos y ojos, recuerdo que grite y grite sin importarme en nada que aquella bestia abortada de los profundos, me escuchara y me matara a mi también, aún no entiendo como no enloquecí ahí mismo esa noche, al fin el miedo logró ganarle en mi cabeza a la locura y pude salir de ahí en loca carrera entre tumbas y mausoleos que quizás que secretos guardarían, no me detuve hasta llegar a la casa, sacar algo de dinero y incendiarla, habían cosas ahí de mi amigo, que estarían mejor quemadas que aún presentes en este mundo, tomé el primer tren a donde fuera, siempre que fuera lejos de aquel espantoso cementerio, mi pelo se torno totalmente blanco en cosa de días y para los pocos conocidos que llegaron a verme por casualidad, estremeciéndose me dijeron que parecía haber envejecido un par de décadas.
Aquí termina mi relato, solo me queda agregar que desde esa infausta noche, aún no puedo acercarme a un cementerio, ni a casas, viejas y lóbregas, solo espero que la muerte logre borrar estos recuerdos, ya que en vida jamás lo lograré.



Leyenda del Atrapasueños



Leyenda del Atrapasueños
Hace mucho tiempo cuando el mundo era joven, un viejo líder espiritual Lakota estaba en una montaña alta y tuvo una visión. En esta visión Iktomi, el gran maestro bromista de la sabiduría apareció en la forma de una araña. Iktomi le hablo en un lenguaje sagrado, que solo los líderes espirituales de los Lakotas podían entender.

Mientras le hablaba Iktomi, la araña tomo un aro de sauce, el de mayor edad, también tenia plumas, pelo de caballo, cuentas y ofrendas y empezó a tejer una telaraña.

Él habla con el anciano acerca de los círculos de la vida, de como empezamos la vida como bebes y crecemos a la niñez y después a la edad adulta, finalmente nosotros vamos a la ancianidad, donde debemos ser cuidadosos como cuando éramos bebes completando el circulo.

Pero Iktomi dijo mientras continuaba tejiendo su red, en cada tiempo de la vida hay muchas fuerzas, algunas buenas otras malas, si te encuentras en las buenas fuerzas ellas te guiaran en la dirección correcta. Pero si tú escuchas a las fuerzas malas, ellas te lastimaran y te guiaran en la dirección equivocada.

El continuo, ahí hay muchas fuerzas y diferentes direcciones y pueden ayudar a interferir con la armonía de la naturaleza.
También con el gran espíritu y sus maravillosas enseñanzas.
Mientras la araña hablaba continuaba entretejiendo su telaraña, empezando de afuera y trabajando hacia el centro.

Cuando Iktomi termino de hablar, le dio al anciano Lakota, la red y le dijo: ve la telaraña es un círculo perfecto, pero en el centro hay un agujero, usa la telaraña para ayudarte a ti mismo y a tu gente, para alcanzar tus metas y hacer buen uso de las ideas de la gente, sueños y visiones.
Si tu crees en el gran espíritu, la telaraña atrapara tus buenas ideas y las malas se irán por el agujero.
El anciano Lakota, le pasó su visión a su gente y ahora los indios Siux usan el atrapasueños como la red de su vida.
Este se cuelga arriba de sus camas, en su casa para escudriñar sus sueños y visiones.
Lo bueno de sus sueños es capturado en la telaraña de vida y enviado con ellos, lo malo de sus sueños escapa a través del agujero en el centro de la red y no será más parte de ellos.
Ellos creen que el atrapasueños sostiene el destino de su futuro.

Anathema- Serenades (1993)


Anathema- Serenades (1993)

01 Lovelorn Rhapsody
02 Sweet Tears
03 J'Ai Fait une Promesse
04 They (Will Always) Die
05 Sleepless
06 Sleep in Sanity
07 Scars of the Old Stream
08 Under a Veil (Of Black Lace)
09 Where Shadows Dance
10 All Faith Is Lost
11 ...And I Lust
12 The Sweet Suffering
13 Everwake
14 Crestfallen


Espíritus de la Noche

Espíritus de la noche

Seres con mascaras de cristal
Danzan a mí alrededor
Chocan sus cuerpos entre si
Mientras susurran débiles murmullos a sus oídos.

Lagrimas brotan de sus ojos
Empañando sus bellas caretas
Todos lloran al unisonó
Y astillan con sus lamentos
Sus fríos corazones.

Tratan de consolarse entre si
Más, no pueden abrazarse
Pues sus brazos se han caído
Y sus cuerpos se quiebran a pedazos.

Sus lágrimas congelan la tierra
Y los fragmentos de su existencia
Se unen a la tristeza del paisaje,
El brillo que había en sus almas
Se extingue en la inmensa oscuridad,
Sus lamentos inundan el silencio
Violando la integridad de la noche.

Se han convertido en polvo
Fino polvo de cristal
El viento esparcirá sus cenizas,
El ultimo vestigio de su existencia
Y se perderán en los recuerdos
De todos aquellos que pudieron contemplarlos
Y apreciaron en sus ojos
La tristeza de sus corazones.

El dominio enloquece al mundo - Eduardo Galeano


El dominio enloquece al mundo - Eduardo Galeano

En Espejos: una historia casi universal, el escritor narra 600 relatos “sin límites, sin fronteras”
Armando G. Tejeda (Corresponsal)

Madrid, 29 de mayo. A sus 63 años, Eduardo Galeano se dedica a diario a intentar resolver el mayor desafío del lenguaje, sabedor de que eso es “imposible”: utilizar en sus textos únicamente las palabras que sean mejores que el silencio.Mostrar/Ocultar

Desde esa voluntad de depuración del idioma, el escritor uruguayo escribió su libro más reciente, Espejos: una historia casi universal (Siglo XXI), en el cual mediante 600 historias breves ofrece un panorama inquietante sobre el devenir del mundo y la historia de la humanidad.
En entrevista con La Jornada, Galeano levanta la voz ante el “sistema mundial de dominio que nos está llevando a todos al matadero o al manicomio”.
Ante el empecinamiento del ser humano por “mutilar” el arco iris terrestre con “el racismo, el machismo, el elitismo y el militarismo”.

Todos somos africanos emigrados

–Da la impresión de que con este libro se ha vaciado, ha volcado el conocimiento, las lecturas y los aprendizajes acumulados a lo largo de su vida.

–Creo que sí. La idea era reunir en un solo libro estas 600 historias o relatos que viajan por el mundo y por el tiempo sin límites, sin fronteras.

“Y van y vienen por el mapa del mundo y por el del tiempo. Y sí que recogen una experiencia de toda la vida, muchas lecturas y muchas preguntas.

“Sobre todo recoge las preguntas que yo me he ido formulando a lo largo de mi propia vida.

“Desde que era chiquito e iba a la escuela y la maestra me decía que el vasco Núñez de Balboa fue el primer hombre que vio los dos océanos desde una cumbre de Panamá. Y yo levantaba la mano y le decía: ‘Señorita, señorita, entonces los que vivían ahí eran ciegos’. Y ella me echaba de la clase por insolente.

“Y las preguntas que después me fui formulando, que se fueron quedando y esperando respuestas que fueran a su vez nuevas preguntas.

“Por ejemplo, otra que abre el libro, cuando pregunto que si Adán y Eva eran negros, porque si el viaje humano empezó en África, desde ahí partieron nuestros abuelos a la conquista del planeta y el Sol fue el que hizo el reparto de todos los colores, pues somos todos africanos y somos todos emigrados.

“Es bueno recordar ahora que todos somos africanos emigrados, ante tanta demonización que hay de la emigración como si fuera un crimen.

“Pero sí, también es un libro de las preguntas incómodas. Yo siempre digo que una buena respuesta es una fuente de nuevas preguntas, así que el libro está escrito por un preguntón, por un curioso, que quiere despertar curiosidad en quien lo lee.”

–Esas 600 historias, contadas así, de manera aparentemente inconexa, ¿es porque también pretendía llamar la atención ante la anarquía que hay en el mundo y en la historia de la propia humanidad?

–Sí, pero que están atadas por hilos invisibles que hacen que esa aparente desconexión no sea más que una expresión de la diversidad de la vida humana, de la historia y de la presencia dominante en esa diversidad de los negados por la historia oficial. Que es una historia que sacrificó, que mutiló el arco iris terrestre.

“Siempre digo que el arco iris terrestre tiene más colores que el celeste. Es mucho más bello, más fulgurante, pero ha sido mutilado por el racismo, el machismo, el elitismo, el militarismo… Entonces no somos capaces de vernos en toda nuestra plenitud asombrosa, en toda nuestra prodigiosa capacidad de hermosura.

“El libro rinde homenaje a la diversidad humana y a la diversidad de la naturaleza, de la que también formamos parte.

“Entonces en apariencia puede parecer inconexo, pero cuando uno se mete a leerlo está armado de tal manera que hay muchísimo trabajo detrás. Es como un río que corre a veces por debajo de la tierra, otras por arriba, pero que nunca deja de correr. Es un solo flujo de un río de muchos ríos.”

Discípulo de Juan Rulfo

–Como una sinfonía.

–La literatura y la música se parecen mucho. Por eso es bueno leer en voz alta. Cuando uno escribe, cuando uno termina un texto se lee en voz alta porque esa lectura te da la música de las palabras. Y la música manda. Tiene que haber una continuidad de la música.

–Después de tantos libros y, sobre todo, aprendizajes, ¿cree que ha llegado al máximo de depuración de su propio lenguaje literario?

–Creo que sí. El lenguaje que yo utilizo no quiero que se vea, pero cada uno de estos relatos ha tenido 15 o 20 tentativas. Como decía un escritor chileno cuando reditaba sus cuentos: edición corregida y disminuida. Yo también los voy disminuyendo, en un trabajo de quitar la grasa para que sólo quede la carne y el hueso de lo que se quiere contar. Es un trabajo de desnudamiento y purificación del lenguaje.

–Un lenguaje poco frecuente en las letras latinoamericanas, en ocasiones demasiado tendentes a la verborrea, ¿no le parece?

–Puede ser, pero yo no creo que la literatura latinoamericana deba ser esto o lo otro, porque lo mejor que tiene esta región nuestra es que es tan diversa. O sea que contiene todos los colores, los olores, los sabores del mundo.

“Si lo mejor que el mundo tiene está en la cantidad de mundos que el mundo contiene, pocas regiones del mundo contienen tantos mundos como la nuestra. Y, por tanto, hay una diversidad de lenguajes y esa es nuestra riqueza.

“Yo escribo a mi manera, lo que siento y me sale, pero hay muchas otras formas de escribir. Todo lenguaje es legítimo en la medida que las palabras nazcan de la necesidad de decir.”

–Pero hay influencias, generaciones literarias.

–Sí, yo escribo a mi manera, que es a su vez una manera muy influida por mi maestro Juan Rulfo. En una entrevista, hace ya algún tiempo, me pidieron que eligiera a los escritores más importantes en mi formación literaria. Yo contesté: Juan Rulfo, Juan Rulfo y Juan Rulfo.

Historias sentipensantes

–En su búsqueda de nuevos lenguajes, supongo que también está al tanto de la evolución de nuestro idioma en la sociedad actual.

–Sí, es un aprendizaje cotidiano. Recibo muchas voces de la calle, que son las que más me alimentan. Y es un trabajo de recreación de las voces que uno recibe. Cuando Rulfo me decía que se escribe más con la goma que con el lápiz, y eso es verdad, pero no toda. Porque también hay que ver cuáles son las palabras.

“Otro maestro mío, Juan Carlos Onetti, con quien compartí pocas palabras y muchos silencios, siempre me decía que había un proverbio chino que decía que las únicas palabras que merecen existir son las palabras mejores que el silencio.

“Es una idea muy hermosa, porque el silencio es un lenguaje hondísimo y profundo; entonces es muy difícil que las palabras sean mejores que el silencio.

“En realidad eso es imposible, pero uno tiene que intentar esos imposibles. Es el mayor desafío del lenguaje.”

–Precisamente su libro Espejos tiene muchos silencios y mucha calma en su lectura.

–El libro pide lentitud como el amor. Y silencio para que las palabras suenen de verdad.

–¿Usted también asume la literatura como ese juglar que va de pueblo en pueblo contando historias, declamando, leyendo en voz alta esas historias?

–Sí, pero si son conocimientos solos, es decir, mensajes de la razón van a tener poco recorrido. Tienen que ser historias sentipensantes para llegar a quien las lea, tienen que venir de la razón y del corazón. Tienen que unir lo que ha sido desvinculado por la cultura del desvinculo, que es la cultura dominante. Que entre otras cosas ha desvinculado la razón de la emoción, como ha desvinculado el pasado del presente.

“Por eso en el libro se mezcla muchísimo el pasado y el presente; el exterminio de Irak a manos de un señor que cree que la escritura fue inventada en Texas y, al mismo tiempo, el nacimiento del primer poema de amor de la historia humana, que es un poema escrito en Irak, cuando todavía no se llamaba así, en lengua sumeria y en tablillas de barro.”

–Una de esas líneas invisibles que dan sentido a las 600 historias de Espejos, ¿sería la vocación del hombre por la guerra, por esa tendencia a destruirse a sí mismo?

–Creo que los que creyeron que la contradicción es el motor de la vida humana no se han equivocado. Somos una contradicción incesante. Y eso te ayuda a sobrevivir en un mundo difícil; la certeza de que no hay horror que no implique alguna maravilla. La certeza de que somos mitad basura y mitad hermosura. Entonces el libro se alimenta de esa contradicción incesantemente. No sólo del horror sino también del amor.’

–Con especial fijación en las guerras, ¿no cree?

–Sí, porque la guerra es parte del horror. No pienso que la guerra sea un destino humano, pero sí sigue siendo una realidad de nuestro tiempo.

“Cada minuto mueren de hambre o de enfermedad curable 10 niños en el mundo. ¡Cada minuto! ¡Y cada minuto Estados Unidos gasta medio millón de dólares matando inocentes en Irak!”

–También el machismo es una constante de la historia de la humanidad.

–Sí, por eso menciono la paradoja de las vidas de Santa Teresa y Sor Juana Inés de la Cruz. Las dos perseguidas por la Inquisición, los sectores más dogmáticos y feroces de la Iglesia católica y de sus verdades únicas. Sospechosas por ser mujeres inteligentes, creativas, por tener tanto o más talento que los hombres. Y, por tanto, culpables del imperdonable delito de ser ellas mismas.

“El caso de Santa Teresa es el más trágico. Pienso que un brazo de Santa Teresa acompaña a Francisco Franco en su larguísima agonía porque la descuartizaron y mandaron los pedazos a todas partes, y el brazo incorruptible –como le dicen– en la mesita de luz de Franco. Es una broma de mal gusto de la historia.

“Ella, que había sido víctima de los equivalentes de Franco en su tiempo.”

–¿Cómo ve Eduardo Galeano lo que ocurrió recientemente en Sudáfrica, que desconcertó al mundo: el estallido xenófobo en el país que sufrió durante tantas décadas el apartheid?

–Creo que hay un sistema mundial de dominio que está convirtiendo al mundo en un matadero y también en un manicomio. Nos está enloqueciendo a todos y la prueba de esto se está convirtiendo en una locura total es que ese sistema de dominio mundial ha logrado que los negros se maten entre ellos, como está ocurriendo en África del Sur, o que los iraquíes se maten entre sí, como ocurre en Irak, o que los palestinos se maten entre ellos. Nos enloquecen. Ya no sabemos quién es quién, ni por qué ni para qué.

“Ahora el mundo ha entrado en un periodo de crisis muy peligroso y esto va a generar explosiones de racismo por todas partes. El inmigrante, el venido de fuera, sobre todo si es de piel oscura será el chivo expiatorio del paro, del desempleo, de la desocupación.”

–Da la impresión de que el mundo no reflexiona ni guarda silencio para analizar esto así, como sí podemos hacer con su libro, por ejemplo…

–Sí, porque vivimos en un vértigo incesante. Somos presos. Instrumentos de nuestros instrumentos. Máquinas de nuestras máquinas. Y el vértigo de la vida urbana nos impide disponer del tiempo necesario para recuperar la memoria perdida y para recordar las cosas más obvias. Que a Colón nadie le pidió pasaporte, que a Hernán Cortés nadie le exigió contrato de trabajo, que a Francisco Pizarro nadie le exigió certificado de buena conducta, que además no lo hubiera obtenido porque era un tipo con antecedentes muy jodidos.

“Como decía al principio, somos todos africanos emigrados. Son cosas elementales que hemos olvidado por completo y que debemos recuperar para hacer preguntas, como: ¿es un destino este mundo?, ¿no estará embarazado de otro?”

–En el libro también reflexiona sobre la conquista, después de cinco siglos. ¿Cómo ve la situación de los pueblos indígenas?

–Me parece admirable la capacidad que han tenido los indígenas de las Américas en perpetuar una memoria que fue quemada, castigada, ahorcada, despreciada durante cinco siglos. Y la humanidad entera tiene que estarle muy agradecida, porque gracias a esa porfiada memoria sabemos que la tierra puede ser sagrada, que somos parte de la naturaleza, que la naturaleza no termina en nosotros. Que hay posibilidades de organizar la vida colectiva, formas comunitarias que no están basadas en el dinero. Que la competencia contra el prójimo no es inevitable y que el prójimo puede ser algo mucho más que un competidor.

“Todas estas cosas que se han heredado de las culturas originales y que han tenido una persistencia admirable porque han sobrevivido a todo y que se manifiestan ahora.

“Por ejemplo, la nueva Constitución de Ecuador, que lleva nombre indígena, por primera vez en la historia de la humanidad consagra a la naturaleza como sujeto de derecho. Nunca a nadie se le había ocurrido.

“En Ecuador, a pesar de ser un país muy infectado de racismo, como México y todos en América Latina, se ha podido perpetuar una memoria subterránea que hace posible esta recuperación de verdades pronunciadas por voces del pasado más remoto, pero que hablan al futuro.”

Muda de amo

–Y el hecho de que ahora se esté en plena “celebración” del bicentenario de las independencias, ¿qué le parece?

–Las independencias fueron en general los certificados de nacimiento de las naciones, mentira en las que vivimos. Porque todas las constituciones de nuestras repúblicas independientes negaron los derechos a quienes habían derramado la sangre por conseguir esas independencias. Fueron emboscadas contra los hijos más pobres de las Américas. Eso fue unánime y siempre fue así.

“Fueron repúblicas nacidas para la negación de derechos, para la maldición y para el desprecio de la mayoría de sus habitantes, muchos de los cuales pasaron a una peor vida de la que tenían bajo el predominio colonial. O en todo caso se limitaron a mudar de amos. Como decía un grafiti anónimo en una pared de Quito, cuando se promulga la independencia de Ecuador: ‘Último día del despotismo y primero de lo mismo’.”

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