Erlkönig ( "Rey de los Elfos")
¿Quién cabalga tan tarde a través del viento y la noche??
Es un padre con su hijo.
Tiene al pequeño un su brazo
Lo lleva seguro en su tibio regazo.
"Hijo mío ¿Por qué escondes tu rostro asustado?"
"¿No ves padre al Rey de los Elfos ?
¿El Rey de los Elfos con corona y manto?"
"Hijo mío es el rastro de la neblina."
"¡Dulce niño ven conmigo!
Jugare maravillosos juegos contigo;;
Muchas encantadoras flores están en la orilla,
Mi madre tiene muchas prendas doradas."
"Padre mío, padre mio ¿no escuchas
Lo que el Rey de los Elfos me promete?"
"Calma, mantén la calma hijo mío;
El viento mueve las hojas secas. "
"¿No vienes conmigo buen niño?
Mis hijas te atenderán bien;
Mis hijas hacen su danza nocturna,
Y ellas te arrullaran y bailaran para que duermas."
"Padre mío, padre mío ¿no ves acaso ahí,
A las hijas del Rey de los Elfos en ese lugar oscuro?"
"Hijo mío, hijo mío, claro que lo veo:
Son los árboles de sauce grises."
"Te amo; me encanta tu hermosa figura;
Y si no haces caso usare la fuerza."
"¡Padre mío, padre mío, ahora me toca!
¡El Rey de los Elfos me ha herido!"
El padre tiembla y cabalga mas aprisa,
Lleva al niño que gime en sus brazos,
Llega a la alquería con dificultad y urgencia;
En sus brazos el niño estaba muerto.
Johann Wolfgang von Goethe
¿Quién cabalga tan tarde a través del viento y la noche??
Es un padre con su hijo.
Tiene al pequeño un su brazo
Lo lleva seguro en su tibio regazo.
"Hijo mío ¿Por qué escondes tu rostro asustado?"
"¿No ves padre al Rey de los Elfos ?
¿El Rey de los Elfos con corona y manto?"
"Hijo mío es el rastro de la neblina."
"¡Dulce niño ven conmigo!
Jugare maravillosos juegos contigo;;
Muchas encantadoras flores están en la orilla,
Mi madre tiene muchas prendas doradas."
"Padre mío, padre mio ¿no escuchas
Lo que el Rey de los Elfos me promete?"
"Calma, mantén la calma hijo mío;
El viento mueve las hojas secas. "
"¿No vienes conmigo buen niño?
Mis hijas te atenderán bien;
Mis hijas hacen su danza nocturna,
Y ellas te arrullaran y bailaran para que duermas."
"Padre mío, padre mío ¿no ves acaso ahí,
A las hijas del Rey de los Elfos en ese lugar oscuro?"
"Hijo mío, hijo mío, claro que lo veo:
Son los árboles de sauce grises."
"Te amo; me encanta tu hermosa figura;
Y si no haces caso usare la fuerza."
"¡Padre mío, padre mío, ahora me toca!
¡El Rey de los Elfos me ha herido!"
El padre tiembla y cabalga mas aprisa,
Lleva al niño que gime en sus brazos,
Llega a la alquería con dificultad y urgencia;
En sus brazos el niño estaba muerto.
Johann Wolfgang von Goethe
La leyenda del Rey de los Elfos parece haberse originado en tiempos relativamente recientes en Dinamarca.
De acuerdo con el folclore alemán y danés el Rey de los Elfos aparece como presagio de la muerte, parecido a la banshee en la mitología irlandesa, pero a diferencia de la banshee, el Rey de los Elfos solo se le aparece a la persona que va a morir. Su
forma y expresión le dicen a la persona que tipo de muerte tendrá: una expresión de dolor significara una muerte dolorosa mientras que una expresión pacifica una muerte tranquila. Otra interpretación sugiere que la leyenda dice que cualquiera que toque al Rey de los Elfos debe morir.
Franz Schubert compuso su lied Erlkönig en 1815 para voz y piano, con el texto del poema de Goethe.
La historia de Erlkönig (o, mejor dicho, Elvenkönig) se centra en las palabras que los tres personajes pronuncian y en la acción que le sigue a estas palabras. El ambiente es característico del periodo romántico: ocurre en un paraje con árboles
durante una noche con viento, en la que hay una amenaza sobrenatural y malévola.
Para componer su canción Schubert se basa, una vez más, en un texto de Goethe (1782) basado a su vez en una leyenda escandinava sobre la que Johann Gottfried von Herder ya había compuesto un poema. El cuento original nos narra la terrible costumbre del Rey de los elfos de aparecerse ante los vivos anunciándoles su inminente muerte. Al llevar esta historia a su poema Herder nombró a su siniestro rey de forma que sonara similar al original danés,“Ellerkang” (Rey de los elfos). Para ello utilizó la expresión “Erlkönig”, que en realidad significa Rey de los alisos (un tipo de árbol) en lugar del más acertado Elfenkönig. Goethe tan sólo empleó el nombre ya usado por su colega.
1 Comentario:
más lindo ... impossible!
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