El sueño…
el sueño es el hermano de la muerte.
Así que túmbate bajo este esqueleto en la frialdad de la tumba.
Permite que el abrazo de sus muertos brazos
te mantenga totalmente a salvo y dormido.
Enterrado en un sueño…
silenciosamente….
Para siempre bajo tierra




La otra inseguridad.




La otra “inseguridad”

Por Mariana Carbajal

Se llamaba Romina Gélvez. Tenía 22 años. Murió . Estaba con muerte cerebral desde el domingo. La desesperación frente a un embarazo no deseado la empujó el viernes 6 a recurrir a una curandera , para que le practicara un aborto. El procedimiento no fue seguro: hubo una sonda de por medio. Llegó al Hospital, con un cuadro infeccioso crítico. Nunca se recuperó. Romina no tuvo los 3000 o 4000 pesos que se requieren para acceder en la Argentina a un aborto seguro. Clandestino, sí, pero seguro. No fue el único caso fatal en la misma semana. La penalización del aborto está matando a las mujeres pobres. Pero de esa “inseguridad” que impacta exclusivamente en cuerpos femeninos, pobres, silenciosos, los grandes medios de comunicación no se hacen eco. Esas muertes, evitables todas, no importan.

Esta semana se habló y mucho desde algunas pantallas de TV y desde la tapa de ciertos diarios de otras muertes. Mucho se amplificó la “seguidilla” de policías bonaerenses asesinados en enfrentamientos con delincuentes: cuatro en 22 días, cuando en todo el 2008 habían caído ocho.

En los últimos 22 días murieron también cuatro mujeres por las consecuencias de abortos inseguros, pero de esa “inseguridad” se habla poco y nada. Y antes que ellas, en lo que va de 2009, el aborto inseguro mató a 4 mujeres más. Y unos días antes quedó al borde de la muerte, sin útero ni ovario, una niña de 12 años .

La lista va a continuar. En promedio, son asesinadas por el aborto inseguro alrededor de un centenar de mujeres de escasos recursos, de barrios humildes.

¿Cuándo va a resonar en las pantallas y los micrófonos de las radios el dolor de las madres y los hijos de estas mujeres que ya no están? Sus muertes podrían haberse evitado: con campañas de difusión masivas que informen que es un derecho acceder a anticonceptivos gratuitos en centros de salud de todo el país, con stock permanente de métodos y consejería en salitas y hospitales, con educación sexual en todas las aulas, con una política que no penalice a las mujeres que deciden abortar como último recurso, con servicios de aborto seguro y gratuito.

Está demostrado que la penalización no evita que las mujeres aborten. Lo hacen igual, con graves riesgos. De esa “inseguridad” pocos hablan. ¿Cuántas Rominas más tendrán que morir hasta que legisladores y funcionarios que deben pensar en el desarrollo de políticas sanitarias lo comprendan?

fuente

2 Comentarios:

kaisser ...

Mientras el aborto siga siendo rechazado por las altas cúpulas religiosas no pasará nada, por ende, los medios, los políticos y la falsa moral de una sociedad manipulada seguirán siendo cómplices silenciosos de muchas más muertes de jovencitas con embarazos no deseados que recurren al aborto clandestino; estúpidamente el "Rey" de la iglesia católica acaba de declarar en África que DIGAN NO AL CONDÓN porque atenta contra la vida; una declaración discordante al verdadero derecho por la vida.

LuzdeLuna excelente que postees este tipo de temas, permiten crear conciencia.

Un fuerte abrazo

Emerald ...

Kaisser tenés toda la razón, la iglesia aún es un poder nefasto y poderoso lamentablemente. Y sigue haciendo de las suyas con medidas del medioevo.
Ojalá la sociedad se enfrentara con este poder, porque la triste situación de la clase pobre es humillante.
Pero culpas compartidas le doy a nuestros gobiernos también, mala educación sanitaria y sexual, malas condiciones hospitalarias, y evitar la libre distribución de anticonceptivos permitidos. Bah, toda una mala política que nos lleva a esto!

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