Ritos de Colores

Ritos de Colores - El Tunel de una Muerte Teatral

Los sistemas simbólicos no se basan únicamente en los valores de claridad de los colores. En efecto, además del negro (la sombra) y del blanco (la luminosidad), es posible encontrar en algunas culturas tonalidades vivas como el rojo, azul y amarillo que también simbolizan el duelo o la pérdida de un ser querido

En la Edad Media, el color rojo estaba destinado a los niños en duelo con una túnica de cáñamo teñida de un rojo intenso.

Aún en la actualidad, oriflamas acompañan al cuerpo de un difunto al momento de ser depositado en la tumba, cuerpo que, a su vez es cubierto mediante una manta roja. Hoy, todavía los discípulos de Confucio utilizan vestimentas blancas con sobrepelliz rojo, que ayudará al difunto en su travesía.

En el luto budista, los cirios de las ofrendas son rojos, mientras que en el Este y Sudeste asiáticos, donde la muerte no es un final sino una consecuencia lógica y una renovación anunciada, el rojo del duelo es singo de vida renaciente, de alegría y amor. Muchas otras culturas consideran al color rojo como la sangre coagulada de la tierra. Lo ubican frecuentemente como un símbolo de nacimiento y de muerte.

En Africa al rojo se le entiende como una especie de etapa de cocción a través de la cual pasa el recién nacido, que nace blanco y alcanza progresivamente su estado de negritud adulta, como si cada ser humano fuese-metafóricamente-una pieza de alfarería.

La asociación de el rojo con la sangre de la vida en los ritos funerarios existe desde tiempos muy remotos. En las poblaciones amerindias, el rojo es reemplazado por el azul. En la tribu Hopi, de Estados Unidos, soñar con un espíritu que sujeta una pluma de plegaria de color azul es un mal presagio, y en Colombia el color de la muerte es también el azul.

En otras culturas, el azul es sustituído por el amarillo (símbolo de exclusión en su acepción nefasta) y se considera además un color ambivalente (positivo o negativo).

En la Segunda Guerra Mundial, a los judíos se les obligó a llevar una estrella amarilla, como signo de distinción racial y marca de aquellos destinados a los Campos de la Muerte.

En otras simbologías, el amarillo se convierte en café, o el color de la muerte es verde. En Perú se han encontrado sudarios y mortajas con bordados antropomorfos de tonos verdes, donde vida y muerte se entrelazan. El verde aparece en tonos fangosos, obscuros, parduscos o violáceos.

Los colores poseen significados de gran fuerza, negativos y positivos, no son inmutables, sino que vibran al ritmo de épocas y costumbres. En la medida en que los valores atribuídos dependen del entorno y de las creencias prevalecientes en el espacio y tiempo, se modifican los significados del color.

Quizás el color de la muerte no podrá ser definido con objetividad sino hasta el día en que alguien se acerque lo suficiente para verla frente a frente y luego regrese para contárnoslo.

Ritos de Colores, El Tunel de una Muerte Teatral (Adaptaciòn al artìculo original incluìdo en la Revista Pic Nic No. 7. 2005)

Celine Caumon

fuente:Hexen El Libro Negro